Noticias
El móvil vigila nuestros pasos
Un artículo de la revista Nature nos revela un estudio realizado por la Northeastern University de Boston en el que se han estudiado las pautas de movimiento de 100.000 personas gracias a un chivato peculiar: su teléfono móvil. Los resultados de este proyecto pueden ofrecer información muy valiosa sobre el comportamiento humano pero también en el campo de la epidemiología para predecir de qué forma se extienden ciertos virus.
Un artículo de la revista Nature nos revela un estudio realizado por la Northeastern University de Boston en el que se han estudiado las pautas de movimiento de 100.000 personas gracias a un chivato peculiar: su teléfono móvil. Los resultados de este proyecto pueden ofrecer información muy valiosa sobre el comportamiento humano pero también en el campo de la epidemiología para predecir de qué forma se extienden ciertos virus.
El teléfono móvil es una potentísima herramienta de comunicación, pero por lo que se ha podido ver en el estudio que ha publicado la revista Nature, también puede resultar un mecanismo de control de nuestros movimientos. Los investigadores de la Northeastern University de Boston, dirigidos por Albert-László Barabási. han recogido las llamadas y envío de mensajes de texto de 100.000 usuarios de teléfono móvil para poder realizar un seguimiento de sus movimientos.
Con estos datos el estudio revela algunas pautas interesantes. En primer lugar se ha observado la obstinación de las personas en seguir recorridos idénticos dictados por la costumbre para llegar de un lado a otro. Aunque parezca que el comportamiento humano es poco previsible, lo cierto es que se han encontrado pautas matemáticas bastante regulares, a pesar de la complejidad del movimiento. Precisamente estas pautas han intrigado a los investigadores que afrontan ahora el reto de explicar el por qué de esta regularidad.
El estudio ha sido realizado con la ayuda de una compañía telefónica cuya identidad no se divulga por razones de privacidad, así como el país europeo donde se realizó la experiencia a lo largo de seis meses. Los datos recogidos por la compañía son los que se almacenan rutinariamente para la facturación y operación de la red: fecha y hora de la llamada, duración y coordenadas de la célula donde establece conexión.
Los resultados de este estudio podrían llevar a avances en estudios epidemiológicos, para comprobar la pauta de contagio de un virus o enfermedad transmitible por contacto, a diseñar estrategias de prevención de emergencias e incluso actuaciones basadas en estos datos para mejorar la movilidad y el tráfico. Lo que quizás pueda resultar inquietante es que se puedan conocer perfectamente nuestros movimientos a través del uso de uno de los dispositivos más extendidos del mundo.