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Análisis

Acer Aspire one, en exclusiva

En primicia absoluta probamos a fondo el nuevo Aspire one, el primer subnotebook de bajo coste de Acer. Un dispositivo pensado para acceder a Internet y comunicarnos sin complicaciones gracias a un sistema Linux de diseño propio. Está gobernado por Intel Atom y las primeras versiones integran discos sólidos por 299 euros. Tras el verano llegarán los modelos con Windows XP, más RAM y discos duros rígidos de 80 Gbytes

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En primicia absoluta probamos a fondo el nuevo Aspire one, el primer subnotebook de bajo coste de Acer. Un dispositivo pensado para acceder a Internet y comunicarnos sin complicaciones gracias a un sistema Linux de diseño propio. Está gobernado por Intel Atom y las primeras versiones integran discos sólidos por 299 euros. Tras el verano llegarán los modelos con Windows XP, más RAM y discos duros rígidos de 80 Gbytes

 

Uno de los grandes problemas a los que se enfrenta la gente de marketing de Acer es, dicho por ellos mismos, cómo denominar correctamente a su nuevo Aspire one. Un equipo en línea con los ya conocidos Asus EeePC o MSI Wind, que muchos ya denominan subnotebooks o ULCPC (Ultra Low Cost PC). Sea como fuere, lo primero que hay que dejar claro es que el nuevo Aspire one NO es un portátil o ultraportátil convencional. Se trata de una máquina pensada fundamentalmente para conectarse a Internet (navegar por Internet, correo electrónico, mensajería instantánea, llamadas de VoIP, etc.), y realizar pequeñas tareas ofimáticas, reproducir música o ver fotos y algún vídeo cuando se tercie. Sería, en cierta forma un punto intermedio entre los smartphones Windows Mobile, iPhone y demás fauna, y los clásicos ultraportátiles de 1 kilo o menos de peso, pero con precios generalmente de escándalo. La diferencia es que aquí contamos con un hardware algo más limitado, pero suficiente para realizar las tareas básicas que demanda un usuario típico en movilidad y, lo más importante, con un precio rompedor.

 

Hace escasamente un par de semanas que Acer realizó la presentación oficial en Madrid de su primer subnotebook, y ya entonces os ofrecimos información detallada del lanzamiento, con bastantes fotos del producto, aunque a falta de hacer un estudio más profundo. Pues bien, en primicia absoluta, hemos conseguido hacernos con uno de los primeros Aspire one en llegar a España, que podremos ver en las tiendas a partir de la segunda semana de julio, en versión Linux con 512 Mbytes de RAM y disco sólido de 8 Gbytes, por sólo 299 euros. Más adelante, para el mes de septiembre, tendremos versiones con disco duro de 80 Gbytes y 1 Gbyte de RAM por 349 euros en el caso de incluir Linux, o 399 euros en el caso de la versión con Windows XP Home. También por esas fechas llegarán unidades con el módulo 3G integrado, una de las grandes ausencias de este modelo. Eso sí, en todos los casos se trata de equipos gobernados por el nuevo procesador Intel AtomN270 (1,6 GHz). Respecto a los colores, aunque nosotros nos hemos hecho con uno blanco, también estarán disponibles en azul oscuro e incluso más adelante en colores tan atrevidos como el rosa.

 

En el análisis siguiente desmenuzaremos este nuevo equipo y concepto paso a paso, comenzando por el hardware, pero sobre todo, en el software. Aquí es donde Acer ha hecho un gran trabajo al adaptar una distribución Linpus Lite para su máquina y hacerlo 100% útil para cualquier usuario, incluso con nulos conocimientos de informática. Es tan sencilo que realmente asusta.

 

Primeras impresiones. Ergonomía y estética

 

Lo primero que sorprende del Aspire one al tenerlo en las manos es su reducido peso (sólo 995 gramos con la batería de 3 celdas), mínimas dimensiones, el buen acabado de la carcasa, teclado y, sobre todo, la pantalla. A pesar de ser todo plástico, el de la parte superior de la pantalla tiene un acabado brillante nacarado que transmite un gran calidad y un tacto muy agradable. Eso sí, la resistencia a las rayaduras del día a día es limitada, por lo que si somos escrupulosos en ese aspecto tendremos que comprar una funda casi obligatoriamente. En la parte inferior encontramos una carcasa con acabado rugoso que, sin embargo, adolece de alguna superficie más adherente que nos permita llevar este mini portátil en la mano con todas las garantías. Es un detalle ínfimo, pero que seguro que más de uno echará de menos.

Las conexiones están bien situadas a ambos lados del equipo, con 3 puertos USB (dos a la derecha y uno a la izquierda), conexión VGA y minijacks estéreo para entrada y salida de audio. En la parte derecha, en la misma banda donde se conecta el alimentador, también encontramos el puerto Ethernet 10/100 Mbps. Este es un detalle de agradecer ahora que muchas máquinas prescinden de la red de cable, que sin embargo en muchas ocasiones puede ser una tabla de salvación si no hay WiFi o éste no funciona correctamente (algo demasiado frecuente, sobre todo en los momentos más delicados).

 

 

 

Respecto al teclado, es cierto que no es demasiado grande, y que sobre todo para personas con las manos realmente grandes puede ser algo complicado escribir durante largo rato. Sin embargo, hablamos de un equipo de uso esporádico, con el que probablemente nadie se escribirá una novela. Por ello, para teclear correos, contestar mensajes o introducir correcciones en un documento que nos manden resulta más que suficiente, e incluso rápido una vez que le cogemos el truco. El touchpad es, a nuestro gusto, uno de los mejores puntos de esta máquina. Es realmente pequeño, pero las dimensiones mandan y Acer lo ha resuelto bien con un dispositivo bastante preciso, de tacto medianamente agradable y movimiento rápido. Eso sí, los botones situados a ambos lados de la superficie táctil son algo incómodos. Los hubiéramos preferido en la parte inferior del touchpad, aunque es posible que esto hubiera influido en la robustez del conjunto.

 

 

 

Respecto a los diferentes controles, en el Aspire one encontramos únicamente dos. Por un lado el botón de encendido, ubicado en la parte superior derecha del teclado y que se tapa al cerrar la pantalla. Esta ubicación, junto al detalle de que se encuentra ligeramente hundido, hace que las pulsaciones involuntarias del mismo sean casi nulas. En la parte frontal derecha del perfil encontramos el interruptor del módulo inalámbrico, para ahorrar batería cuando sea necesario o utilizarlo en el avión.

 

 

 

 

La pantalla, realmente sorprendente

 

Al comienzo del análisis hablábamos de una pantalla sorprendente, y no engañábamos. Lo primero por que resulta muy robusta para el tamaño y peso del equipo, con unas bisagras de fuerte plástico situadas a ambos lados de la máquina, libres de holguras (otras cosa será tras unos miles de aperturas/cierres), con un tacto duro que permite colocar la pantalla en cualquier posición sin problemas y que facilita un movimiento bastante agradable. La carcasa de la pantalla es tan robusta como muchos portátiles convencionales, y sin duda mucho más resistente que algunos de los últimos ultraportátiles de Toshiba o Sony que hemos podido probar. Pero si esto es realmente digno de elogio, aún lo es más el acabado mate de la propia pantalla TFT, con recubrimiento antirreflejos. En los tiempos que corren, donde las pantallas de acabado brillante están de moda y los reflejos que sufren los usuarios en sus portátiles son constantes, se agradece una pantalla como esta, con la que simplemente no hay reflejos. Puede que tengamos problemas de visión en condiciones realmente extremas (sol o fuente de luz directa hacia la pantalla), pero en el resto de situaciones podremos trabajar con total comodidad. A esto ayuda su buena luminosidad, y una resolución que está en el límite de lo admisible para un tamaño de sólo 8,9 pulgadas. Así, los 1.024 x 600 puntos resultan suficientes para navegar por Internet sin problemas, ver vídeo o fotos, pero sin resultar demasiado elevadados para la gente con una visión no demasiado aguda. Para terminar, en la parte superior encontramos una webcam que, a pesar de ser sólo de 0,3 MPx, nos ha gustado mucho por la buena tasa de refresco que ofrece…más que suficiente para Skype o Messenger. Lo único que nos parece criticable del conjunto es que, debido a la dureza del mecanismo de la pantalla (que cuenta con un imán en su esquina superior derecha), necesitaremos usar las dos manos para separar y levantar la pantalla. No es malo, pero si algo incómodo con el equipo sobre la mesa.

 

 

 

 

Almacenamiento, batería y ampliaciones

 

Llegados a este punto, nos queda por tratar algunos de los aspectos más singulares de la máquina. Empezaremos por el apartado del almacenamiento, donde como unidad de disco principal se ha recurrido a un disco de estado sólido de 8 Gbytes (aunque ya hemos comentado que habrá versiones con discos duros convencionales de 80 Gbytes). Esta cifra es muy escasa si pensamos en una máquina con Vista y todo el software moderno instalado, pero va a las mil maravillas en el Aspire one. De hecho, con el sistema operativo y aplicaciones instaladas al completo, se ocupan unos 3 Gbytes, quedando otros 4,5 Gbytes reales para almacenar fotos, documentos, vídeos, etc. Teniendo en cuenta que no será una máquina de uso exclusivo, no es un gran problema. Aun así si necesitamos más, Acer nos brinda diversas alternativas. La primera es evidente: conectar una memoria Flash USB a cualquiera de los puertos. La segunda también: enchufar una tarjeta SD/MS o similar en el lector 6-1 incluido en la parte derecha para insertar las tarjetas de las cámaras de fotos. La tercera en cambio es revolucionaria: en la parte izquierda encontramos una bahía SD rotulada como Storage Expansion que logra, sorprendentemente, sumar la cifra de dicha tarjeta a la del disco sólido principal. Es decir, tenemos 8 Gbytes de disco sólido principal, insertamos una tarjeta SD de 4 Gbytes en esta bahía y, por arte de magia, la capacidad disponible de la unidad principal crece con la nueva capacidad insertada. Con ello, el disco principal pasa a tener una capacidad total de 12 Gbytes en vez de 8, y ello sin que el usuario haga nada especial, ni deba tocar configuración alguna. Además, como veremos más adelante, contamos con una utilidad para, en caso preciso, actualizar la tarjeta SD de esta bahía por otra más grande, sin perder absolutamente nada. Un excelente invento de Acer.

 

Aquí, el lector 6-1 para tarjetas Flash.

Y aquí la bahía para expandir la capacidad de la unidad principal con tarjetas SD.

 

 

Otro apartado que merece ser comentado es el que hace referencia a la batería y alimentación. El equipo de serie se suministra con una batería de 11,1 voltios, 2200 mAh y 3 celdas. Esta batería ofrece, según el fabricante, unas 3 horas de autonomía en condiciones de uso más o menos normales. Esta cifra es, según nuestras pruebas, muy cercana a la realidad, pues nosotros hemos logrado unas 2,5 horas de autonomía con el WiFi activado navegando por Internet, ejecutando aplicaciones, etc. La conclusión es que el nuevo Intel Atom, cuya velocidad y consumo se ajustan según la carga de trabajo, logra reducir considerablemente el consumo frente a micros como los Core 2 Duo, al tiempo que ayuda mucho el integrar discos sólidos o pantallas de pequeño formato. Eso sí, para los que busquen más autonomía, Acer dispondrá desde el momento del lanzamiento de baterías adicionales de 3 celdas o, mejor aún, un modelo de 6 celdas (que incluirán de serie los futuros equipos con disco duro y 1 Gbyte de RAM), gracias a la cual la autonomía se duplica.

 

 

Por último, queda hablar de las ampliaciones posibles del equipo. En la documentación de Acer, y tal y como explicábamos en la preview que realizamos semanas atrás, se indica que el equipo es ampliable hasta los 1,5 Gbytes de RAM. En nuestro caso, lo único que hemos encontrado es una bahía PCIe Mini Card (sustituta del antiguo Mini-PCI), donde probablemente se conecten las futuras tarjetas 3G o WiMAX. Hemos procedido a desmontar el teclado, e incluso el equipo por completo, y no hemos localizado ningún banco SO-DIMM dónde pinchar una eventual ampliación de memoria. Lo que sí hemos constatado es que los chips de memoria RAM integrados se encuentran directamente soldados a la placa base. En la foto inferior podéis ver dos detalles interesantes: por una parte la citada bahía para una tarjeta PCI Express Mini Card, y por otra, la ranura ubicada justo debajo y tapada por la batería, en la que se podrá insertar en los futuros modelos con conectividad 3G, la tarjeta SIM de nuestro operador.

 

 

 

Linux Linpus Lite, una solución muy eficiente

 

Como ya os adelantábamos al comienzo del artículo, uno de los grandes esfuerzos de Acer ha sido adaptar una distribución Linux a las características de este equipo (prestaciones y capacidad limitadas) y por otro, a las necesidades más habituales que cualquier usuario podría tener a la hora de contar con un dispositivo de acceso a Internet como este. Para ello, en vez de partir de cero trabajando sobre alguna de las muchas distribuciones disponibles, optaron por Linpus Lite, uno de los muchos productos de la compañía Linpus, específicamente pensado para equipos como el que nos ocupa, y que hoy por hoy es líder en integrar este tipo de soluciones entre los fabricantes asiáticos. En el caso de Acer se ha ido un poco más allá, al personalizar la interfaz de entrada al máximo, e incluso los diferentes programas que componen la solución. Todos ellos son viejas conocidos para los usuarios conocedores de Linux o versiones de programas para Windows: Firefox, Skype, Messenger, Konqueror, Openoffice, etc. Y como interfaz gráfica, una versión adaptada para la ocasión de Gnome.

 

Insistimos en todo momento en lo de «adaptada» porque el Linux que vamos a encontrar en el Aspire one realmente está limitado y bloqueado para hacer una serie de tareas muy específicas. La única concesión es una línea de comandos del terminal que, para los usuarios más avanzados, quizá sirva para realizar algunas tareas que vayan un poco más allá. Para el resto, no tendremos a nuestra disposición del clásico menú de inicio de cualquier entorno gráfico. Sólo el escritorio desde el que arrancar y gestionar todas las aplicaciones integradas en esta máquina por defecto. Esto es una evidentemente limitación (muchos se quejarán de su falta de flexibilidad), pero también una ventaja enorme para el usuario no experto. El mismo que, por 299 euros, comprará esta máquina para lo que es: navegar por la Red, ver su correo, comunicarse por mensajería instantánea, abrir algún documento o hacer alguna de las tareas extras que ya hemos comentado. Para esos usuarios avanzados o expertos que buscan algo más quedan dos soluciones: o formatear este equipo y pasar a instalarle una versión de Linux o Windows bajo su responsabilidad, o esperar un par de meses a la versión con Windows XP, que básicamente permitirá realizar lo mismo que cualquier otro PC con dicho sistema.

 

Respecto a los tiempos de arranque y apagado, hay que indicar que se han optimizado al máximo, logrando un apagado en condiciones normales (sin aplicaciones cargadas, o ninguna «colgada») de sólo 5-10 segudos, mientras que el arranque desde parado (con el equipo desconectado por completo) supone sólo unos 15-20 segundos, según nuestras pruebas.

 

Dicho esto, vamos a repasar pantalla a pantalla todas las posibilidades del Linpus Lite integrado en el Aspire one, de manera que podáis comprender muy bien qué es capaz de hacer y con qué facilidad. En todos los casos se trata de capturas de pantalla de la interfaz en inglés, aunque como es lógico los equipos que se vendan a partir de la segunda semana de julio contarán con la interfaz y aplicaciones traducidas al castellano.

 

Interfaz principal

 

Esta pantalla es la primera que veremos al arrancar el Aspire one, con todas las funcionalidades organizadas en cuatro grandes grupos y con las aplicaciones más importantes de cada grupo a la vista y listas para que pinchemos sobre ellas. Justo debajo podréis ver cada uno de los grupos y las aplicaciones que integran, un listado que aparece tras pinchar en las flechas de la derecha. También podemos personalizar las tres aplicaciones que veremos en la pantalla principal, con sólo arrastrar su icono a la zona sombreada de cada apartado. En la parte superior derecha tenemos una caja para realizar búsquedas directas en Google, mientras que en la parte inferior encontramos el apartado de configuración, ayuda, información del estado de la batería, conexión WiFi, sonido, hora y botón de apagado/reinicio. Dado que los tiempos de apagado/encendido son tan cortos, ni se plantea la necesidad de suspender o hibernar el equipo.

 

 

Aplicaciones para Internet

 

A continuación veremos algunas de las aplicaciones para conexión a Internet y comunicación en la Red. De entrada, Firefox permite visualizar buena parte de las Webs actuales sin problema alguno con la resolución de 1.024 x 600 puntos del equipo; sirva como ejemplo nuestro MuyComputer o el extendido Google Maps, para el que también contamos con un acceso directo en la interfaz principal. Más abajo tenemos Messenger, con el que podremos configurar cuentas de mensajería instantánea de Yahoo!, MSN, GoogleTalk o AOL entre otros, de forma que podremos tener varias cuentas configuradas y funcionando simultáneamente. Por supuesto, también soporta videoconferencia. El mismo principio se aplica al cliente de correo/calendario/contactos/lector de RSS, pues permite configurar tantas cuentas de diferentes proveedores como necesitemos, distinguiendo los mensajes de unas y otras gracias a un práctico icono que se sitúa junto a cada mensaje. La configuración es tan simple que, con cuentas de Gmail, Hotmal, Yahoo o AOL, basta introducir la dirección y la contraseña para que el cliente se encargue automáticamente de todo.

 

 

Aplicaciones ofimáticas

 

En este apartado no vamos a perder mucho tiempo, pues encontramos las aplicaciones para proceso de textos, hoja de cálculo y presentaciones de OpenOffice en sus últimas versiones. A esto se añade una práctica utilidad de notas, para apuntar y guardar datos de consulta rápida.

 

 

Ocio y diversión

 

El siguiente apartado es que recopila las aplicaciones para la reproducción de música / vídeo, así como la visualización y retoque (muy básico) de imágenes. Para esta última tarea se ha recurrido a Paint, un clon de la conocida aplicación incluida en Windows desde hace muchos años. Como es lógico, las posibilidades en este aspecto son muy limitadas. Sobre la reproducción de audio, encontramos soporte para MP3, archivos de RealPlayer, WMA, ACC y otros tantos. Por su parte, con el reproductor de vídeo podemos ver sin problemas archivos MPEG-1/2 o WMV, pero en nuestras pruebas fue imposible reproducir los DivX y XviD más modernos. Aun así, imaginamos que una actualización software resolverá este importante problema en breve. Por útimo, también podremos ver la utlidad para la webcam que nos permite capturar instanténeas en tiempo real de la cámara, así como uno de los juegos integrados en el equipo.

 

 

Archivos, batería y ajustes

 

Terminaremos este repaso por la interfaz del Linpus Lite del Aspire one con algunas capturas realmente interesantes. La primera hace referencia a la información de la batería, que incluso nos indica la velocidad a la que funciona el procesador en cada momento (800 o 1.600 MHz). En la segunda, podemos observar el aviso que se muestra tras insertar una tarjeta SD para ampliar la unidad de disco principal, en el caso de la imagen, con 2 Gbytes extras. En la tercera se muestra la utilidad que permite, en caso de querer instalar una tarjeta SD de ampliación más grande, volcar todo el contenido de la antigua en la nueva, para acto seguido ampliar la memoria de almacenamiento principal. Por último podéis ver el equivalente al Panel de control de Windows, desde el que podremos gestionar WiFi, ajustes de energía e incluso impresoras instaladas. Eso sí, no hemos encontrado la forma de ajustar una contraseña de arranque a nivel del sistema operativo a pesar de la presencia de un apartado para ajustar la contraseña del usuario administrador (que se usa para el login automático). Si queremos esta clase de seguridad, muy recomendable para una máquina que irá con nosotros a todas partes, será necesario hacerlo directamente desde la BIOS (pulsando F2 justo al arrancar).

 

 

Rendimiento y disipación de calor

 

Llegados a este punto, sólo nos queda analizar el nivel de prestaciones y usabilidad de la máquina. Debido a que funciona con Linux y sus limitaciones a la hora de ejecutar tareas ajenas a las preinstaladas, no nos ha sido posible ejecutar alguno de nuestros habituales benchmarks diseñados para Windows. Aun así, os podemos adelantar que la carga y ejecución de las aplicaciones ha sido realmente fluido, incluso en el caso de algunas aplicaciones más pesadas, como las de OpenOffice. Lo que sí hemos notado es una cierta lentitud a la hora de reproducir vídeos de alta calidad donde, si bien no se detenía la reproducción, se generaban algunos saltos. Este problema puede ser debido a la limitada RAM, la potencia del procesador o, más probablemente, a la velocidad de transferencia obtenido desde la memoria Flash USB donde se almacenaba el fichero de vídeo. Habrá que ver hasta qué punto mejora el rendimiento en la versión con Windows XP, 1 Gbyte de RAM y disco rígido. Lo que sí nos ha sorprendido es que, trasteando con todas las funcionalidades del Aspire one, hemos «logrado» colgar la máquina en dos ocasiones, aunque no de forma total. Aun así, la solución era tan fácil como pulsar el botón de encedido. En todo caso conociendo a Linux, lo achacamos más bien al «efecto demo» de este sample no comercial, que a un fallo real del producto que finalmente llegue a las tiendas.

 

Respecto a la disipación de temperatura, hemos mantenido la máquina trabajando por espacio de dos horas ejecutando diversas tareas y navegando por Internet, tras lo que hemos tomado las pertinentes temperaturas con nuestro termómetro láser. A continuación podéis ver los valores que, aunque en ciertas zonas son realmente reducidos, en las zonas donde se aloja el procesador nos han parecido ligeramente elevados para lo que esperábamos de Atom:

 

 

Conclusiones finales

 

Tras todo lo anterior, tenemos claro que el Aspire one de Acer es un gran equipo, pero sin duda es para lo que es, y la compañía no lo oculta. No han concebido este subnotebook como un ultraportátil con el que hacer la competencia a productos tan exclusivos como los VAIO TZ o el R500 de Toshiba. No, esta máquina está concebida para un uso muy concreto: actúar como extensión de nuestro equipo de sobremesa o portátil de uso habitual, para mantenernos conectados a Internet con nuestras aplicaciones más habituales, y con la posibilidad de realizar pequeñas tareas que con un móvil o smartphone, incluso avanzado, serían imposibles o muy complicadas. Y por supuesto, todo ello a un precio imbatible, que ofrece una de las mejores relaciones calidad/precio que hemos visto en los últimos tiempos.

 

 

Aun así, tenemos algunas pegas que, aunque no son importantes, sí han de tenerse en cuenta. La primera es la ausencia de conectividad 3G y lo peor, la imposibilidad de añadirla nosotros aunque sea vía módem o teléfono 3G. Probablemente algún «lumbreras» encuentre la manera de meterle mano al Linpus Lite integrado en breve espacio de tiempo, lanzando el clásico práctico para poner en funcionamiento este equipo con un móvil 3G, sin embargo, es algo que queda fuera del alcance del usuario normal y oficialmente no es posible. De hecho, habría bastando integrar conectividad Bluetooth (la otra gran ausente), para resolver este problema con cierta facilidad. Es cierto que ya se han prometido versiones con 3G integrado para después del verano, pero habrá que ver qué precios y qué condiciones (quizá lo lance algún operador con subvención incluida, nunca se sabe…). Mientras tanto, tendremos que rezar para encontrar una red WiFi allí donde vayamos.

 

La segunda pega se refiere al alimentador. Si bien el transformador es increíblemente pequeño (como una tercera parte que el de uno convencional), no se entiende cómo se ha integrado un cable de corriente de varios metros de largo dotado de un enorme conector. Entendemos que es una cuestión de estadarización y reducción de costes (emplear cableados lo más estándar posible reduce precios de fabricación y distribución por países). Sin embargo, es una lástima que el cable del transformador ocupe dentro de nuestro maletín más del doble del espacio que requiere el popio transformador. Este tipo de detalles hacen echar de menos los compactos y estudiados transformadores de Apple.

 

 

 

Por último nos gustaría hacer un comentario sobre el software, discutible, pero que creemos importante. La versión Linux integrada es realmente elogiable por su facilidad y sencillez. y es que para cierto tipo de usuarios será todo lo que necesiten para hacer lo que realmente precisan en desplazamientos cortos o viajes rápidos. Sin embargo, la decisión de limitar Linux hasta el extremo del que hemos probado supone que, si bien la posiiblidades de que el usuario dañe el sistema son mínimas por un mal uso, también son mínimas las posibilidades de mejorar o ampliar las aplicaciones y funcionalidades del equipo, algo llamativo en el mundo Linux donde el software disponible es inmenso y gratuito. En este sentido, quizá sería interesante por parte de Acer contar con un repositorio de aplicaciones preparadas o diseñadas para el Aspire one, cuya instalación fuera tan sencilla como la que ofrecen las interfaces de Ubuntu u otras distribuciones, de manera que el usuario no se sintiera tan limitado en este sentido. La solución para este problema será la futura versión con XP que sin embargo perderá algo de encanto: más RAM y disco duro suponen más consumo. Ello supone una batería más grande y mayor peso (1,26 kilos).

 

A pesar de todo ello, estamos convencidos de que el Aspire one será un importante competidor para Asus, MSI o HP en su carrera por copar el mercado de los subnotebook o ULCPC. Desde luego, tienen un producto de excelente calidad, con un precio competitivo, y el respaldo de una marca que ya cuenta con una importante cuota de mercado, y se encuentra perfectamente implantada en España y Europa. ¿Será el próximo gran éxito de ventas de Acer? El tiempo lo dirá, pero de momento, su objetivo para este año es vender nada menos que ¡7 millones de unidades en todo el mundo!

 

 

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