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Información segura en los JJOO

La seguridad de los datos de nuestros ordenadores y dispositivos móviles siempre hay que cuidarla, pero si nos encontramos en un evento como las olimpiadas en un país como China estas precauciones tienen que extremarse aún más. Se aconseja pues a periodistas, atletas y visitantes que cifren sus datos con programas criptográficos para evitar el robo de datos o el control de la policía china sobre los mismos.

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La seguridad de los datos de nuestros ordenadores y dispositivos móviles siempre hay que cuidarla, pero si nos encontramos en un evento como las olimpiadas en un país como China estas precauciones tienen que extremarse aún más. Se aconseja pues a periodistas, atletas y visitantes que cifren sus datos con programas criptográficos para evitar el robo de datos o el control de la policía china sobre los mismos.

 

Durante los juegos olímpicos se da por hecho que las instituciones del gobierno chino van a ejercer un control sobre las comunicaciones y los datos de los que acuden al evento. Por ello, «las personas que vengan a China deben traer su ordenador limpio sin ninguna información«, advierte Phil Dunkelberger, presidente ejecutivo de la firma de software de seguridad PGP. Se trata de no poner en peligro información sensible simplemente no trayéndola con nosotros en el ordenador o dispositivo móvil o protegiéndola mediante programas criptográficos (como el propio PGP).

Estas medidas de seguridad, según Dunkelberger, son necesarias para evitar las investigaciones del gobierno chino. Los agentes de seguridad gubernamentales llevan meses infiltrándose en páginas tibetanas para inteceptar sus comunicaciones digitales.

Lógicamente, el gobierno chino puede intentar introducirse en cualquier otro equipo que considere sospechoso. La información de un ordenador si los datos no están encriptados puede llegar a manos de terceros o de las propias instituciones chinas.

 

De hecho, todos los equipos instalados en la Villa Olímpica y hoteles donde se hospedan atletas, familiares y periodistas, tal y como explica Dunkelberger, «están sometidos a una masiva e inteligente revisión  por parte del grupo de seguridad chino«.

 

 

 

 

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