Conecta con nosotros

Noticias

Mac OS X 10.6 cambia a 64 bits

El nuevo sistema operativo de Apple, aún en desarrollo, ofrecerá dos cambios muy importantes de forma nativa. Por un lado, estará sólo disponible para la plataforma Mac basada en Intel. Por otro, habrá cambio total a los 64 bits. La transición ha sido gradual desde que apareciese Mac OS X 10.4 Tiger, pero los ocho octetos serán absolutos protagonistas en Snow Leopard, que probablemente aparezca a principios de 2009.

Publicado

el

El nuevo sistema operativo de Apple, aún en desarrollo, ofrecerá dos cambios muy importantes de forma nativa. Por un lado, estará sólo disponible para la plataforma Mac basada en Intel. Por otro, habrá cambio total a los 64 bits. La transición ha sido gradual desde que apareciese Mac OS X 10.4 Tiger, pero los ocho octetos serán absolutos protagonistas en Snow Leopard, que probablemente aparezca a principios de 2009.

 

El magnífico artículo de Apple Insider analiza la historia reciente de los sistemas operativos de Apple, centrándose en un único apartado: la marcha «triunfal» de Tiger y Leopard hacia Snow Leopard, que será la primera de las ediciones del sistema operativo Mac OS X que podrá presumir de tener un corazón «puro» en 64 bits.

 

Las arquitecturas de 64 bits ofrecen una ventaja fundamental: ampliar el espacio de memoria direccionable. De hecho, con este tipo de sistemas operativos tendremos cubierto ese apartado hasta dentro de mucho tiempo: las direcciones de 64 bits permiten alcanzar configuraciones de memoria que ahora mismo son totalmente imposibles de implementar de forma práctica. Sin embargo, resolverán el problema que está comenzando a surgir con configuraciones de 4 Gbytes y superiores, que los sistemas operativos de 32 bits no pueden direccionar salvo mediante la utilización de ciertas técnicas «traviesas».

 

Intel añadió soporte para la llamada Physical Address Extension en sus chips x86 de 32 bits, lo que ofrecía a los desarrolladores la posibilidad de acceder a un espacio de direcciones de 36 bits, o lo que es lo mismo: pasar de los 4 GB direccionables de forma convencional a poder direccionar 64 GB de memoria. En este tipo de sistemas el máximo que puede utilizar cada aplicación es de 4 Gbytes, pero es una forma útil de resolver el problema… temporalmente.

 

 

Sin embargo, los sistemas operativos de 64 bits lo resuelven de forma completa, y Mac OS X ha ido evolucionando en este sistema. Tiger (Mac OS X 10.4) ofrecía una versión de 64 bits de su librería libsystem, que se encarga de gestionar la mayoría de las APIs de Unix. Sin embargo, la aplicación real de esta librería era muy limitada, aunque el propósito de Apple era el de que los usuarios pudieran migrar fácilmente a hardware de 64 bits.

 

 

A partir de ahí Leopard ofreció un soporte más importante tanto a las aplicaciones Carbon como a las Cocoa. Los «binarios universales» permitían que la aplicación se ejecutase sin importar la plataforma (PowerPC, Intel), pero la implementación del modo de 64 bits en Cabon era incompleto, pero el nuevo sistema operativo es capaz de ejecutar aplicaciones tanto de 32 como de 64 bits aprovechándose del kernel de 32 bits.

 

 

En Snow Leopard todo será distinto: tanto el kernel como los kext y los controladores de dispositivo tendrán que ser programados en 64 bits, y eso hará que los desarrolladores tengan que crear aplicaciones y drivers específicos para Mac OS X 10.6. El salto es importante, y de hecho lo mismo sucede con las ediciones de Windows de 64 bits, que necesitan drivers específicos para funcionar correctamente. El éxito de las ediciones de 64 bits ha sido muy limitado, pero probablemente en Mac OS X la aceptación sea mayor, sobre todo porque pronto veremos versiones específicas de ciertas aplicaciones (como la Creative Suite de Adobe) en 64 bits. Será entonces cuando podamos disfrutar de Mac OS X de 64 bits en toda su extensión.

 

Lo más leído