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Análisis

Monitor Acer Ferrari F 22

Una pantalla ostentosa y elegante pero sobre todo buena de Acer firmada por Ferrari, fruto del acuerdo que mantienen ambas compañías para el desarrollo de productos exclusivos. Y es que la pegada de la marca del cavallino es tremenda. Diseño, resolución y tiempo de respuesta de lujo en formato panorámico de 22 pulgadas a un precio apto para algunos bolsillos. Date un capricho porque de verdad merece la pena.

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Una pantalla ostentosa y elegante pero sobre todo buena de Acer firmada por Ferrari, fruto del acuerdo que mantienen ambas compañías para el desarrollo de productos exclusivos. Y es que la pegada de la marca del cavallino es tremenda. Diseño, resolución y tiempo de respuesta de lujo en formato panorámico de 22 pulgadas a un precio apto para algunos bolsillos. Date un capricho.

 

La gama Ferrari de Acer es bien conocida por los portátiles de alta gama de este fabricante taiwanés. Por nuestro laboratorio han pasado algunos modelos como el   Acer Ferrari 1100, que han dado muestra de la calidad que esconden bajo un diseño despampanante. El éxito de esta estrategia, la de asociar productos de calidad constrastada con la imagen del constructor italiano más famoso en el mundo de la Fórmula 1, se ha trasladado al terreno de los monitores, un segmento de gran potencial donde Acer necesita golpes de efecto para quitar cuota a los gigantes coreanos. Y a diferencia de los portátiles, donde algunos usuarios consideran los diseños bastante estridentes, en el caso de este monitor podemos asegurar (y las fotos así lo atestiguan) que tiene mucha clase.

 

 

Ferrari es uno de los reyes del merchandising: juguetes, colonias, ropa, teléfonos, ordenadores y ahora monitores en un fenómeno no muy usual en el terreno informático pero sí en el de la electrónica de consumo. Aunque algunos fabricantes como Kyocera y su alianza con Porsche empiezan a emular esta estrategia.

 

El Acer Ferrari F 22 es puro diseño. De formato panorámico, apuesta por el negro brillante de la carcasa donde se incrustra el cavallino característico de la escudería italiana en negro con fondo amarillo. Sólo se encuentran, al lado derecho inferior, la botonería de control y el mando de encendido. Los botones, sensibles al tacto, como si de una pantalla táctil se tratara, se distinguen por el color azul eléctrico tan de moda en productos tecnologicos. Ergonomía total. Sólo le falta a este monitor la posibilidad de ver en directo la Fórmula 1, pero carece de decodificador TDT y aunque siempre se puede suplir con un pincho USB no podremos usarlo de manera independiente.

 

 

 

El botón  de encendido, imita a un velocímetro y es de color rojo sangre, lo que da un toque de distinción a este monitor superestrecho (sólo 170 milímetros de fondo) y poco más de 5 kilos de peso. La peana metálica también es bastante ostentosa pero elegante. Permite una inclinación de entre 5 y 25 grados. El ángulo de visión es de hasta 170 grados, por si quieres trabajar de lado…

 

El botón de encendido concuerda con el resto del diseño.

 

El sistema de control es bastante completo. Destaca la función ACM (Adaptive Contrast Management) que automáticamente ajusta todas las funciones (contraste, brillo, posición de la imagen, frecuencia del reloj del píxel, idioma en español, temperatura del color…) para ofrecer una visión perfecta. Claro que, en función de la luminosidad, aconsejamos reajustar la intensidad del brillo y del contraste.

 

 

Además de escudo, el monitor va firmado por detrás con el logo de Ferrari y el holograma caracterísitico que reafirma que es un producto oficial. Eso sí, a diferencia de otros monitores de alta gama, no incluye altavoces.

 

Realismo en colores

 

El monitor ofrece una salida en pantalla brillante que se puede personalizar según gustos. Implementa la tecnología CrystalBrite que permite altos ratios de contraste y de nitidez. En nuestras pruebas, se ha comportado muy dignamente en el terreno lúdico (probando juegos de carreras, of course) y en el ofimático. Y es que su formato panorámico posibilita gobernar varias ventanas abiertas sin problemas. El tiempo de respuesta es de primera línea: dos ms. Eso sí, se aconseja una tarjeta gráfica de última generación para aprovechar al máximo este monitor.

 

El logo de Ferrari demuestra claramente que es un producto oficial.

 

La resolución máxima (y aconsejada) es de 1.680 x 1.050 puntos y no ofrece ningún tipo de vibración. Como ya hemos dicho, el formato es panorámico y muestra 16,7 millones de colores. Acer comercializa otra versión, más pequeña y económica, de 20 pulgadas

 

Abundancia de conectores

 

Para conectarse al PC cuenta con numerosas alternativas, como es obligación en los monitores de alta gama. Así podemos enchufarlo a través del típico VGA (Analogico D-sub)  o si queremos mayor calidad usando puertos DVI o HDMI. Los conectores se esconden en la parte trasera y no son visibles.

 

 

 

Ecología ante todo

 

El Acer Ferrari F-22 destaca por el bajo consumo de energía para un monitor de estas caracterísiticas: 36 vatios a pleno rendimiento. En modo standby el consumo baja a los 2 vatios. Y por supuesto cumple todo tipo de certificaciones en este área. La fuente de alimentación (de 100-240 VAC) está integrada en el propio monitor, lo que se agradece mucho. Por poner una pega, el cable de corriente es muy corto: 1,5 metros.

 

Un capricho de 300 euros

 

Nunca tendrás tan cerca un producto con el sello Ferrari. Por muy poquito más de lo que puede costar un monitor convencional (por debajo de los 300 euros IVA incluido lo hemos visto en Internet) el Acer Ferrari F-22 se configura como una alternativa de calidad para aquellos que necesiten un monitor grande y panorámico y encima valoren el diseño. Además, cuenta con una garantía de 24 meses, algo muy de agradecer en una compra de valor.

 

 

 

 

 

 

 

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