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Análisis

openSUSE 11.2

Una de las distribuciones más reputadas del mercado Linux llega con una apuesta renovada por el entorno de escritorio KDE -sin descuidar a los amantes de GNOME- y con una atención especial a las redes sociales. No obstante, hay sorpresas muy interesantes en openSUSE 11.2. El soporte del sistema de ficheros Btrfs, la opción de instalar una versión preliminar -y muy bien cuidada- de GNOME 3.0 o la posibilidad de administrar YaST a través del navegador y la interfaz web son algunas de ellas.

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Una de las distribuciones más reputadas del mercado Linux llega con una apuesta renovada por el entorno de escritorio KDE -sin descuidar a los amantes de GNOME- y con una atención especial a las redes sociales. No obstante, hay sorpresas muy interesantes en openSUSE 11.2. El soporte del sistema de ficheros Btrfs, la opción de instalar una versión preliminar -y muy bien cuidada- de GNOME 3.0 o la posibilidad de administrar YaST a través del navegador y la interfaz web son algunas de ellas.

Tras los pasados análisis de Ubuntu 9.10 Karmic Koala y de Mandriva Linux 2010, pasamos a hablar de la tercera gran distribución aparecida en esta "hornada otoñal" de soluciones Linux.

En openSUSE 11.2, que se lanzó el pasado 12 de noviembre, nos encontramos con una nueva edición de esta popular distro en la cual ha habido cambios de filosofía importantes. Entre ellos destaca la utilización de ext4 como sistema de ficheros por defecto al instalar el sistema, algo que otras distribuciones llevaban haciendo durante el último año y que también ha llegado a openSUSE 11.2.

Podemos encontrar openSUSE 11.2 tanto en forma de DVDs para sistemas de 32 y 64 bits como en forma de dos LiveCDs que también son CDs de instalación y que se basan o bien en KDE o bien en GNOME, y que también están disponibles tanto en plataformas de 32 bits como en las de 64 bits..

Uno de los puntos interesantes de estas dos últimas opciones es el hecho de que los desarrolladores de openSUSE han ideado un método para convertir estas imágenes en imágenes híbridas, que pueden instalarse en llaves de memoria USB -o discos duros externos- para luego instalar la distribución de esde ese medio.

Detalles de la instalación

En esencia el proceso de instalación de openSUSE 11.2 no ha cambiado en absoluto, pero nos encontramos con un asistente que ha cambiado de aspecto para ofrecer una interfaz en tonos verdes y grises oscuros que en cierta medida lo hacen más elegante.

Y aunque esa instalación sigue la línea habitual de pasadas ediciones de openSUSE, también hay novedades durante el proceso. La primera de ellas llega en el paso que nos permite elegir el entorno de escritorio que utilizaremos en nuestro sistema. Mientras que en anteriores versiones GNOME era la opción por defecto, ahora KDE es el protagonista y la casilla de este entorno está activada por defecto, aunque es posible escoger otras opciones.

De hecho, GNOME sigue muy presente en el proceso y podremos activar esa casilla en lugar de la de KDE si así lo deseamos. Si activamos la tercera casilla, "Other", aparecerán dos opciones más, XFCE -también muy respetado y popular, aunque mucho menos que estas dos grandes opciones- y un modo texto que es utilizado para escenarios en los que la interfaz gráfica no es necesaria, por ejemplo en cierto tipo de servidores.

Esa decisión de utilizar KDE por defecto ha sido muy debatida en los últimos meses, pero desde luego como veremos más adelante tiene sentido, y confirma las sensaciones de un gran número de usuarios, que en una encuesta reciente -disponible en PDF aquí- parecen preferir a KDE por encima de GNOME en cuestión de entornos de escritorio. Eso sí, Linus Torvalds probablemente no estaría muy de acuerdo.

El siguiente cambio destacado llega a la hora de realizar las particiones del disco duro. Por defecto openSUSE hará uso del sistema de ficheros ext4, que ya casi es un viejo conocido entre los usuarios puesto que muchas distribuciones llevan apostando por ese sistema algún tiempo. Otra opción interesante: cifrar por completo el contenido de la partición de instalación para protegerla ante posibles robos o extravíos.

Pero es que además de ese soporte por defecto tendremos la opción de utilizar el novísimo sistema de ficheros Btrfs en nuestras particiones, aunque al tratar de hacerlo aparecerá una contradictoria advertencia en la que se indica que el soporte es experimental, y no oficial, y que los usuarios no deben mandar problemas referidos a este sistema de ficheros si los encuentran. O lo que es lo mismo, en openSUSE ofrecen dicha opción, pero se lavan las manos.

Una vez establecidos esos parámetros comenzará el proceso de instalación real, y si hemos confirmado las opciones por defecto de instalación -openSUSE presenta el tradicional resumen sobre el cual podremos modificar por ejemplo la elección de los paquetes a instalar- comenzará el formateo de las particiones en las que instalaremos dicha distribución.

El proceso apenas dura 20 minutos, tras lo cual nos encontraremos con el tradicional menú de arranque presentado por GRUB -aquí parece que puede haber problemas reportados por algunos usuarios que pierden las entradas de menú correspondientes a otras distros Linux anteriormente instaladas, aunque no ha sido nuestro caso-, que dará acceso al sistema que ocupa de serie unos 2,5 Gbytes de nuestra partición.

¿El mejor KDE que hemos visto?

Si por algo destaca normalmente openSUSE es por el minucioso trabajo que realizan a la hora de hacer que todo esté en su sitio y que la apariencia visual de la interfaz sea uniforme. La elección de KDE 4.3.1 -es posible actualizar a las nuevas versiones a través de YaST- como entorno de escritorio se ha realizado de forma premeditada, porque la integración de todos los componentes es probablemente la mejor de cuantas hemos visto en las distros que se basan en KDE como entorno de escritorio.

De hecho, aplicaciones como Firefox 3.5.4 u OpenOffice.org 3.1.1 se integran de forma perfecta en KDE y todos los componentes visuales -botones, menús, marcos y ventanas- heredan todas las prestaciones del tema visual por defecto de KDE, que además destaca por la curiosa tipografía que se utiliza para los títulos de la ventana.

El caso de Firefox es especial, porque en openSUSE este es el navegador por defecto de la distribución, y no el famoso Konqueror, que a pesar de sus buenas intenciones no puede competir con la avalancha de ventajas del popular desarrollo de Mozilla. Aunque el navegador usa la API para temas basada en GTK+ para su interfaz visual, las ventanas de diálogo de ficheros se basan en KDE, y de hecho no nos daremos cuenta de que Firefox es una aplicación que tenía una gran integración clásica con GNOME y no tanto con KDE.

Konqueror, no obstante, no desaparece en absoluto: sigue muy presente en el sistema, y de hecho es posible volver a configurarlo para que se convierta en el navegador web por defecto del sistema. Desde esas mismas opciones de configuración también podemos activar las búsquedas de escritorio con esa nueva tecnología de motor semántico que proporcionan Strigi y Nepomuk y que por defecto están desactivados.

En las pruebas de algunos usuarios se ha comprobado que la activación de Strigi lleva a la generación de un índice de tamaño realmente inmenso, lo que adecúa el uso de esta tecnología solo para aquellos que tengan suficiente espacio en disco. La combinación de Strigi y Nepomuk promete, como ya vimos en el análisis de Mandriva 2010, pero por el momento sus aplicaciones prácticas y su puesta en marcha son algo incómodas, aunque es un excelente punto de partida para poder comenzar a conocer este tipo de sistemas.

El resto de componentes de KDE 4 demuestran sus virtudes también en esta puesta en escena: los plasmoides siguen siendo una excelente opción para aquellos que quiean "maquear" sus escritorios, y aplicaciones como Amarok o Digikam en sus últimas versiones siguen siendo excelentes opciones para gestionar contenidos multimedia, algo de lo que también hablamos más adelante.

No para ahí la cosa, porque el avance de Marble -una especie de Google Earth con filosofía Open Source- y su combinación con el proyecto OpenStreetMap nos hacen esperar grandes cosas de este proyecto, y que es solo un ejemplo de lo que nos podemos encontrar en openSUSE 11.2 y KDE.

El menú de inicio tradicional de KDE 4 desarrollado por openSUSE, el llamado Kickoff, sigue también presente en esta versión, y lo cierto es que aunque al principio costaba acostumbrarse a su filosofía una vez nos acostumbramos es evidente que ese paradigma tiene ventajas frente al modelo tradicional. Los usuarios pueden volver al menú anterior, pero la integración con el escritorio es tan buena que hasta a los acostumbrados a los menús tradicionales les costará dar ese paso.

Todos estos componentes, sumados a la estabilidad que KDE 4.3.1 ha demostrado en openSUSE 11.2 hacen que en nuestra opinión esta sea la distribución que por el momento esté más pulida a la hora de utilizar KDE 4. Si eres fan de KDE 4, deberías echarle un vistazo a openSUSE 11.2 si no lo has hecho aún.

GNOME 3.0 a la vista

Como comentábamos anteriormente, en openSUSE 11.2 se ha "desplazado" en cierta medida a GNOME como entorno de escritorio, pero eso no significa que los desarrolladores de esta distribución se hayan olvidado de estos usuarios. Yo mismo sigo prefiriendo este entorno a KDE, y no puedo quejarme en absoluto de la integración que GNOME 2.28 tiene en openSUSE. En esta edición, y debido al largo ciclo de desarrollo de openSUSE (11 meses), se ha pasado de GNOME 2.24 en openSUSE 11.1 a GNOME 2.28, saltando directamente la versión 2.26.

Eso sí, con una pequeña excepción: el panel con la barra de tareas y el menú de inicio están en la parte inferior, algo que distrae cuando uno está acostumbrado al posicionamiento de Ubuntu, que sitúa dos paneles (uno arriba, otro abajo) para dividir la presentación de los menús (arriba) y las tareas (abajo). Aún así, la puesta en marcha de GNOME en openSUSE 11.2 vuelve a ser impecable, y llega con algunas sorpresas con un tinte "rebelde". A cambio tiene alguna curiosidad: por ejemplo, que la tecla Windows hace que se lance el menú de inicio, como ocurriría en los sistemas Windows, curioso.

La más evidente es la de la utilización de Pidgin como cliente de mensajería instantánea en detrimento de Empathy. Aunque los desarrolladores de GNOME están tratando de impulsar el uso de Empathy y la tecnología de Telepathy para todas las tareas relacionadas con la mensajería, en openSUSE creen que Empathy aún no está todo lo pulido que debería.

Uno de los responsables del openSUSE Booster Team y miembro de la GNOME Foundation Board indicó que Empathy probablemente formará parte integral de openSUSE 11.3, pero que debido a problemas con algunos protocolos y proxies han preferido mantener a Pidgin como el cliente por defecto para esta versión, algo que seguro que alegrará a muchos fieles seguidores de Pidgin. Por supuesto, Empathy está disponible en los repositorios para aquellos que quieran instalarlo.

Nuestos compañeros de MuyLinux ya explicaron algunas de las principales mejoras de GNOME 2.28, y probablemente una de las más populares sea la facilidad de compartir ficheros y carpetas directamente desde Nautilus. Esa compartición, eso sí, necesitará que habilitemos la Compartición de Directorios desde el apartado del Servidor Samba que encontraremos en YaST, pero con ese pequeño cambio -que quizás deberían haber habilitado de serie- dicha capacidad estará disponible de serie.

El tema visual de esta edición de GNOME en openSUSE, el llamado Sonar, es algo más oscuro -coincidiendo con la gama de colores utilizada en la distro-, y lo cierto es que su aspecto es excelente a nivel visual. Todas las ventajas de GNOME 2.28 están igual de bien integradas en openSUSE 11.2 que las de KDE 4.3.1, pero es que además tenemos una agradable sorpresa.

Se trata de la posibilidad de instalar una de las versiones preliminares de GNOME Shell, el ya conocido componente que será la base de la interfaz visual de GNOME 3.0, un proyecto que se ha retrasado hasta septiembre de 2010 pero que promete un cambio radical en el escritorio Linux.

La instalación del paquete (en concreto, gnome-shell-2.28.0-22.1.i586.rpm para distros de 32 bits, y gnome-shell-2.28.0-22.1.x86_64.rpm para las de 64) proporciona lo necesario para poder reemplazar el gestor de ventanas del entorno de escritorio de GNOME , metacity, por este nuevo entorno.

Bastará con instalar el paquete y luego ejecutar el comando "gnome-shell –replace" para acceder a esta versión previa con la que podremos experimentar lo que llegará con GNOME 3.0.

Al hacerlo nos encontraremos de nuevo con un entorno que está realmente bien integrado -de nuevo, todo un ejemplo para otras distros- a pesar de su estado aún preliminar, y que nos permite acceder al paradigma propuesto por GNOME Shell, que toma ciertas ideas de Mac OS X y de su Exposé y que dispone del menú Actividades para centralizar todas las operaciones con aplicaciones y documentos.

Aunque por el momento sus prestaciones son algo más limitadas que las de los escritorios tradicionales, os recomendamos echarle un vistazo, porque la cosa promete, y mucho.

Aplicaciones (y códecs) para todos

Como ocurría con la anterior edición, en openSUSE 11.2 encontramos que el DVD de instalación incluye todo tipo de componentes Open Source, pero si queremos acceder a soluciones propietarias tendremos que hacer uso de los repos Non-OSS. Estos repositorios y otros célebres -como el indispensable Packman– llegan configurados de serie para que el usuario, una vez instalada la distro por primera vez, tenga todo el catálogo de paquetes disponible.

Así pues, podremos solucionar rápidamente las carencias de una distribución que para evitar problemas legales -como en otros muchos casos- evita la inclusión de códecs de audio y vídeo, y que tampoco incluye de serie controladores propietarios para gráficas de NVIDIA y ATI. Aquí tanto los repositorios como el sistema 1-Click Install de openSUSE -del que hablaremos en detalle- son claves, y dan todas las facilidades para acceder a todos los componentes necesarios para poder trabajar desde cero con cualquier tipo de contenido.

El ejemplo de los códecs es clásico, y como decíamos en repositorios como Packman encontraremos los paquetes que permitirán reproducir todo tipo de formatos de audio y vídeo. Gracias a 1-Click Install este soporte se automatiza con la ejecución de los paquetes YMP, que no son más que scripts que le indican a YaST de dónde obtener cada paquete para su instalación.

Así, si usáis KDE deberéis descargar y ejecutar este paquete, si usáis GNOME deberéis descargar y ejecutar este paquete, y para reproducir DVDs deberéis descargar y ejecutar este otro paquete. Eso dará acceso no sólo a los códecs, sino a Flash, Java, Amarok para KDE/Helix-Banshee para GNOME, códecs para DivX/XviD, soporte MP3 en K3b, y los célebres Win 32 códecs que también están disponibles en otras distribuciones.

La selección de aplicaciones para openSUSE es la tradicional en este tipo de soluciones, con los citados Firefox y OpenOffice.org como protagonistas. Otro de los destacados es GIMP 2.6.7 e incluso una versión beta de Thunderbird 3.0 que plantea una alternativa muy interesante al tradicional Evolution, que sigue siendo una constante en esta distribución. Mención obligada además para el kernel 2.6.31 utilizado, que también ha sido la elección en otras distros y que añade muchísimas novedades en el terreno de la compatibilidad hardware y de nuevas tecnologías.

A ese paquete de aplicaciones se le suma una nueva hornada de soluciones destinadas a que mejoremos nuestra interacción con redes sociales. La propia nota de prensa oficial destaca un apartado que curiosamente no ha sido tan cuidado en otras soluciones, y del que presumen en openSUSE con cuatro ejemplos de aplicaciones que ayudan a disfrutar/trabajar con redes sociales desde openSUSE 11.2.

Se trata de choqok, gwibber, kopete y los plasmoides sociales, que permitirán acceder a Twitter, Identi.ca, Facebook y a diversas redes de mensajería instantánea. En el documento de openSUSE incluso se nos invita a participar en las comunidades de Twitter, Identica y Facebook que tienen a esta distribución como tema central del debate.

Para gestionar todos estos componentes tenemos dos opciones claras: por un lado el comando zypper, y por otro la herramienta de instalación de software de YaST. En ambos casos se nota una nueva mejora en la velocidad de descarga y aplicación de los parches, pero curiosamente sigue habiendo un retardo inicial en las operaciones porque YaST comprueba los repositorios para descargar las listas de paquetes en cada nueva ejecución, en lugar de hacerlo cuando se lo solicitamos, cuando añadimos/borramos repos o con intervalos prefijados.

Yastie, la mascota del proyecto YaST.

A pesar de ello, y aunque YaST/zypper sea una combinación menos destacable que el irrepetible apt-get de las distribuciones derivadas de Debian, su comportamiento es notable. En esta edición de openSUSE además nos encontramos con un YaST nuevo -con mascota incluida, que salió de un concurso-, implementado con las librerías Qt4, y que además presenta otra novedad interesante: la gestión del sistema a través de una interfaz web.

Esto se logra mediante el componente denominado WebYaST, que permite acceder a la administración remota vía web para poder gestionar sistemas openSUSE 11.2 sin problemas y fácilmente a través de un navegador.

YaST sigue siendo una poderosa ayuda para el control de todos los apartados de la distribución, y en cierta medida recuerda a las utilidades de Mandriva que siguen el mismo objetivo. Ambas distros destacan precisamente en este apartado, que ayuda a usaurios menos familiarizados con los sistemas Linux a controlar visualmente apartados del sistema que de otro modo tendrían más complicado configurar.

1-Click Install, prodigioso

Si hay un componente que sigue sorprendiendonos versión tras versión en openSUSE ese es el responsable del comportamiento del servicio 1-Click Install, que de hecho no forma parte integral de la distribución, sino que en realidad es un tipo de protocolo para poder instalar paquetes desde el navegador web.

El sistema ya se venía utilizando en versiones previas de openSUSE, pero una vez más ha demostrado su versatilidad, que es aún mayor cuando lo conjugamos con el llamado OpenSUSE Build Service (OBS), el conocido sistema que permite "cocinarnos" nuestros propios paquetes a través de un servicio de compilación "en la nube" que ofrece openSUSE.

El servicio funciona de forma impecable -de hecho, está muy relacionado con SUSE Studio, aquel fantático servicio que analizamos hace unas semanas y con el que era posible crear de forma sencillísima una distribución Linux a medida basada en openSUSE/SLED.

En openSUSE 11.2 vuelve a confirmarse la excelente salud de este proyecto, que permite por ejemplo instalar a golpe de clic los controladores propietarios para gráficas de NVIDIA o de ATI, y que como ya hemos visto también es perfecto para instalar los códecs necesarios para la distribución.

La web oficial de openSUSE o la del servicio OBS nos permiten realizar búsquedas para encontrar el paquete que deseamos instalar desde el navegador, y con mucha probabilidad dicho paquete tendrá la opción de ser instalado vía 1-Click Install. El proceso suele ser transparente -aunque en ciertas ocasiones las dependencias pueden dar la lata- y además en esta versión de openSUSE hay una ayuda más.

Se trata de webpin, una pequeña utilidad que prescinde del navegador y permite acceder a todas esas opciones desde un pequeño buscador que precisamente realiza la tarea de búsqueda del paquete para luego dar la opción de instalarlo a través de 1-Click Install de forma inmediata. Con ello logramos acceder a esta opción directamente desde la distro sin navegadores de por medio, y supone una opción interesante para los usuarios que prefieran este método. Sin duda, una fantástica ayuda para acceder a nuevas formas de instalación de software interesante.

Conclusiones

Durante estos días con la versión final de openSUSE 11.2 -y todas las semanas previas con las versiones preliminares que han ido presentándose- nos hemos dado cuenta de que los desarrolladores de la distro han producido la que probablemente sea la mejor edición en la historia de openSUSE.

Su estabilidad, su velocidad, la impresionante integración de KDE y GNOME y el acceso a algunas tecnologías aún en fase preliminar pero muy interesantes confirman a openSUSE 11.2 como una distribución fantástica. Si no la conocéis, más os valdría darle una oportunidad.

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