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De cómo trabajar en Google puede ser la peor experiencia de tu vida

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Trabajar en Google es el sueño de muchísima gente, no en vano la compañía de Mountain View se mantiene como la corporación más atractiva para jóvenes profesionales de todo el mundo. Sin duda, son muchas las razones para querer un puesto en Google. Pero no cualquier puesto.

El caso es que Internet ha revolucionado la vida en el planeta Tierra. Internet es una maravilla en muchos aspectos: información, comunicación, diversión… Lo mejor del ser humano ocupa gran parte de la Red de redes, pero lo peor, lo más abyecto, también tiene su sitio. Y alguien tiene que encargarse de impedir que toda esa porquería le llegue al gran público -además de denunciarla a las autoridades competentes-.

En eso consistía el trabajo que un exempleado de Google ha estado realizando durante el último año, antes de tener que dejarlo e ingresar en terapia: revisar horas y horas de contenido de la peor condición, violencia, mutilaciones, asesinatos y suicidios, necrofilia, fetichismos extremos, pornografía infantil (hasta 15.000 imágenes al día), etc.

Google trajo a alguien de una agencia federal a hablar conmigo, y fue entonces cuando se me ocurrió que necesitaba terapia. Ella me mostró fotos de actividades aparentemente inocuas (como una especie de test de Rorschach modificado) y me preguntó por mi primera reacción visceral. Yo estaba como, «¡Eso es jodido!» Era solo un padre y un hijo.

Así, este exempleado de Google, cuyo nombre no ha trascendido, cumplió su contrato y marchó traumatizado. Y es que trabajar en Google tiene que ser una experiencia increíble, siempre que no te toque hacer lo que hacía el susodicho, que para más inri no estaba contratado a tiempo completo (parece que el gigante de Internet no está por la labor de pagarle los gastos psiquiátricos a nadie durante el resto de su vida por una año de trabajo).

Puedes leer la historia completa en BuzzFeed.

Enfocado en las nuevas tecnologías empresariales y de usuario final. Especializado en Linux y software de código abierto. Dirijo MuyLinux y escribo en MC, MCPRO y MuySeguridad, entre otros.

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