Antec ISK600, análisis

Quienes se atreven a montar su propio equipo saben perfectamente que la caja o chasis escogido no es un aspecto meramente estético. Su construcción y su ventilación acaban repercutiendo en la durabilidad de los componentes que montemos en su interior, y de ella dependen también las conexiones frontales que tan prácticas nos resultan en nuestro día a día.

En el caso de que busquemos crear un Mini PC, deberemos escoger una caja para placas Mini-ITX, como es el caso de esta Antec ISK600, con forma de cubo y con una apariencia sobria y sólida a partes iguales.

En ella destaca su precio contenido (75 euros IVA incluido) y la garantía de tres años con la que se comercializa, y aunque hay modelos más económicos en el mercado, el acabado en aluminio pulido y la robustez de esta Antec ISK600 justifica el desembolso.

El responsable, como es habitual en otras soluciones de este fabricante, es su proceso de fabricación, en el que se utilizan 0,8 milímetros de acero SECC adicional.

Además, dispone de una atractiva franja frontal retroiluminada en azul cuando encendemos el ordenador, que no desentonará con quienes busquen algo discreto y elegante pero quieran también disponer de un toque moderno.

Sus dimensiones son de 195 x 260 x 369 mm y en su interior disponemos de espacio para montar hasta dos tarjetas gráficas de 317,5 milímetros (12,5″) y seis unidades de disco en total (tres de 3,5″, otras dos de 2,5″ y una para lectores ópticos slim) en una bandeja que se puede retirar sin recurrir a herramientas .

En cuanto a ranuras de ampliación se refiere, dado el formato compacto de esta caja quedan reducidas a dos, pero al menos es capaz también de soportar placas ATX de tamaño estándar. O lo que viene a ser lo mismo: no es el chasis más pequeño del mercado, pero con ello se gana un plus de versatilidad si lo necesitamos.

En el frontal disponemos de un puerto USB 3.0, otro USB 2.0, dos minijacks de audio (uno de entrada y otro de salida) y los pertinentes botones de encendido y reseteado.

En la parte trasera encontramos un ventilador de 120 mm para favorecer el flujo de aire (con dos entradas, una en un panel lateral y otra perforada en el frontal, así como capacidad para instalar sistemas de refrigeración líquida), y en cuanto a su interior se refiere, resulta bastante fácil acceder a él sin complicaciones, quedando todo bastante ordenado gracias a las bridas que vienen en la caja. Por su parte, la fuente de alimentación (no incluida, de tipo ATX estándar) la alojaremos en la parte frontal del chasis.

Conclusiones

A tenor de todo lo que ofrece esta Antec ISK600, podemos afirmar que estamos ante una de las mejores opciones para montar un equipo con placa Mini-ITX. Su calidad de construcción, su acabado, lo fácil que resulta acceder a su interior y la versatilidad con la que está dispuesto su espacio son factores que agradarán a cualquier usuario. Y todo ello, sin renunciar a unos niveles más que adecuados de ruido y refrigeración.