Qué esperamos de Nintendo NX en E3 2016

Desde hace tiempo circulan muchos rumores en torno a Nintendo NX, la futura consola de sobremesa de Nintendo. El hecho de que todo lo que rodea a la consola no sean más que información sin confirmar ha levantado todo tipo de especulaciones sobre cómo será, especialmente si apostará por un perfil clásico, si volveremos a ver otro mando “especial” como en Wii y Wii U, la elección entre ARM o x86 o incluso la posibilidad de que sea un híbrido de sobremesa y portátil.

Lo único cierto es que Nintendo ha preferido esperar a tener un catálogo de juegos decente para el lanzamiento de la consola, en un intento de no repetir el error cometido con Wii U y posiblemente también de recuperar “viejas esencias”, de cuando las consolas de sobremesa de Nintendo prácticamente vivían de los juegos del propio fabricante y las desarrolladoras que tuviese detrás. ¿Qué tiene que presentar Nintendo para el E3? En este artículo intentaré dar respuesta desde mi punto de vista personal a esa cuestión, con el foco puesto en el futuro de la consola.

Una presentación espectacular y con contenidos para todos

Nintendo siempre ha tenido como política un gran secretismo, volviendo muy difícil saber en muchas ocasiones qué productos va a presentar y cómo los presentará.

Sin duda una puesta en escena espectacular y rompedora sería la mejor forma de llamar la atención de buena parte de la industria de los videojuegos, sobre todo del hardcore gaming, el cual ha dado la espalda a la marca desde hace muchos años. Para ello, presentar una consola con potencia a la altura será determinante no solo para llamar la atención, sino también para evitar las críticas de ciertos sectores de la industria que últimamente viven demasiado pendiente de los gráficos y contenidos muy específicos.

Además de los videojuegos emblema de la marca, sería bueno también mostrar imágenes correspondientes a licencias que puedan agradar a ese público que le ha dado la espalda en las últimas dos generaciones de producto.

Presentar un buen catálogo de juegos inicial

El gran fallo de Wii U fue que salió al mercado sin apenas publicidad y con un catálogo de lanzamiento bastante pobre, hasta el extremo de que uno de los mejores juegos para esa consola llegó a ser la conversión del viejo The Legend of Zelda: Wind Waker de Game Cube, un juego que salió en 2003.

Muchos critican a Nintendo por abusar de Mario en los últimos años, unas críticas que se justifican si vemos que la compañía japonesa dispone de una gran cantidad de propiedades intelectuales en su poder. Desde hace muchos años no se sabe nada de juegos como Pilotwings y Wave Race, dos licencias que si bien nunca han sido must have cumplen como títulos de lanzamiento. Por otro lado, Wave Race, que no sería costoso de producir en teoría, podría ser toda una demostración sobre la potencia de la consola a través del efecto del agua, y junto con un buen online podría dar bastante de sí.

En los últimos tiempos parece que Zelda ha sustituido a Mario como franquicia de lanzamiento de la consola, por lo que sería bueno que Nintendo se trabaje una buena conversión del futuro Zelda de Wii U, el cual apunta que saldrá también para NX.

Presentar alguna IP nueva y rescatar otras

Los jugadores que más mueven el mercado hoy en día son los de Call of Duty, Battlefield y Gran Theft Auto. Tristemente, muy pocos de los jugadores de esas sagas se fijarán en Nintendo, así que sería muy interesante que la compañía presentase alguna IP nueva que atraiga a estos jugadores.

Por otro lado, Nintendo tiene que rescatar algunas licencias que podrían darle un toque más hardcore a su catálogo, como Ethernal Darkness y Metroid Prime. El primero fue un juego notable de Game Cube del cual Nintendo tiene la propiedad intelectual, y con el actual auge de los survival horror podría ser un buen momento para desempolvarlo. Metroid Prime es un juego que no tiene margen para evolucionar, algo que tendría que reducir los costes de desarrollo, ya que la jugabilidad del título está totalmente definida, solo quedando las fases y la historia.

Evidentemente, cuidar otras sagas que han destacado en la era Wii, como Donkey Kong y Xenoblade, será algo muy importante para que NX pueda tener éxito y retener los pocos fieles conseguidos con sus dos últimas consolas.

No obsesionarse con las thirds

Quizá esta afirmación sorprenda a muchos, pero la verdad es que tiene mucho sentido si tenemos en cuenta la situación actual de Nintendo en el mercado de las consolas de sobremesa.

El veterano de los videojuegos japonés tiene un serio problema con las thirds que dura ya 20 años. Desde Nintendo 64 y salvando un breve periodo con Game Cube, las thirds siempre han dado la espalda a la compañía cuando se trata de sus consolas de sobremesa (en portátiles la cosa cambia bastante). Intentar atraer a las thirds sin más es algo casi imposible para la compañía, por lo que tendrá que apostar por otra estrategia.

Por otro lado, convertir NX en una suerte de PlayStation tampoco animará al personal, ni a comprarla ni desarrollar para ella, porque para tener una copia de la consola de Sony ya se tiene la consola de Sony. No tiene sentido comprar una consola que pretende ofrecer lo mismo.

Viendo la situación, el único valor seguro que tiene Nintendo para impulsar su próxima consola (en caso de ser de sobremesa) es ella misma, por lo que se verá forzada a apostar por sus propios juegos y ver si consigue mantenerse, aunque sea detrás de Sony y Microsoft. Una vez consiga hacerse un hueco, posiblemente pueda convencer a algunas thirds para que lancen juegos para NX.

Híbrido portátil-sobremesa, una idea aceptable

Fue uno de los primeros rumores que surgieron en torno a la consola, y sinceramente, creo que la idea no es ni mucho menos disparatada. Hoy en día tener un ordenador más grande no significa que sea más potente que otros, ya que la tecnología se ha miniaturizado mucho en los últimos tiempos.

Ante esto se presenta un inconveniente, la arquitectura de la consola. Muchos cuestionan que se pueda ofrecer un producto híbrido de sobremesa y portátil con una arquitectura x86, por lo que han surgido rumores de que puede apostar por NVIDIA Tegra, ya que la arquitectura ARM sí abre la puerta de forma más clara a esta posibilidad. La cuestión no es tanto el formato como el hecho de ofrecer una jugabilidad clásica que abandone los “mandos originales” vistos en Wii y Wii U.

No voy a negar mi sorpresa al ver cómo en una época en la que el mercado se está abriendo hacia otras plataformas y arquitecturas, además del fuente impulso de las tecnologías multiplataforma, los videojuegos correspondientes a grandes producciones estén cada año más anclados en la arquitectura x86. Hoy en día hay tecnología de sobra para hacer una conversión de forma relativamente fácil de x86 a ARM (Unity3D y Unreal Engine soportan ambas arquitecturas), sin embargo, la industria de los videojuegos (me refiero a las grandes producciones que aparecen sobre todo en PC y consolas de sobremesa) se ha ido anclando cada vez más en x86, y aunque Nintendo NX ofreciese potencia suficiente a través de un SoC ARM, muy posiblemente muchos desarrolladores rechacen programar para ella solo por no apostar por Intel o AMD.

Pese a todo, parece que NX ha conseguido poner nerviosas a Sony y Microsoft, las cuales podrían anunciar dentro de poco unas versiones revisadas de sus actuales consolas last gen.

Desmentir los cartuchos

Otro de los rumores que surgieron sería la utilización de cartuchos en lugar de alguna unidad óptica (hoy en día, sería Blu Ray). Sinceramente, el apostar de nuevo por los cartuchos sería la opción más absurda de disparar los costes de producción.

En torno a los cartuchos surgieron especulaciones de que serían una especie de “activador” para una plataforma tipo Steam, pero si ese será el rol de los cartuchos, estos podrían ser sustituidos por un CD-ROM de toda la vida.

La última oportunidad para Nintendo

Independientemente de lo que haga la compañía con NX, una cosa está clara, lo va a tener muy difícil no ya para remontar, un objetivo que tendría que ser secundario ahora, sino para tan siquiera conseguir un hueco en un mercado que se ha conformado con el duopolio de Sony y Microsoft en consolas de sobremesa.

Si NX fracasa, es obvio que Nintendo tendrá que mover ficha en este mercado, y ahí tiene dos opciones claras, centrarse definitivamente en los móviles o bien convertirse en una third y lanzar sus juegos más potentes para otras plataformas. En caso de pasar esto último, y viendo el precedente de Rare, muy posiblemente Nintendo centre su esfuerzos en PC y PlayStation.