Wileyfox Swift, análisis

Hace unas semanas, la empresa británica Wileyfox se presentaba en España con el lanzamiento de sus dos terminales, Swift y Storm. En MuyComputer hemos tenido la oportunidad de probar la versión más comedida, el Wileyfox Swift, un dispositivo orientado a gama de entrada y que tiene todo lo que un usuario básico le puede pedir a un móvil de 2016.

El Wileyfox Swift cuenta con una pantalla de 5 pulgadas HD con 294 ppi protegida con tecnología Corning Gorilla Glass 3. Un anillo de metal rodea la pantalla y la carcasa trasera es de plástico muy cuidado. A pesar del plástico, las sensaciones al tener este terminal en las manos es la de un producto muy cómodo y suave, gracias al uso de policarbonato. La parte superior cuenta con entrada de auriculares, la inferior con la entrada de miniUSB y en la parte derecha se encuentran los botones de subir/bajar volumen y de apagado/encendido.

Este smartphone con un procesador de 64 bits Qualcomm Snapdragon 410 Chipset 8916, 2 Gbytes de memoria RAM y 16GB de almacenamiento (que podemos ampliar gracias a la ranura para tarjetas microSD). Con este hardware, el Wileyfox Swift mueve sin dificultad Cyanogen 12.1, un sistema operativo basado en Android (y totalmente compatible a nivel de aplicaciones o accesorios) especialmente orientado al rendimiento y la personalización. A pesar de que pueda resultar desconocido para algunos usuarios, supone una mejora importante sobre lo que ofrece Android 5.1 de serie y tiene poco que ver con las pesadas capas de personalización de otros fabricantes.

Entre las novedades interesantes de la versión integrada en este modelo merece la pena destacar el motor de temas, que permite cambiar por completo el aspecto del sistema de forma muy sencilla, nuevos gestos en pantalla, mejoras en la reproducción de audio y una gestión de energía optimizada que nos dará un plus de autonomía respecto a la competencia.

En términos de rendimiento hemos obtenido 1488 puntos en GeekBench y 24115 con AuTuTu, pruebas sintéticas que lo situan a un nivel similar al Moto G 2015 y al Bq Aquarius X5, dos de sus rivales más conocidos.

La batería de 2.500 mAh del dispositivo ofrece luces y sombras. La parte positiva es que con un uso medio, consultar redes sociales, correo electrónico y navegar por alguna web, aguanta dos días enteros. La parte negativa es que tarda más de 3 horas en una carga completa. También destaca negativamente que el adaptador para cargar no está incluido, un aspecto que esperemos se subsane en futuras revisiones del dispositivo.

Respecto a la calidad de las fotos y como ocurre con casi todos los gama de entrada la cámara no es el punto fuerte de este móvil. Aunque cuenta con 13 MPx, echamos en falta más nitidez y un mejor comportamiento cuando la luz no acompaña. Eso sí, la app de cámara incluida es muy rápida y fácil de usar, con un autofocus especialmente preciso. Suficiente para uso básico, se puede quedar corto si somos usuarios intensivos de esta función.

Conclusiones

La firma británica ha venido para quedarse y la opción que pone a la venta por menos de 180€ es más que interesante. La capa de personalización, la sencillez y la fluidez del terminal hacen que la relación calidad/precio sea para tener en cuenta. Además, si eres de los nostálgicos a los que le gusta poder sacar la batería y tener tu propia tarjetaSD para almacenar fotos y vídeos, esta es tu opción.

Ante la gran cantidad de opciones que hay presentes en el mercado, es imposible que se no echen de menos algunos aspectos en un producto que tiene este precio. En este caso, una pantalla con mejor resolución, un sensor de huellas para desbloquear la pantalla, un sistema de carga más rápida y una cámara con más calidad es lo que más se echa en falta. Interesante opción para usuarios básicos que busquen buen diseño, rendimiento y autonomía.