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Análisis

SsangYong Tivoli GLP, horizontes

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«Nunca abra una puerta sin haber cerrado la anterior.» (Los Otros, 2001)

Antonio ha vuelto a pedir patatas con carne y el camarero, como casi todos los martes desde hace cinco años, vuelve a decirle que justo se han terminado pero que tienen filete a la plancha. Antonio odia los martes porque odia el filete a la plancha pero aunque igual le gustaría más pedir el muslo de pollo en pepitoria se encoje de hombros y dice «vale». Antonio no es un hombre de muchas palabras y de todas formas no tiene demasiadas personas con las que compartirlas. Nunca conectó con los del trabajo y por eso baja más tarde a comer (y se acaban las patatas con carne), la última persona con la que compartió piso fue su madre que se marchó al pueblo hace, curiosamente, cinco años. Según las lenguas viperinas de las vecinas porque se aburrió de su hijo.

A Antonio no le atraen las redes sociales ni usa apenas el móvil más que para ver qué tiempo hace por la mañana y para hablar con su madre una vez a la semana, aunque su madre tiene poco que contar y Antonio simplemente contesta «bien» a las preguntas de ella. Hace años que debió cambiar las gafas y hace semanas que debería por lo menos haberlas limpiado. Pero a Antonio lo que ve le aburre y lo que escucha le hastía así que tampoco ve mucha televisión. Tiene una colección de sellos, pero cuando lo comentó en el trabajo no ganó precisamente en popularidad. Antonio aguarda su filete demasiado hecho con su rodaja de tomate (lo siento, tampoco nos quedan patatas fritas) jugueteando con el salero. El salero cae, Antonio alarga sin mirar su mano bajo la mesa para cojerlo y de repente nota el contacto con otra mano. Y ahí cambió todo para Antonio.

Ssangyong es una marca de coches de nombre impronunciable originaria de Corea del Sur que se ha venido caracterizando en los últimos tiempos por lanzar modelos con un precio muy interesante y con calidad más que aceptable entrando en Europa y el resto del mundo con sus propias propuestas en líneas como la de los SUV y anteriormente monovolúmenes grandes.

Ficha técnica del SsangYong Tivoli GLP

En la actualidad el Tivoli es uno de los SUV más asequibles del mercado y ya tuvimos la ocasión de probar una versión con motor diésel de este modelo (con una combinación de colores de la carrocería bastante peculiar). En esta ocasión hemos podido probar la versión GLP. Con este motor es posible funcionar tanto con gas licuado de petróleo como con gasolina. Un factor de compra importante de esta versión es que este Tivoli luce la etiqueta ECO de la DGT, con las ventajas que esto supone en cuanto a emisiones y ahorro de combustible (el combustible GLP es más económico por litro que la gasolina o el gas-oil).

Cambios sutiles

Aunque aparentemente los cambios en este Tivoli son apenas imperceptibles en lo estético, es el equipamiento el que recibe una buena actualización sobre todo en el apartado de seguridad (lo que siempre es una muy buena noticia). Con respecto al Tivoli que pudimos probar hace unos tres años, esta versión tiene un diseño del parachoques algo retocado que lo hace parecer algo más moderno con una toma de aire central que ahora ocupa todo el parachoques y que termina en un embellecedor en color negro que rodea a los faros antiniebla. Eso sí, en esta unidad disponemos de unas llantas negras muy aparentes…

En la parte de atrás, donde el diseño del Tivoli es más reconocible, los cambios se limitan a una nueva guarnición en la parte inferior que luce unos detalles cromados más elegantes. En general los retoques son mínimos y siguen dando imagen de un SUV robusto y sencillo que comite con otros SUV de tamaño compacto que se han ido haciendo populares con el lanzamiento de las propuestas de Seat, Volkswagen, Opel, Renault…

En el interior hay menos cambios aún y la calidad percibida de los acabados es bastante buena, por encima de lo esperado por su precio- Eso sí, la mayoría de superficies son de material duro pero con buenas texturas y con acoplamientos que no parecen tener defectos u holguras. Buenos los asientos delanterocómodos y con una buena sujección lateral.

SsangYong Tivoli GLP, más cosas

Una de las diferencias es el cambio en la pantalla del sistema de información, que ahora es de ocho pulgadas. Además el sistema ahora sí es compatible con Car Play de Apple y Android Auto con lo que podremos utilizar ciertas aplicaciones del móvil utilizando la pantalla. Junto a la palanca de cambios encontramos un selector que hace las funciones también de indicador de carga que activa el sistema GLP e informa del volumen que queda en el depósito.

No es un indicador demasiado preciso y es algo pequeño y sobre todo se encuentra en un lugar en el que tenemos que apartar la mirada de la carretera para consultarlo, con lo que resulta algo menos práctico que tener toda la información en la zona de los indicadores. En la parte posterior la habitabilidad es buena sobre todo en altura y en espacio para las piernas ya que el fondo es casi plano y eso ayuda sobre todo al pasajero de la plaza central. En anchura, como cualquier coche de su tamaño, algo justo para que viajen tres personas.

En lo que respecta al maletero el espacio es suficiente, aunque se ve mermado en esta versión por la presencia del depósito de gas que resta litros al maletero. En total 327 litros, casi 100 menos que la versión sin depósito de gas, lo que reduce el espacio de carga aunque resulta suficiente sobre todo para su uso urbano y si no se quieren realizar grandes viajes. El acceso es cómodo y amplio por otro lado.

Nuevos sistemas en el SsangYong Tivoli GLP

Pero uno de los elementos más interesantes en esta versión del Tivoli es la incorporación de nuevos sistemas al coche. En el apartado de seguridad, toda la gama Tivoli contará de serie con sistema de frenado de emergencia autónomo, advertencia de colisión, de salida de carril, reconocimiento de señales de tráfico y el control de descenso en pendientes. Además es posible disponer de llave inteligente que cierra el coche automáticamente cuando nos alejamos del vehículo.

La verdad es que sorprende la cantidad y calidad de los sistemas de ayuda por el precio tan contenido que tiene este modelo. Por otro lado hemos probado estos sistemas y aparentemente (no nos hemos puesto en situaciones peligrosas) funcionan sin ningún problema. La activación de los mismos es sencilla, aunque el acceso a las opciones de configuración no es tan intuitivo como en otros vehículos.

¡En marcha!

Llega el momento de probar de forma dinámica este Tivoli para ver qué comportamiento tiene este motor de gasolina y qué tal funciona la adaptación a GLP (este combustible no necesita un motor especialmente diseñado sino una serie de modificaciones). El primer cambio con respecto a la versión diésel es el del ruido. Este propulsor, como era de esperar, es más silencioso tanto en modo gasolina como en GLP.

Eso sí, aunque el motor diésel es más potente, la menor cifra de par hace que para arrancar con brío y conseguir buenas aceleraciones tendremos que revolucionar el motor y las arrancadas son menos decididas que en la versión de gas-oil. No hay grandes diferencias de prestaciones cuando pasamos de gasolina a gas, incluso si lo hacemos en marcha el motor se comporta prácticamente igual.

Eso sí, hay que tener en cuenta que cuando estamos en modo GLP el consumo sube sensiblemente, sobre todo en ciudad, por la menor capacidad energética de este combustible con respecto a la gasolina. Sin embargo considerando el menor coste y la reducción de gases lo preferible será siempre utilizar este modo. También hay que señalar que hasta que el motor alcance la temperatura adecuada el coche arranca con gasolina, por lo que es imposible hacer trayectos 100% con gas.

Como ya apuntamos en la versión diésel, el Tivoli es divertido de conducir siempre que no se busquen los límites y tiene un buen compromiso, a veces difícil de conseguir, entre confort y estabilidad en curva. Con el motor de gasolina las recuperaciones son más laboriosas pero es posible mantener buenos ritmos aunque penalizaremos bastante el consumo. Éste se acerca a los seis litros en carretera y aproximadamente ocho litros en ciudad. Para el GLP el consumo sube aproximadamente a un litro más.

Conclusiones

Volvemos al Tivoli y nos vuelve a sorpender el acierto de Ssangyong en este SUV compacto sin grandes pretensiones, con acabados algo espartanos pero que tiene todo lo que se le puede pedir a un coche de estas características. Incluso algo más, con la incorporación de los nusevos sistemas de seguridad y algunos retoques estéticos. Un coche práctico en el que no parece que falte nada.

En cuanto a la motorización GLP nos permitirá lucir la etiqueta ECO, que además de las consabidas ventajas para el planeta de reducir las emisiones nos permitirán disfrutar de ciertos privilegios, sobre todo en ciudades donde el tráfico se vea limitado. El sacrificio lo haremos en el maletero, que ha perdido muchos litros, y parte de brío en el motor que sin embargo puede mover al Tivoli sin problemas, incluso con soltura aunque por debajo de las prestaciones de su hermano diésel a pesar de disponer de menos potencia.

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