Dogecoin: cuando un meme se convierte en un éxito, y viceversa
Dogecoin es una broma, un meme de Internet que, por increíble que parezca, durante los últimos meses se ha convertido en la apuesta personal de muchas personas, que aspiran a que esta criptomoneda se convierta en un nuevo caso de éxito, que se sume a Bitcoin y Ethereum. Y el problema es que a esa lista de personas que creen firmemente en Dogecoin, se sumó hace unos meses el multimillonario y cada día más excéntrico Elon Musk.
Y es que, desde que mostró su apoyo a esta moneda a través de Twitter, su valor ha crecido de manera sustancial, del mismo modo en que lo ha hecho su volumen de negociación. Obviamente su valor no tiene nada que ver con el de «las grandes», su pico de precio ha sido acercarse a los 70 centavos de dólar, que puede parecer muy poca cosa, pero si tenemos en cuenta que unos meses antes, su precio era de alrededor de 0,3 centavos de dólar, entonces vemos que sí que estamos hablando de un incremento más que sustancial.
Como decía antes, Elon Musk tiene mucho que ver en la historia de éxito de Dogecoin, si bien no es menos cierto que, precisamente por esta circunstancia, muchos de sus inversores no se atienen al modelo estándar de inversor. Que sí, es cierto, soy consciente de que los últimos años el perfil de inversor se ha vuelto muy heterogéneo, pero incluso ahora, con esa pluralidad, cuesta imaginar a los inversores «estándar» participando en acciones que pueden perjudicar su inversión por los loles, es decir, porque es divertido.