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Kathaleen McCormick, una mala noticia para Elon Musk
El pasado miércoles tuvimos la confirmación oficial de que Twitter ha llevado a Elon Musk a juicio, y solo dos días después supimos que el mecanismo judicial ya se ha puesto en marcha, con una primera audiencia programada para la semana que viene. El objetivo de la misma, con una duración prevista de 90 minutos, es que la jueza Kathaleen McCormick escuche los argumentos relacionados con la solicitud de Twitter para que tenga lugar un juicio, que previsiblemente tendrá lugar en septiembre.
El acuerdo de compra entre Twitter y Elon Musk se suscribió en Delaware, una jurisdicción elegida habitualmente en los procesos de compras y fusiones de empresas de gran tamaño, y que al analizar su «histórico» muestra una clara predisposición a ponerse de parte de quienes quieren completar los procesos frente a las partes que desean echarse atrás. Esto, per se, ya es una mala noticia a Elon Musk o, para ser más exactos, una mala señal.
Y hoy sabemos, por Yahoo! Finance, que la elección de Kathaleen McCormick para la causa también es una mala señal para Elon Musk. ¿Por qué? Por su historial en el Tribunal de Cancillería de Delaware, donde desempeña la función de canciller desde el año pasado, un periodo corto pero en el que ya se ha enfrentado a otros casos similares, en los que habría mostrado una clara tendencia a que se completen las operaciones en las que una parte ha decidido echarse atrás.
En opinión del profesor de derecho de Columbia, Eric Talley son varios los puntos que juegan en contra de Elon Musk. Entre ellos, claro, cita el historial de McCormick en la cancillería de Delaware, pero también el propio marco legal que rige en dicho estado, la singular configuración de la propia corte de Delaware y, aunque pueda parecer algo secundario, la actitud de Elon Musk durante los últimos meses en relación con la operación de compra.
Cada vez parece haber más consenso en lo referido a las múltiples debilidades de Elon Musk en este proceso y, aunque hasta que no se dicte sentencia todo es posible, la mayoría apunta a que Musk tendrá que completar la compra, sino al valor acordado originalmente sí a uno muy cercano, bien asumir el pago de una indemnización que podría estar muy por encima de los mil millones de dólares estipulados en el contrato. Sea como fuere, y aunque todavía hay margen para sorpresas, parece que finalmente la jugada de Elon Musk con Twitter le va a salir bastante cara.