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Qué es el sistema operativo

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Qué es el sistema operativo

Te sorprendería saber la cantidad de personas que, pese a utilizarlo a diario, no saben qué es el sistema operativo y, por lo tanto, cuáles son sus funciones y las razones por las que resulta un elemento imprescindible. Esto ya era así hace décadas, con la proliferación de los ordenadores, pero ha crecido de manera exponencial con la llegada de nuevos dispositivos, así como con la introducción de la electrónica en muchos aspectos de nuestras vidas. Nos pasamos el día entero interactuando con sistemas operativos, por lo que es importante que seamos capaces de entender qué son, qué es lo que nos ofrecen y claro, por ende, también qué es lo que no podemos esperar de ellos.

Sí, has leído bien, aunque muchas personas suelen asociar el concepto de sistema operativo al ordenador, y también en su mayoría a los dispositivos móviles (smartphones, tablets, etcétera), lo cierto es que su presencia no se limita a éstos, muy al contrario, podemos encontrar sistemas operativos en coches, televisores, cafeteras. Obviamente no los mismos en unos dispositivos que en otros, pero no te preocupes, eso lo detallamos un poco más adelante. Por ahora, empecemos respondiendo la pregunta principal.

¿Qué es el sistema operativo?

·Es el conjunto de software responsable de intermediar entre el hardware y las aplicaciones, y al tiempo provee también una interfaz entre el sistema y el usuario. Imagina cada componente del PC como un miembro de una orquesta, cada uno con un instrumento distinto, posiblemente una formación diferente (aunque, claro, con elementos en común que los hacen «compatibles» entre sí) y que «hablan» en un lenguaje, el de la partitura, incomprensible para la inmensa mayoría de la gente, incluida toda la gente que asiste a sus conciertos.

El director de la orquesta es el principal responsable de que todos los miembros de la banda actúen al unísono, de una manera integrada, también en los casos en los que existe una interacción directa entre dos o más miembros de la orquesta. Y, por supuesto, se encarga de hacer que lo que podría ser una cacofonía sin sentido y desagradable, se convierta en algo comprensible y disfrutable por las personas que lo están escuchando. Con matices, claro, pero esta analogía puede ayudarte a entender mejor la razón de ser del sistema operativo y, por lo tanto, por qué lo necesitas siempre que interactúas con un dispositivo o incluso cuando, de manera pasiva, éste está funcionando.

Qué es el sistema operativo

Tipos de sistemas operativos

Podemos hacer clasificaciones en base a distintos criterios. No obstante, podemos distinguir, principalmente, entre estos tipos de sistemas operativos:

  • Sistemas operativos de escritorio: los más conocidos, Windows, macOS, Linux, etcétera, son los que encontramos en los ordenadores personales, ya sean de sobremesa o portátiles.
  • Sistemas operativos móviles: los principales ejemplos en este caso son iOS y Android pero, como te contamos hace unos días, hay otras interesantes alternativas. Semejantes, en funciones y definición, a los de escritorio, la única diferencia es que son específicos de smartphones, tablets, etcétera.
  • Sistemas operativos embebidos: utilizados en dispositivos electrónicos como routers, televisores inteligentes, coches, etcétera.
  • Sistemas operativos de servidor: su propio nombre lo indica, son sistemas operativos diseñados, de manera específica, para sistemas que cumplirán la función de servidor, sea del tipo que sea. Entre ellos encontramos Windows Server y múltiples propuestas basadas en Linux, entre otras.
  • Sistemas operativos en tiempo real: utilizados en aplicaciones críticas que requieren una respuesta inmediata y totalmente fiable.

También podemos clasificarlos en función de si su propósito es más o menos específico. En tal caso tenemos los siguientes:

  • Sistemas operativos de propósito general: son los que encontramos en ordenadores, smartphones, tablets y dispositivos de este tipo. Al hablar de propósito general también podemos identificarlos como multipropósito, ya que han sido diseñados para dar cabida a muna enorme cantidad de usos distintos, haciendo que se adapten a las necesidades de la inmensa mayoría de los usuarios.
  • Sistemas operativos de propósito específico: en este caso hablamos de un sistema operativo que ha sido diseñado, de manera concreta, para un fin en particular. Aquí encontramos, principalmente, los de los sistemas embebidos, aunque también podemos considerar que los sistemas operativos de servidor se encuentran en esta categoría.

Qué es el sistema operativo

Otra clasificación que podemos emplear tiene que ver con su interfaz y, por lo tanto, por el modo en el que interactuamos con los mismos. A este respecto podemos distinguir, principalmente, entre estos grupos:

  • Interfaz gráfica: este es el tipo de sistema operativo al que estamos más acostumbrados, pues es el presente en la inmensa mayoría de ordenadores y dispositivos móviles. Windows, macOS, Android, iOS, etcétera, emplean un entorno gráfico con gran cantidad de metáforas visuales para facilitar al usuario su manejo. Las interfaces gráficas jugaron un papel clave, principalmente en la década de los noventa, para la popularización de la informática fuera del entorno profesional.
  • Línea de comando: incluso si no sabes en qué consiste, seguro que en muchas ocasiones has visto la imagen de alguien controlando un ordenador mediante comandos de texto. La mayoría de los usuarios sienten bastante rechazo hacia este tipo de interfaces, ya que son bastante más complejas, requieren del conocimiento previo de los comandos y sus parámetros, y visualmente, claro, son mucho más espartanas. Sin embargo, la línea de comando es muy, muy valorada en el entorno profesional, ya que tiende a ser más rápida, flexible y fiable que el modo gráfico. Aquí tienes algunas razones por las que, quizá, deberías darle una oportunidad.
  • Interfaz web: aunque podríamos incluir los sistemas operativos de este grupo entre los dos anteriores, la particularidad es que no cuentan con elementos de interfaz propia. En su lugar cuentan con un servidor web integrado, al que podemos acceder de manera remota a través de un navegador web para emplearlos. Si en alguna ocasión has empleado el navegador web para acceder a direcciones como 192.168.0.1 o 192.168.1.1 para realizar algún ajuste en la configuración de tu router, ya has empleado una interfaz de este tipo.
  • Interfaz física: este es el tipo menos común, pero no por ello inexistente. Los elementos para acceder a las funciones del sistema operativo, así como para conocer su estado y el de las actividades que gestiona, se basa exclusivamente en elementos físicos, como botones y otros controles, leds, pantallas informativas, etcétera. Un ejemplo más cercano de interfaz física de control lo encontramos en los mandos a distancia de los televisores.

En este punto es importante aclarar que algunos sistemas operativos pueden ofrecer dos o incluso tres de estos modos. Por ejemplo, Linux, en su base, es un sistema operativo de línea de comando, pero muchas de sus distribuciones incluyen, por defecto, entornos gráficos que se instalan con el sistema. Otro ejemplo de ello son los sistemas operativos de servidor, pues muchos de ellos se pueden instalar solo en modo de línea de comando (la opción preferida por la mayoría de los administradores) o bien con interfaz gráfica que complementa a la línea de comando.

En el sentido inverso nos encontramos con Windows y con macOS, sistemas operativos con interfaz gráfica, pero que ofrecen también una o varias herramientas de consola que permiten realizar muchas de las tareas del sistema a través de la línea de comandos.

¿Por qué necesito un sistema operativo?

Seguro que, llegados a este punto, ya eres perfectamente capaz de responder por ti mismo a esta pregunta. Sin el sistema operativo los dispositivos no pueden funcionar, pero incluso en el caso de que lo hicieran, no podríamos utilizarlos. Esto explica que, aunque podamos contar con los dedos de las manos los sistemas operativos más populares, en realidad la lista de todos ellos, o incluso solo la de los más relevantes, sea increíblemente más larga de lo que piensa la mayoría, como puedes comprobar aquí.

Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

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