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Rave.dj o cómo la inteligencia artificial se hizo DJ

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Rave.dj o cómo la inteligencia artificia se hizo DJ

Ayer fue el día, ayer descubrí Rave.dj y, en verdad, todavía me estoy recuperando de las consecuencias del hallazgo. Normalmente suelo dedicar los sábados, mi día libre, a una mezcla ponderada de descansar, resolver asuntos pendientes de la semana y, por supuesto, al ocio, en todas sus vertientes. Una de ellas es sentirme millenial, o incluso centenial, explorando los confines de la red a la busca de la última excentricidad que, por la razón que sea, se está convirtiendo en tendencia.

En este caso fue una amiga quién, a través de un mensaje, me aviso de la existencia de este experimento que, obviamente, tuve que probar de inmediato. No muchos saben que en mi pronta juventud, entre otras muchas cosas, fui DJ (en un pequeño club, ojo, nada de discotecas haciendo a toda la pista moverse, ya me habría gustado). Por eso, una propuesta como la de Rave.dj no podía dejarla pasar.

Para quienes no conozcan, que imagino que será la mayoría, Rave.dj es un proyecto financiado a través de Patreon, en el que una inteligencia artificial ejerce de DJ creando mashup de dos canciones cualesquiera, es decir, las superpone realizando determinados ajustes para que el resultado sea una mezcla más o menos audible de ambas. Para ello equipara sus tempos (lo que a veces termina en desastre) y en ocasiones destaca elementos de una o de otra.

Por otra parte, Rave.dj también puede crear mezclas con muchas canciones. En este caso, eso sí, o hablamos de mashups, sino de la clásica combinación en la que se intenta ajustar el final de una canción (o el punto de corte elegido para la misma) con el inicio de la siguiente. En este caso se pueden crear listas bastante largas. Ahora mismo, por ejemplo, mientras escribo, estoy escuchando un mix de alrededor de hora y media de pop y rock clásico.

Rave.dj o cómo la inteligencia artificia se hizo DJ

Esta función puede ser confundida con las listas de reproducción de otros servicios, como Spotify o Apple Music, pero hay que aclarar que en éstos las canciones no son mezcladas, sino que la reproducción de los temas se separa con un silencio. Rave.dj, del mismo modo que los DJs, procurará encajarlas para crear una reproducción continua, desde el principio de la primera canción hasta el final de la última.

Y es que este es un punto muy interesante. A diferencia de otros servicios y aplicaciones de remezcla musical, Rave.dj no se centra en la música electrónica, sino que abarca todo tipo de géneros, si bien es cierto que, especialmente en los mashups, algunas combinaciones pueden ser un tanto difíciles de digerir… y hablo por experiencia, después de realizar algunos experimentos que, de no ser anónimos, podrían llevarme ante el tribunal del buen gusto y el criterio musical. Para añadir una canción, tan solo es necesario que se encuentre en YouTube.

Y apuesto a que no soy el único que ha hecho combinaciones estrambóticas, poder revisar el historial completo de mezclas, y especialmente de mashups de Rave.dj seguramente dejaría una huella permanente en nuestras cabezas. Pero en contraposición, hay algunas mezclas que encajan sorprendentemente bien, como el clásico Never Gonna Give You Up de Rick Astley con Sandsorm, de Darude. Jamás me habría imaginado que ambas canciones combinaran tan bien. ¿Otro ejemplo? U Can’t Touch This de MC Hammer con Gangnam Style de PSY.

Ahora bien, tras disfrutar de algunas mezclas sorprendentemente buenas, estoy seguro de que más de uno está pensando en crear alguna combinación aterradora, o al menos aterradora a priori, pues quizá la IA de Rave.dj nos pueda dar alguna sorpresa. Os comparto la mía y, a cambio, me gustaría ver las vuestras en los comentarios, ¿de acuerdo? Pues nada, espero que disfrutéis de esta increíble combinación de La Carretera, de Julio Iglesias, con Sandstorm, de Darude.

 

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Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

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