Conecta con nosotros

Guías

Guía: ¿Qué tarjeta gráfica necesito para jugar? Una mirada a fondo

Publicado

el

Todos nos hemos preguntado en alguna ocasión qué tarjeta gráfica necesito para jugar, una cuestión que no tiene una respuesta sencilla ya que depende de muchas cosas.

No, no basta con decir que «la mejor que te puedas permitir», esa no es una respuesta adecuada y mucho menos ajustada a la realidad de cada usuario, y de hecho puede acabar siendo un mal consejo ya que si compramos una tarjeta gráfica muy potente que no tiene el respaldo que necesita de nuestro procesador o de nuestra fuente de alimentación no lograremos sacarle todo el partido, y puede que incluso lleguemos a tener problemas si dicha fuente falla.

En este artículo vamos a abordar el tema de una manera amplia hablando de las claves que debemos tener en cuenta a la hora de elegir, y nos centraremos en hacer una serie de recomendaciones de tarjetas gráficas que son adecuadas para jugar a títulos actuales en resoluciones y ajustes gráficos concretos.

Consideraciones previas: La importancia del equilibrio

Si queremos jugar en buenas condiciones es imprescindible contar con un equipo equilibrado. De nada sirve tener un PC con una potente GTX 1070 si va a estar acompañada de un procesador Core 2 Quad Q6600, o si la fuente de alimentación no cumple con los requisitos de potencia y de amperaje.

En este artículo ya hemos hablado de los cuellos de botella derivados del procesador y en este otro vimos qué mínimo debemos cumplir para utilizar algunas de las principales tarjetas gráficas del mercado, así que os recomendamos la lectura de ambas guías para que podáis entender mejor el artículo que iremos desarrollando en estas líneas.

También debemos tener muy en cuenta el tema de la fuente de alimentación, ya que como hemos anticipado debe cumplir con los requisitos mínimos de cada tarjeta gráfica, o estar un poco por encima si tenemos pensado hacer overclock, si utilizamos varias unidades de disco y luces LED o si tenemos montado un sistema de refrigeración muy complejo.

Sobre este tema os recomendamos echar también un ojo a esta otra guía que dedicamos a recopilar los requisitos mínimos de alimentación de las principales tarjetas gráficas del mercado.

¿Qué tarjeta gráfica debo elegir?

Ahora que tenemos las cosas claras podemos pasar al siguiente punto, las recomendaciones concretas. Partimos de la base de que nuestro equipo tiene un procesador y una fuente lo bastante potentes como para mantener sin problemas a cada tarjeta gráfica que vamos a recomendar, y que a su vez disponen de un mínimo de 8 GB de RAM, requisito imprescindible para que nos funcionen sin problemas todos los juegos actuales.

Para que esta guía sea fácil de interpretar y no se complica en exceso os vamos a dejar un listado con las resoluciones actuales más habituales y las tarjetas gráficas que deberíamos elegir en función de nuestro presupuesto. Tened presente que cada elección se ha llevado a cabo priorizando la relación precio-prestaciones de cada modelo, evitando por tanto los excesos innecesarios y limitándonos a soluciones actuales.

Resoluciones de 1.600 x 900 píxeles e inferiores

En este punto se incluyen también resoluciones tan populares como 1.366 x 768 y 1.280 x 720 píxeles. Son niveles muy asequibles y lo cierto es que nos basta con una solución gráfica económica para poder jugar sin problemas con calidades máximas o casi máximas, es decir, de menos de 100 euros.

El nivel óptimo en estos casos lo alcanzamos con las Radeon RX 460, RX 560 (ambas en sus versiones de 2 GB) y GTX 1050, aunque las soluciones de NVIDIA tienen un precio ligeramente superior que no llega a compensar la diferencia de rendimiento jugando a estas resoluciones así que os recomendamos optar por las alternativas de AMD.

Con soluciones inferiores como las GT 1030 y las RX 550 también podremos disfrutar de una buena experiencia, sobre todo en resoluciones 720p, pero la diferencia de precio con las RX 460 y RX 560 es mínima, así que os recomendamos que paséis directamente de ellas y que invirtáis un poco más para haceros con éstas.

Resoluciones de 1.920 x 1.080 píxeles

Es el gran estándar a día de hoy por su buen equilibrio entre calidad de imagen, requisitos de hardware y coste de los componentes y accesorios para disfrutar de dicha resolución (tarjeta gráfica, monitor…).

Cuando nos situamos en este nivel tenemos diferentes opciones y la elección no es nada sencilla, ya algunas tarjetas gráficas ofrecen un rendimiento superior a otras en juegos concretos. Con todo apostaremos por el equilibrio, es decir por elegir aquellas opciones que ofrecen el mejor rendimiento medio en la mayoría de juegos actuales.

Con esto en mente podemos decir con total confianza que el nivel óptimo lo alcanzamos con las Radeon RX 470-570 de 4 GB de GDDR5 y las GTX 1060 de 3 GB de GDDR5. Ambas se pueden encontrar por precios que van de los 200 euros en el caso de las primeras hasta los 220 euros en el caso de las segundas.

Resoluciones de 2.560 x 1.440 píxeles

Estamos ante una resolución que marca un punto intermedio entre la Full HD y la UHD. Eleva bastante el listón frente a la anterior, tanto en requisitos como en calidad de imagen, aunque resulta asequible y podemos optar por ella si tenemos un presupuesto medio.

Al igual que el caso anterior la elección no es para nada sencilla, pero manteniendo el mismo criterio podemos decir que el nivel óptimo en relación precio-prestaciones lo tenemos en las Radeon RX 480-580 de 8 GB de GDDR5 y las GTX 1060 de 6 GB de GDDR5. Las primeras rondan los 260 euros y la segundas se pueden conseguir desde 270 euros.

Esas mismas tarjetas también ofrecerían una buena experiencia en resoluciones ultrapanorámicas, como por ejemplo 2.560 x 1.080 píxeles.

Resoluciones de 3.840 x 2.160 píxeles

Es lo que conocemos popularmente como 4K o UHD (Ultra HD). Esta resolución es muy exigente, sobre todo si queremos mantener los ajustes de los juegos en calidad ultra sin perder fluidez.

Marca una diferencia muy grande a nivel de calidad gráfica, pero implica un coste muy alto y no sólo por el precio de los componentes fundamentales (tarjeta gráfica y procesador), sino también por el monitor, que debe tener una tasa mínima de refresco de 60 Hz.

El nivel óptimo en relación precio-prestaciones lo tenemos en las GTX 1080 con 8 GB de GDDR5X de NVIDIA, ya que son capaces de ofrecer un excelente rendimiento y mantener tasas de FPS muy buenas sin tener que reducir la calidad gráfica en la mayoría de los casos. Se encuentran a partir de los 550 euros.

AMD todavía no ha lanzado ninguna solución gráfica de nueva generación que resulte óptima para mover juegos en 4K, así que seguimos a la espera de la Radeon RX Vega, una tarjeta que en teoría posicionará entre la GTX 1080 y la GTX 1080 TI.

Enlaces de interés: Guías MC.

Editor de la publicación on-line líder en audiencia dentro de la información tecnológica para profesionales. Al día de todas las tecnologías que pueden marcar tendencia en la industria.

Lo más leído