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Análisis

MSI Wind U100, con Intel Atom

En el Laboratorio de MuyComputer conseguimos el primer equipo ultraportátil de bajo coste equipado con el nuevo procesador Atom de Intel. El MSI Wind U100 abre una nueva etapa en el mundo de la informática móvil. Este nuevo equipo representa el ideal de un ultraportátil: buen rendimiento, mínimas dimensiones, máxima autonomía y un coste tremendamente ajustado.

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En el Laboratorio de MuyComputer conseguimos el primer equipo ultraportátil de bajo coste equipado con el nuevo procesador Atom de Intel. El MSI Wind U100 abre una nueva etapa en el mundo de la informática móvil. Este nuevo equipo representa el ideal de un ultraportátil: buen rendimiento, mínimas dimensiones, máxima autonomía y un coste tremendamente ajustado.

Definitivamente, a partir del lanzamiento de MSI Wind U100 (con el permiso de otros equipos que aún no han llegado a las manos de la prensa especializada), ya no es necesario invertir cerca de 2.000 euros para conseguir un ordenador de menos de 1,3 kilos capaz de ejecutar un sistema operativo como Windows XP con solvencia, autoridad y sin renunciar a una pantalla amplia ni a una capacidad de almacenamiento generosa. Todo lo contrario: si la información preliminar que proviene de MSI se mantiene sin cambios, MSI Wind costará sólo 399 euros. Las posibilidades que se abren a partir de aquí son enormes, sobre todo al convertir al ordenador en una herramienta realmente personal e intransferible.

Dudas disipadas

Antes de tener el equipo MSI Wind en las manos, las dudas principales se centraban en la capacidad del procesador Atom para mover Windows XP con soltura, así como en la autonomía. Se trata de una CPU ?nueva?, con un consumo reducido y diseñada precisamente para este tipo de ordenadores, pero hasta que no se tiene contacto con productos tangibles y reales, es complicado formar una opinión. Por fortuna, tras una primera toma de contacto con el equipo los temores desaparecieron casi por completo.

La apariencia del equipo es buena, tanto estéticamente como por su robusto acabado. No alcanza las cotas de modelos con carcasa de aleación de magnesio o fibra de carbono, pero ofrece la confianza suficiente como para meterlo en la mochila o el maletín sin demasiados remilgos más allá de no mancharlo. El teclado, por su parte, es casi idéntico al de portátiles de gamas superiores de MSI como los PR300. A primera vista cuesta diferenciarlos, pero en realidad el del MSI Wind tiene las teclas ligeramente más pequeñas. De todos modos, es un teclado en condiciones, con un buen tacto y en el que se escribe cómodamente. El touchpad parecía muy pequeño antes de probarlo, pero en la práctica hace un buen trabajo. Los LED indicadores de estado son abundantes, pero muy informativos. Sobre todo el azul de encendido, que cambia a color naranja cuando se activa el overclocking o el underclocking mediante el acceso directo ?Fn + F10?. Efectivamente: MSI ha incluido esta posibilidad que hace que la velocidad del bus suba hasta llevar al procesador a casi 2 GHz de velocidad (400 MHz por encima de su valor nominal). Cuando no está conectado a la red eléctrica, este acceso directo fija la velocidad de la CPU al mínimo de algo menos de 800 MHz, con lo que se consigue mantener aún más a raya un consumo reducido por sí mismo. A falta de probar otros equipos, probablemente esta característica sea diferenciadora a favor de MSI cuando se analicen frente a frente los distintos modelos, y en cualquier caso, es una ?plus? de velocidad muy de agradecer.

La memoria disponible es de 1 Gbyte, aunque se puede ampliar hasta 2 Gbytes usando la ranura interna libre. La posibilidad de usar un módulo de 2 Gbytes no se ha probado aún, aunque esa cifra es más que suficiente para mover Windows XP y aplicaciones complejas, incluso de edición de imágenes. Eso sí, para acceder al interior del MSI Wind es necesario armarse de valor y destornilladores para quitar la parte inferior de la carcasa al completo. De este modo también se accede al disco duro SATA de 80 Gbytes. En principio tampoco hay motivos para no realizar una más que conveniente ampliación a una mayor capacidad, aunque desde el punto de vista logístico, este equipo está más expuesto a pérdidas de datos que otro no tan ?portátil?. Y siempre es más sencillo hacer una copia de seguridad de un disco de 80 Gbytes que de otro de 320 Gbytes.

Conectividad y gráficos

MSI ofrece un repertorio ?tradicional? de conexiones. Aparte de tres puertos USB, una salida VGA de monitor y un lector de tarjetas, incluye una conexión RJ45 Ethernet 10/100 y WiFi 802.11b/g que detecta las redes rápidamente y no muestra problemas de continuidad en la comunicación con el punto de acceso. Bluetooth 2.0 también está presente y permite conectar auriculares estéreo de sonido entre otros dispositivos. No dispone de conexión 3G, lo cual supone un obstáculo para aplicaciones profesionales, pero gracias a los módem USB se deja abierta la puerta al uso de soluciones externas de conexión móvil de banda ancha. Y aunque no se trate de conectividad propiamente dicha, es conveniente recordar que no hay unidad óptica alguna en el equipo. Ni espacio para integrarla. De todos modos, es una ausencia que paulatinamente pierde gravedad. El almacenamiento óptico pierde puntos frente a las llaves USB o los discos duros externos, y esta tendencia se refleja en la omisión de la unidad regrabadora de DVD.

El único punto débil de este equipo radica en el chipset. El i945 es muy veterano y precisa de northbridge y southbridge, con un consumo que a falta de datos oficiales para Atom N270, posiblemente esté por encima del procesador. Además, su rendimiento en gráficos o en aceleración multimedia es claramente mejorable. En las pruebas se pudo reproducir una película DVD sin problemas, pero con un uso de CPU en torno al 30 ? 35 %. Sin embargo los contenidos en alta definición estuvieron claramente por encima de las posibilidades multimedia de este equipo. De todos modos, el chip i945 es perfecto para Windows XP y contenidos visuales de resolución estándar. La pantalla, eso sí, se ve muy bien. El brillo es intenso y la retroiluminación LED cumple bien con su cometido, dando ?luz? pero sin ?quemar? las imágenes en pantalla. El ángulo de visión es correcto, así como las opciones de regulación del brillo, con suficiente granularidad como para ajustarlo exactamente como se desee. Para ahorrar batería lo mejor es mantenerlo al mínimo, con diferencias entre 2 y 4 vatios entre tenerlo al máximo o dentro de los valores menos brillantes. Sería de agradecer que, al menos como opción, existiese un modelo Wind con resolución de 1.280 x 800 puntos. Muchos dirán que ?se ve pequeño?, pero para otros será una opción preferible a 1.024 x 600 de serie. En cualquier caso, cuando se configura un tamaño de escritorio mayor, el controlador gráfico crea un espacio de trabajo de ese tamaño aunque no quepa físicamente en la pantalla. Tan sólo hay que ir desplazando el ratón hacia las zonas no visibles para acceder a ventanas o a iconos. Es algo engorroso, pero muy útil.

Baterías, consumo, autonomía

El modelo de prueba sólo incluye la batería extendida de 6 celdas. Existe una de 3 celdas que no sobresale nada, aunque con una autonomía menor. En la práctica el modelo extendido no supone un engorro, y a cambio proporciona una autonomía que en el peor de los casos no bajará de las cuatro horas. Al menos, en las pruebas, se pudo estar reproduciendo un DVD (guardado como imagen en el disco duro) durante más 4 horas y 15 minutos, teniendo la precaución de no tener el brillo al máximo y el volumen hacia la mitad de su recorrido (sobre los altavoces, decir que suenan muy bien y muy alto).

Con Battery Eater Pro, la autonomía alcanzó 4 horas y 4 minutos, y con Mobile Mark, a pesar de que por un problema técnico la prueba se paró antes de acabar, en el momento de tomar el último registro había estado ejecutándose durante 2 horas y 9 minutos cuando aún restaba el 57 % de batería. Haciendo una extrapolación de los resultados y teniendo en cuenta que se había completado una secuencia completa, se obtienen cinco horas estimadas de autonomía con este benchmark. Simplemente excelente, y al mismo nivel que los mejores ultraportátiles, como los VAIO de Sony. En cualquier caso, si a algún exigente las 4 ? 5 horas le saben a poco, siempre queda la opción de cargar con una
batería externa y plana como las que comercializa la empresa APC, con capacidades de 70 Whr, se pueden alcanzar más de 10 horas de
trabajo combinando las dos baterías.

Por otra parte, el consumo medio durante las pruebas se mantuvo en torno a los 11 ? 14 vatios, sin que la temperatura en la carcasa superase los 41ºC y únicamente en una zona muy concreta y localizada justo bajo el touchpad. El resto de la carcasa ronda los 30 ºC o temperaturas cercanas a la de ambiente. Podemos decir por ello que es un portátil frío, que podemos tener sobre las piernas sin problema alguno.

Buen rendimiento

Siguiendo con las pruebas, los benchmarks realizados a esta versión preliminar arrojan resultados consecuentes con el posicionamiento de este portátil. Así, en PCMark 2005 se obtuvieron valores de 1.442, 2.334 y 3.900 para la CPU, la memoria y el disco duro. Sirva como ejemplo que un procesador Core 2 Duo T7100 arroja un rendimiento para la CPU aproximadamente del doble que el logrado por el MSI Wind, mientras que un Celeron M a 900 MHz como el que usan algunos modelos de EeePC, apenas sí supera los 1.000 puntos en esta prueba. Por otro lado, el rendimiento de la memoria y el disco están al mismo nivel que un portátil convencional de nivel medio.

Con Kribibench, los resultados alcanzaron los 0,187 fps y 0,222 fps activando la función de overclocking. Este benchmark sólo usa CPU y memoria para renderizar una escena con millones de polígonos. A modo de referencia, un procesador ULV de dos núcleos, en modo de bajo consumo, alcanza unos 0,32 fps y un procesador VIA C7 a 1,2 GHz sólo obtiene 0,075 fps. La reproducción y la codificación de formatos multimedia de alta definición son tareas imposibles con el Wind, pero se maneja muy bien con archivos multimedia estándar como MPEG2 y DVD. Y también con audio, desde luego.

Conclusiones

La gama de portátiles que surge alrededor del proyecto OLPC primero, y el EeePC de Asus después, se muestra como una seria candidata a elevar las cifras de ventas de ordenadores. Y mucho más con propuestas como el Wind U100 de MSI, con un hardware que al fin tiene sentido, y encaja con la filosofía de esta gama: ultramovilidad con un precio asequible, un rendimiento óptimo y una autonomía prolongada. Los equipos que hasta ahora conocemos con procesadores ULV de Intel siguen siendo superiores, pero sus diferencias cada vez son menores. Estos ultraportables justifican su elevado precio con una mejor construcción, mayor rendimiento o condiciones de garantía y fiabilidad en condiciones extremas, pero su funcionalidad esencial ya no esta sólo al alcance de aquellos que puedan gastar 2.000 euros en un ordenador personal.

El MSI Wind U100 cubre un nuevo segmento de mercado, de aquellos que demandan máxima movilidad al precio de un PDA, y que con equipos como el que hemos analizado podrán ejecutar su Office, ver su películas, navegar por Internet sin problemas y, en general, hacer buena parte de las cosas que hacen a diario con su PC de sobremesa. Eso sí, habiendo gastado una cantidad mínima que hace que la informática ultraportátil al fin sea realmente asequible.

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