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Análisis

Pinnacle Video Transfer

Un ingenioso dispositivo desde el que, sin necesidad de un PC ni software alguno, podemos capturar vídeo desde TV, PC, DVD, etc. para volcarlo directamente en un iPod, una PSP, una memoria flash o un disco duro USB. Lo mejor es que su funcionamiento es extremadamente sencillo: basta conectar los cables correctamente, y pulsar el botón de grabación para todo funcione sin más complicaciones.

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Un ingenioso dispositivo desde el que, sin necesidad de un PC ni software alguno, podemos capturar vídeo desde TV, PC, DVD, etc, para volcarlo directamente en un iPod, una PSP, una memoria flash o un disco duro USB. Lo mejor es que su funcionamiento es extremadamente sencillo: basta conectar los cables correctamente, y pulsar el botón de grabación para todo funcione sin más complicaciones.

 

El Video Transfer de Pinnacle es uno de esos productos concebidos para una tarea muy específica, y cuya extrema sencillez de funcionamiento resulta asombrosa en los días en los que nos encontramos. Aquí no contamos con pantallas LCD, interfaces de usuario que permiten ajustar decenas de parámetros, software que hay que instalar sobre un PC/Mac, ni complicados manuales de instrucciones. Pinnacle ha buscado simplificar la vida al usuario en algo aparentemente tan complejo como es la captura de vídeo y su posterior conversión para reproducirlo en diferentes soportes, y realmente lo ha conseguido con sobresaliente.

 

 

 

Empecemos por dejar claro que la única finalidad del Video Transfer es capturar vídeo desde señales analógicas en formato S-Video o de Vídeo compuesto, y convertirlas en formato digital codificándolas mediante el estándar H.264 con tan sólo pulsar un botón. Lo realmente revolucionario es que esta conversión se lleva a cabo directamente sobre cuatro posibles tipos de dispositivos (iPod -Nano, Vídeo o Classic-, PSP, discos externos USB o memorias flash USB), y desde el propio aparato sin necesidad de contar con un ordenador de por medio. La única condición es que se utilice FAT32 como sistema de archivos en el destino, algo que impone algunas limitaciones (sobre todo en los discos de cierta capacidad), pero que no supone un gran engorro frente a la enorme tarea que nos simplifica.

 

 

 

Funcionamiento a prueba de torpes

 

Para poner el sistema en marcha, comenzaremos por conectar la fuente de vídeo al Video Transfer. Para ello contamos con una entrada de Vídeo compuesto y otra S-Vídeo, además de la lógica entrada de audio estéreo mediante dos conectores RCA. De esta forma podremos conectar directamente infinidad de fuentes de vídeo, como cámaras digitales y analógicas, reproductores DVD/VHS, etc. Además, en el propio paquete se incluye un adaptador de Euroconector a Vídeo compuesto que permite, una vez conectado a la TV o reproductor de cualquier tipo, recibir la señal de salida que ofrece el propio Euroconector. Por último, también podremos grabar la señal que provenga de la tarjeta gráfica de nuestro equipo sobremesa o portátil, con sólo utilizar la salida S-Vídeo que muchas veces encontramos en ellos.

 

 

 

En la parte de salida, contamos con dos conectores USB (uno tipo A y otro tipo B), a los que conectaremos directamente cualquiera de los dispositivos que hemos comentado anteriormente. Hecho esto, y una vez conectado el pequeño transformador de 5 voltios del Video Transfer, todo se gestiona y se controla mediante dos botones y las indicaciones de los LEDs superiores. En la parte de entrada y salida, sabremos que las conexiones son correctas, hay señal de vídeo, y el dispositivo de grabación es soportado si, tras esperar unos segundos, los LEDs que se encuentran sobre cada tipo de conexión se iluminan en color azul.

 

 

 

A partir de ese momento, sólo tendremos que indicar la calidad de grabación pulsando en botón Mode y, cuando estemos listos para comenzar a grabar, pulsar sobre Rec. Eso es todo, pues cuando terminemos la grabación pulsando de nuevo Rec, no tendremos más que ir al dispositivo en cuestión y reproducir el vídeo. En el caso de las PSP o los iPod, nos encontramos los ficheros en las ubicaciones donde estos dispostiivos almacenan ese tipo de contenido, pudiendo reproducirlos inmediatamente. En el caso de los discos duros externos o memoria flash USB, encontraremos una carpeta llamada VIDEO en la que se almacenan los ficheros de vídeo con extensión MP4. A continuación podéis ver una tabla en la que os mostramos la resolución disponible para cada tipo de calidad y dispositivo. En el caso de los iPod y la PSP, donde el propio dispositivo impone una limitación en la resolución de vídeo, las calidades superiores de grabación se obtienen reduciendo la compresión del vídeo.

 

 

Calidad de captura y ejemplos de tiempos de grabación

Tipo captura Sony PSP – 2 Gbytes Memoria Flash USB – 4 Gbytes Apple iPod – 30 Gbytes Disco duro externo – 250 Gbytes
Baja 320 x 240 – 7,5 hrs 320 x 240 – 11 hrs 320 x 240 – 85 hrs 320 x 240 – 640 hrs
Media 320 x 240 – 5,5 hrs 640 x 480 – 5,5 hrs 320 x 240 – 61 hrs 640 x 480 – 320 hrs
Alta 320 x 240 – 2,5 hrs 720 x 576 – 3 hrs 640 x 480 – 38 hrs 720 x 576 – 187 hrs

 

 Algunas pegas y conclusiones

 

Las pruebas que hemos llevado a cabo con el Video Transfer han sido realmente simples, pues el dispositivo no encierra mayor complicación. En general nos ha parecido un producto ideal para todos los que necesiten capturar imágenes desde fuentes analógicas de cualquier tipo de una manera sencilla. Un ejemplo claro que se nos ocurre es pasar contenidos en formato VHS o de cámaras de vídeo antiguas a formato digital sin dar muchas vueltas o, como ya hemos visto varios casos en Internet, para grabar las partidas de nuestra consola preferida y luego poder colgarlas en la Red o pasárselas a nuestros amigos. En todo caso, las posibilidades son casi infinitas, y por su polivalencia y precio medianamente razonable, lo vemos apto para cualquier tipo de público: desde adolescentes, hasta profesionales de cualquier tipo que por su trabajo necesiten las funciones de este dispositivo.

 

En el apartado de cosas negativas vamos a destacar tres que nos parecen importantes: si grabamos desde fuentes de vídeo en formato 16:9 la imagen se convertirá a formato 4:·3, deformando la imagen (en vez de insertar bandas horizontales como sería lo deseable). Esto es algo a tener muy cuenta, sobre todo si grabamos desde cámaras digitales modernas que ya graban en formato 16:9 por defecto. Otro punto negativo es que no contamos con la posibilidad de conectar fuentes digitales como un DVI o un HDMI, algo que podría ser muy interesante para ampliar los usos de este equipo. Por último, los iPod Touch o el famoso iPhone no son soportados directamente por el Video Transfer. Si queremos reproducir vídeo en ellos tendremos que volcarlos primero en un disco o memoria USB, y luego pasarlos al iPod Touch o iPhone vía iTunes.

 

 

 

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