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Análisis

Conclusiones

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Como resultado de las diferentes pruebas llevadas a cabo en el Laboratorio, hemos llegado a interesantes conclusiones. Hemos obtenido cifras y pruebas fiables, y gracias a ello podemos juzgar sin miedo a Windows Vista y Windows XP.

 

Hemos llegado al punto final de este especial, y nuestras conclusiones son bastante claras respecto al motivo inicial de nuestro análisis: ¿es Windows Vista un buen sistema operativo para un portátil? A continuación os mostramos nuestra opinión al respecto a la vista de las pruebas obtenidas.

 

Autonomía: LAMENTABLE

 

Efectivamente, hemos observado cómo Windows Vista ofrecía en prácticamente todas las pruebas de consumo realizadas, alrededor de un 30% menos de autonomía que Windows XP en idénticas condiciones, y con idéntico hardware. Evidentemente, no hemos tenido en cuenta los sistemas de ahorro de energía que integra este sistema operativo al poder apagar la pantalla o el disco duro pasados ciertos minutos. Sin embargo, las cosas quedan realmente claras: con el equipo siempre conectado, y sin necesidad de hacer nada diferente, Windows Vista exige más al hardware y, por tanto, consume una mayor cantidad de energía.

 

Ante esto se puede recurrir a toda clase de técnicas para enmascarar la realidad, como ser más estricto con el manejo de las redes WiFi o la luminosidad de la pantalla, pero la realidad es la que es. Windows Vista, por tanto, NO es un buen sistema operativo para un portátil con el que se prentenda conseguir la mejor autonomía. Hoy por hoy, Windows XP ofrece un 30% más de autonomía sin hacer nada especial con él.

 

Prestaciones: BUENAS…¡pero ojo!

 

En la otra cara de la moneda, hemos comprobado como los resultados de nuestras pruebas de rendimiento eran ligeramente superiores en Windows Vista respecto a Windows XP. Por lo que hemos comprobado, esto era debido fundamentalmente a la mejora y optimización del sistema gráfico. También hemos observado una cierta optimización en el acceso a memoria y disco duro. Ante esto, no hay duda que el salto ha sido para mejor, aunque hay matizaciones.

 

Y es que a nadie que haya utilizado Windows Vista se le escapa que su funcionamiento parece por lo general más pesado. Por desgracia es muy complicado de medir esta sensación, pero la realidad es que copiar ficheros entre unidades locales, extraíbles o de red, abrir ciertas aplicaciones medianamente exigentes, instalar programas, cargar páginas Web u otras tareas habituales son mucho más lentas con Vista que con XP. Lo cierto es que todo esto responde a los mecanimos internos de funcionaminento de Vista, donde aspecto como la seguridad del entorno, registro de eventos y otros muchos aspectos relacionados con la estabildiad del sistema juegan en su contra. Es decir, puede que tardemos más en abrir o instalar un programa, pero su ejecución es ligeramente más rápida. En el mundo real, donde los usuarios mantienen múltiples ventanas abiertas, cierran y cargan programas continuamente, navegan por la Red, gestionan archivos, etc. la realidad es que Windows Vista es más farragoso que Windows XP, al menos a igualdad de hardware.

 

Temperatura: INDIFERENTE

 

Terminamos evaluando el apartado de la toma de temperaturas. Aquí es donde quizá hemos visto más igualdad entre ambos sistemas operativos, algo que al fin y cabo no debe extrañarnos demasiado, pues cada equipo tiene una temperatura de funcionamiento a pleno rendimiento, sobre la que poco puede hacer el software realizando idénticas tareas. Aun así, hemos observado cómo ciertas partes de la máquina eran ligeramente más frias con Vista que con XP. Por contra, la zona del disco duro y procesador daban valores de lectura ligeramente superiores.

 

No vamos a llegar a ninguna conclusión importante con estas diferencias, pues las pequeñas variaciones pueden ser debidas probablemente al funcionamiento interno del sistema de refrigeración y ventilador del propio portátil, que se conecta a intervalos. Esto hace que en la práctica un portátil se caliente y se enfríe constantemente, según el ventilador este o no funcionando. Aún así, podríamos ser ligeramente optimistas a favor de Vista, aunque como decimos, la escasa diferencia de los datos ha de ser interpretada con mucha cautela.

 

Nuestra visión

 

Windows Vista ha de mejorar mucho el apartado de la gestión energética si quiere alzarse como una alternativa real a Windows XP para equipos portátiles, sobre todo en el caso de los nuevos subnotebooks de bajo coste que están apareciendo. De hecho, quizá sería una interesante alternativa que Microsoft ofreciese algún tipo de versión específica para esa clase de segmento donde las florituras visuales son secundarias, y lo que se impone es la eficiencia energética. Mientras tanto, a partir de enero de 2009 el problema será otro: que el único sistema operativo Windows que podrán montar los fabricantes será Vista. Por tanto no queda otra que «tragar» con él, con sus virtudes y defectos, o buscar alternativas en el mundo Linux.

 

Tabla de contenidos

 

1.- Introducción

 

2.- Entorno y  metodología de pruebas

 

3.- Pruebas de autonomía con Windows Vista  y Windows XP

 

4.- Pruebas de rendimiento con Windows Vista y Windows XP

 

5.- Conclusiones finales

 

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