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Análisis

ASUS UX50V

Aunque la multinacional china tiene uno de los catálogos más extensos del mercado, no cesan en su intento de ganar posiciones en todos los nichos. En este caso lo hacen innovando, con un equipo ligero y potente que dará que hablar. ¿Rendimiento o portabilidad? Este ASUS UX50V propone no renunciar a nada gracias a su procesador de bajo consumo y a la incorporación de tecnologías que mejoran la autonomía del equipo.

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Aunque la multinacional china tiene uno de los catálogos más extensos del mercado, no cesa en su intento de ganar posiciones en todos los nichos de mercado. En este caso lo hacen de la mejor manera posible, innovando, con un equipo ligero y potente que dará que hablar.

 

¿Rendimiento o portabilidad? Este ASUS UX50V propone no renunciar a nada gracias a su procesador de bajo consumo y a la incorporación de tecnologías que mejoran la autonomía del equipo sin mermar demasiado su potencial.

 

Los usuarios de ordenadores portátiles están acostumbrados a elegir entre equipos potentes, de peso y dimensiones considerables con orientación multimedia u optar por una máquina más ligera y con mejor autonomía sacrificando gran parte del rendimiento. La abundancia de oferta empuja a los fabricantes a especializarse, buscando diferenciación y nichos de mercado cada vez más específicos. Los netbooks o los portátiles multimedia son dos ejemplos extremos de este panorama.

 

El equipo que analizamos se sitúa junto en una zona en la que rendimiento y portabilidad se equilibran, cada vez menos poblada y con límites más difusos, para ofrecer una solucion que pretende satisfacer a un amplio espectro de consumidores. Competirá directamente con el Acer Timeline (que pronto analizaremos en nuestro laboratorio) por los usuarios que demandan movilidad y rendimiento.

 

 

El ASUS UX50V luce un espectacular diseño en color negro piano, brillante y precioso pero que se ensucia fácilmente al manipularlo. El equipo es un ejemplo perfecto de cómo el uso de plástico no tiene por qué significar un acabado mediocre. Los bordes y perfiles del equipo son redondeados y evitan las formas angulosas o los cambios de color bruscos, dando una sensación de uniformidad.

 

Destacamos especialmente el excelente sistema de bisagras (un punto clave que miramos con especial atención), el cierre magnético y el perfil metálico que protege los bordes y aporta resistencia al conjunto.

 

 

El ordenador cuenta con un teclado QWERTY retroiluminado de tamaño completo (las teclas son idénticas a las de uno de sobremesa) y un pad numérico. Las teclas separadas se han convertido en normal habitual y ASUS también opta por este sistema, que mejora la precisión al teclear y evita la acumulación de polvo y partículas. También nos ha gustado el trackpad integrado, que tiene un acabado fantástico y una precisión más que correcta.

 

En una inteligente apuesta por la sencillez, ASUS no incluye el habitual surtido de luces de colores en la parte superior y varias teclas dedicadas a funciones específicas. Las teclas de función (con el modicador adecuado) permiten controlar opciones como el brillo, volumen, salida de vídeo o conexiones inalámbricas, entre otras, y debajo del trackpad unos LED blancos nos indican el estado del equipo (batería, WiFi, disco duro, etc.).

 

 

La pantalla ha resultado ser una grata sorpresa. Totalmente plana y sin bordes, un marco negro idéntico al que hemos visto en las últimas máquinas de Apple le otorga una apariencia espectacular. El panel ofrece una resolución nativa de 1.322 x 768 puntos y tiene retroiluminación LED que propociona un nivel de brillo superior y menor consumo. Cuenta con un sensor de luz ambiental que regula de forma automática el brillo de la pantalla.

 

Como otros fabricantes ASUS opta por una pantalla con acabado brillante que ofrece mejores negros y mayor contraste a la hora de visualizar vídeos, fotografías o disfrutar con los videojuegos. A cambio no ofrece fidelidad de colores y refleja más de lo que esperábamos. Se puede solucionar ajustando el ángulo de la pantalla pero supone una molestia cuando trabajamos fuera de casa.

 

 

 

La ausencia de puertos en los laterales aporta ligereza y unidad al diseño del equipo. En el izquierdo veremos una tapa de plástico (engorrosa de retirar) que ocupa el lector de tarjetas 4 en 1 y un puerto USB. Soprende encontrar una regrabadora de DVD en un equipo que no supera los 2,8 centímetros en su parte más gruesa, un añadido importante que valorarán muchos usuarios que necesiten grabar y leer soportes ópticos con cierta frecuencia.

 

ASUS aprovecha la parte posterior para situar una salida de auriculares, entrada de micrófono, dos puertos USB adicionales y salidas de vídeo HDMI y VGA, además de una toma Ethernet Gigabit y el conector de alimentación. El ángulo de apertura de la pantalla se ha limitado para evitar que tengamos problemas si conectamos algún dispositivo voluminoso, como un sintonizador de TDT.

 

 

Si echamos un vistazo al hardware veremos novedades tan interesantes como la incorporación de un procesador de bajo voltaje (Intel Core 2 Solo SU3500 a 1,4 GHz) y de una gráfica NVIDIA GeForce G105M con 512 megabytes de memoria dedicada. Esto, unido a los 4 Gbytes de RAM DDR2 que equipa de serie, hacen del ASUS U50VX un equipo rápido y versátil, con una autonomía impresionante teniendo en cuenta que hablamos de una máquina de 15,6 pulgadas.

 

Sometimos al equipo a nuestra batería de pruebas sintéticas habitual, obteniendo resultados excelentes en el apartado gráfico. Windows Vista se desenvuelve con soltura gracias al apoyo de la tarjeta gráfica con Aero y la generosa cantidad de RAM que equipa. Aunque el procesador mononúcleo penaliza en tareas que hagan un uso intensivo de este componente, en la práctica la configuración es equilibrada y la mayoría de usuarios no tendrán problema alguno con sus aplicaciones.

 

También nos animamos a probar la beta de Windows 7 (algo que será habitual a partir de ahora en el laboratorio técnico) y nos sorprendió la fluidez y estabilidad con la que se comportaba. Sin duda los equipos portátiles se verán muy beneficiados de la llegada del nuevo sistema operativo de Microsoft, mucho más razonable en lo que a consumo de recursos se refiere que su predecesor.

En general el equipo mueve con soltura todo tipo de aplicaciones y podemos ejecutar videojuegos no demasiado exigentes sin muchos problemas, siempre que ajustemos el nivel de detalle. La gestión de energía es fantástica y se pueden alcanzar las 4 horas de funcionamiento sin problemas (bastante más si desactivamos la conectividad inalámbrica). En nuestras pruebas nos movimos entre las 4 y las 5,3 horas, dependiendo de la configuración del equipo y de las tareas realizadas.

 

 

Como otros modelos de ASUS el equipo incluye un sistema operativo alternativo llamado Express Gate, basado en una distribución de Linux llamada Slashtop. Con él, podemos realizar tareas como escuchar música, navegar por Internet o hablar por Skype sin necesidad de arrancar Windows Vista.

El apartado sonoro suele ser un punto flaco de muchos equipos que pasan por nuestro laboratorio técnico pero, afortunadamente, este ASUS es una excepción. Un sistema de altavoces avalado por Altec Lansing con subwoofer integrado ofrece un sonido potente y nítido, fantásticos para disfrutar reprocuciendo contenidos multimedia o con videojuegos.

Conclusiones

 

Este equipo supone un gran paso adelante para ASUS como fabricante y es todo un alarde de tecnología y diseño. Este ordenador ofrece un rendimiento fantástico y un acabado de gran nivel por un precio rompedor (949 euros).

 

Detalles menores como una pantalla que refleja más de lo que nos gustaría no enturbian la grata impresión que deja en nuestro laboratorio este ASUS UV50X. Muy recomendable.

 

Me encargo de traer innovación y nuevo negocio al grupo TPNET. Además colaboro en varios de nuestros sitios como MC y MCPRO.

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