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Análisis

Conceptronic HD Docking Station

La cantidad de archivos que se manipulan de forma habitual con un ordenador se ha multiplicado y su tamaño también ha crecido al mismo ritmo que la calidad de las imágenes o las películas, que han pasado de resoluciones estándar a la alta resolución. Los discos duros externos son una solución parcial para esta demanda creciente de espacio, pero existen otras soluciones más prácticas, como la propuesta de Conceptronic que analizamos.

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El almacenamiento magnético supera en varios órdenes de magnitud al óptico tanto en precio por giga como en velocidad de transferencia. Pero no es tan fácil de manipular como los discos DVD o CD.

La cantidad de archivos que se manipulan de forma habitual con un ordenador se ha multiplicado desde la proliferación de las cámaras digitales, las de vídeo o las conexiones de banda ancha. El tamaño de los archivos también ha crecido al mismo ritmo que la calidad de las imágenes o las películas, que han pasado de resoluciones estándar a la alta resolución. Los discos duros externos son una solución parcial para esta demanda creciente de espacio, pero existen otras soluciones más flexibles y económicas a medio plazo.

Los fabricantes de discos duros están diversificando sus gamas hasta el punto de crear productos específicos para el almacenamiento de grandes cantidades de datos. Seagate con la gama Barracuda LP con capacidades de 1 Tbyte, 1,5 Tbyte y 2 Tbytes y velocidad de rotación de 5.900 rpm, consigue un producto silencioso gracias a esta baja velocidad de giro, con menos rendimiento que los modelos de 7.200 rpm pero con un precio que se sitúa en torno a 60 € para el modelo de 1 Tbyte. Un precio casi imposible, para un disco que es complicado encontrar en productos externos USB o SATA.

Por otro lado, si las necesidades de almacenamiento son elevadas será preciso comprar varios discos externos, cada uno con su fuente de alimentación (en el caso de los de 3,5 pulgadas), sin la posibilidad de controlar el fabricante ni el modelo de unidad instalada.

La alternativa pasa por comprar discos duros y conectarlos al equipo mediante las conexiones SATA, pero con el inconveniente de tener que instalar el disco en las bahías, sin libertad para conectarlos y desconectarlos a discreción, y con el problema añadido de la manipulación. Por suerte, los fabricantes ya han pensado en esta complicación y han desarrollado soluciones de conectividad externa como esta de Conceptronic, que permite utilizar con total seguridad discos duros SATA convencionales tanto de 3,5 pulgadas como de 2,5 pulgadas para conectarlos a un ordenador mediante USB 2.0 o mediante tecnología eSATA.

Siempre será preferible emplear la conexión eSATA a la USB, aunque no está tan generalizada como esta última. La velocidad de transferencia a través de eSATA es prácticamente la máxima que proporciones el disco, mientras que la USB está limitada por la interfaz.

El diseño de esta base de Conceptronic para discos duros SATA es correcto, con materiales plásticos en su mayor parte, pero suficientes para proporcionar a los discos un soporte estable y fiable. Es posible realizar extracciones “en caliente”, aunque siempre se recomienda esperar a que no esté conectado, o como mínimo que no esté en mitad de una tarea de transferencia de archivos. Emplea una fuente de alimentación externa e incluye un cable eSATA y uno USB.

Este tipo de soluciones externas para conectar discos duros tiene una ventaja inmediata sobre los discos duros convencionales: es más versátil. Se pueden conectar tanto discos de 3,5 pulgadas como de 2,5 pulgadas y se puede elegir el modelo de disco que se desee de acuerdo con nuestras preferencias.

Por otro lado, si se trabaja con grandes cantidades de datos, esta solución es más económica: se invierten menos de 40 euros en la base, pero luego sólo se necesita adquirir discos duros “sueltos” con un precio más económico hasta el extremo de los nuevos modelos Seagate de 5.900 rpm con 60 euros por cada Tbyte de capacidad.

En cuanto a rendimiento, cuenta con la conexión USB de presencia casi obligada para maximizar la compatibilidad, pero también con otra de tipo eSATA para maximizar el rendimiento. Lo mejor de ambos mundos en una solución externa.

Como desventaja, está la necesidad de almacenar los discos duros con más cuidado, al tratarse de unidades “desnudas” con la circuitería expuesta. Este problema se soluciona mediante un sistema de archivo y almacenamiento de las unidades riguroso, que demanda algo más de atención que los discos USB externos tradicionales.

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