D-Link EyeOn Baby Camera, análisis

D-Link EyeOn Baby Camera es un vigilabebés que se vale de la tecnología WiFi y los dispositivos móviles para aportar tranquilidad a los padres, ya que pueden mantener bajo control a sus hijos en todo momento.

En concreto, se trata de una cámara IP con resolución HD 720p, visión nocturna, altavoz y micrófono, que además incorpora detectores de movimiento, sonido y temperatura para que nada escape del control de los padres. En combinación con smartphones y tabletas Android e iOS su funcionamiento es aún más completo, por obra de la app mydlink Baby Camera Monitor.

Así, se diferencia de otros vigilabebés que solo funcionan dentro del hogar y es posible estar al tanto de todo en remoto gracias a una conexión a Internet, tanto desde la citada app como a través del portal web mydlink. Desde la app, podremos controlar el zoom de cuatro aumentos de la cámara y el acceso a la imagen queda protegido mediante usuario y contraseña.

Por su parte, D-Link EyeOn Baby Camera tampoco necesita un router para funcionar, ya que genera su propia red WiFi 802.11n (a través de la cual se conectarán los diversos dispositivos que emparejemos).

Funciones avanzadas

Otras características interesantes de esta cámara son la presencia de LEDs infrarrojos (que se encargan de proporcionar la visión nocturna), el sistema de altavoz y micrófonos bidireccionales (para comunicarse con el bebé además de oirle) y el sistema de notificaciones que se activa en caso de lloro o movimiento, así como tras detectar cambios de temperatura en la habitación donde se ubique.

En dichos casos, recibiremos una alerta en el smartphone o tableta (de tipo visual o acústico). Por otra parte, un LED permite saber al instante si la temperatura es la que hayamos indicado al configurar la cámara (rojo por encima, azul por debajo y verde en parámetros normales).

D-Link EyeOn Baby Camera también incorpora una ranura para tarjetas microSD, con lo que permite grabar fotos y vídeos y compartirlos fácilmente con apenas un par de clics, e incluye un reproductor con cinco nanas que se puede programar (tanto en duración como en volumen).

Diseño y alimentación

En cuanto a diseño se refiere, su tamaño (de forma esférica) es bastante compacto con una apariencia que no desentonará en ambientes infantiles, y dispone de aros azules y rosas intercambiables para personalizarla. Además, incorpora una base de fijación a superficies planas y un kit de montaje a pared, para colocarla como prefiramos o nos sea más cómodo.

En funcionamiento, requiere de un cargador microUSB (como el de la mayoría de los teléfonos móviles), aunque también puede utilizarse sin enchufar gracias a la batería incorporada.

Conclusiones

La calidad de la imagen es bastante buena y lo suficientemente fluida como para no experimentar problemas, mientras que la comunicación vía audio registra un leve retraso pero en absoluto preocupante. Para regular el enfoque, lo haremos en el momento de configurar la cámara desde el propio aparato.

Con solo pulsar un botón podremos hacer que empiece a sonar una nana, y por lo general todo resulta muy sencillo de utilizar, cambiando automáticamente de modo infrarrojo a normal en función de las condiciones de luz.

Eso sí, la app está todavía un poco verde y hace falta pulirla; imaginamos que D-Link ya trabaja en actualizaciones que optimicen su funcionamiento en segundo plano y solucionen algún problema menor de usabilidad. En cualquier caso, sigue siendo una de las mejores alternativas de App Store en este sentido.

Por tanto, estamos ante un buen producto con características francamente interesantes, pero que requiere que el software para dispositivos móviles se situé a la altura de lo esperado. El precio de D-Link EyeOn Baby Camera ronda los 130 euros, un tanto elevado pero que se corresponde con las tecnologías incorporadas.