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Google Glass, peligro inminente

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Un nuevo ataque sobre un usuario de Google Glass vuelve a poner sobre el tapete el ‘peligro’ de usar estas gafas conectadas.

Google comercializará sus gafas mañana martes 15 de abril.  Aunque las unidades serán limitadas y solo para residentes de Estados Unidos mayores de 18 años con una dirección de envío válida en el país, es la primera vez que la firma de Internet abre la venta de Google Glass al público en general.

El precio de venta será elevado (1.500 dólares sin impuestos) y además de las Glass incluirá varios modelos de armazón a elegir donde podrán ser montadas.

Además de este primer lanzamiento (el general para venta masiva llegará las próximas navidades) Google anunció recientemente un interesante Glass at Work Explorer Program» con el que Google quiere llevar las Google Glass a los puestos de trabajo.

Y en esas estábamos cuando nos llega un nuevo ataque a un usuario de las gafas conectadas que está teniendo repercusión en Estados Unidos. No es el primero aunque se trata de un periodista que estaba cubriendo una manifestación precisamente contra Google y las motivaciones podrían ser muy diversas.

El potencial de Google Glass con el objetivo de convertirse en uno de los gadgets de la década y en plena explosión de los wearables o ‘dipositivos vestibles’, es claro, pero también la polémica que las rodea y antes de su llegada ya hay sitios donde se anuncian que estarán directamente prohibidas.

Google ya publicó una guía de buenas prácticas para evitar que los usuarios de Glass se convirtieran en un idiota con gafas conectadas. En ella recomienda uso del sentido común y respeto al prójimo, comenzando por pedir permiso expreso para grabar a otras personas o responder educadamente a las preguntas sobre el dispositivo que puedan surgir del público en general cuanto te vean con las gafas puestas y ante la sorpresa que puedan causar en distintos ámbitos, fuera del mundo de la tecnología.

Puedes apostar que más de unas Google Glass acabarán rotas en el suelo cuando un ciudadano considere violada su privacidad y le dedique un buen directo a un idiota con gafas conectadas que nos tememos abundarán cuando el dispositivo y otros modelos similares inunden masivamente el mercado.

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