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Android e iOS firman la defunción de Flash en la web

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Hace unos años, pocos nos imaginábamos una web que no estuviese en buena medida protagonizada por Flash. La tecnología Flash era la encargada de reproducir vídeos en portales como Youtube, nos entregaba miles de “animaciones entrañables” y era la responsable del desarrollo de las primeras aplicaciones serias accesibles desde la web.

Pero tal y como afirmó Steve Jobs en 2010 en una carta que despertó una gran polémica, “HTML 5 es el futuro y Flash ya no es necesario”. Si en ese momento la proclama de Jobs sonó como una salida de tono, lo cierto es que el tiempo parece haberle dado la razón: HTML5 está en pleno auge mientras que el uso de Flash no para de decrecer.

Según nos cuenta la CEO de Rapt Media los principales responsables del declive de Flash son los principales sistema operativos móviles: iOS y Android. Y es que mientras que Apple se negó en redondo (y se sigue negando) a aceptar que Flash se colase en sus dispositivos móviles (dicen las malas lenguas que para que no hiciese competencia a la Appstore), los intentos que ha habido en Android han dejado a los usuarios con un sabor agridulce. Flash funciona en terminales Android, pero versión tras versión no deja de ser una máquina enorme que devora recursos y batería y no ofrece resultados óptimos.

Si además tenemos en cuenta que cada vez consumimos más contenidos en smartphones y tablets y menos en nuestros equipos de sobremesa, los desarrolladores parecen haber resuelto la ecuación a favor del nuevo estándar, abrazándose a la tabla de salvación que representa HTML5.

Lo cierto es que si bien el nuevo lenguaje todavía no es tan potente como lo es Flash, tiene algunas ventajas sobre su competidor, como la integración de semantic markup en vídeo (lo que permite ser indexados por los motores de búsqueda)  o su funcionamiento más que fluido en dispositivos móviles, lo que consigue que sean precisamente empresas como Google o Apple las que más están contribuyendo a su desarrollo.

Por supuesto otros grandes abogados del nuevo formato está representado por la industria publicitaria. Porque ¿Tiene sentido seguir desarrollando anuncios en Flash que no van a poder verse dónde se encuentran sus consumidores? Y sí, puede que consigan hacer anuncios más complejos o espectaculares… ¿Pero de qué sirve si a medio plazo nadie los va a poder ver?

En un mundo de Apps Flash se presenta como una tecnología obsoleta, que como le pasó al viejo Windows XP, vivirá una dulce decadencia durante unos años, toda vez que HTML5 sigue sin ser un lenguaje perfecto, mostrando algunas lagunas (en el desarrollo de juegos on-line por ejemplo) que de momento únicamente la tecnología de Adobe puede resolver…pero… ¿Durante cuánto tiempo?

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