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Cómo ejecutar apps Windows o Linux en un Chromebook

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La llegada de los portátiles Windows económicos han atajado de raíz el aspecto precio que era una de las ventajas de los Chromebooks. Sin embargo, los portátiles en nube de Google siguen teniendo otras ventajas (también limitaciones por concepto) como su facilidad de uso y administración, su arranque instantáneo, su estabilidad, administración remota, la permanente actualización gratuita o cuestiones de seguridad, «libre de todo virus», cita Google.

Es por ello que los Chromebooks siguen vendiéndose muy bien (especialmente en el mercado educativo) y pueden ser el primer Linux que plante cara a Windows y Mac OS X en escritorios informáticos. Más si como se intuye, Google terminará fusionando Chrome OS con Android y llegarán decenas de miles de aplicaciones a la plataforma.

¿Y si quiero ejecutar aplicaciones Windows (o Linux) en un Chromebook en el hogar, empresas o escuelas? Aunque no de manera nativa es posible y hoy repasamos algunas de las fórmulas para lograrlo :

Acceso a un escritorio remoto Windows

Chrome OS tiene el objetivo de ser un sistema operativo ligero por lo que una de las maneras es acceder de forma remota desde un Chromebook a un ordenador con Windows y poder ejecutar sus aplicaciones. Para ello instalaríamos en el Chromebook la aplicación Chrome Remote Desktop que permite desde una ventana del navegador acceder al equipo con Windows y correr sus aplicaciones. Esta fórmula tiene la gran desventaja que tendremos que mantener encendido el equipo con Windows para poder acceder desde la máquina de Google.

Otra opción similar sin tener que usar otros equipos con Windows es utilizar un servidor remoto. Por ejemplo con aplicaciones como Citrix Receiver que permite acceder a las aplicaciones de Windows alojadas en un servidor Citrix o utilizar un cliente RDP para acceder a un escritorio remoto alojado en un servidor Windows. Esta fórmula queda fuera del mercado de consumo pero es ideal para empresas y organizaciones que pretendan ofrecer a sus empleados acceder de forma remota el software alojado mediante máquinas ligeras como los Chromebooks.

Utilizar el Modo Desarrollador y Wine

Como sabrás, Wine es una aplicación de código abierto que permite ejecutar aplicaciones Windows en Linux y Mac OS X. Es un software de escritorio que no puede instalarse y ejecutarse de manera típica en el escritorio de Chrome OS. Sin embargo, el sistema de Google está basado en Linux lo que permite utilizarlo activando el modo desarrollador e instalando Crouton, obteniendo un escritorio Linux en Chrome OS donde sí podríamos instalar Wine.

A partir de ahí podemos cambiar entre los escritorios de Chrome OS y Linux sin tener que reiniciar y ejecutar software Windows. Wine no es perfecto, no soporta todas las aplicaciones Windows y requiere un Chromebook con chipset Intel (no ARM) pero es otra de las opciones.

Utilizar el Modo Desarrollador y una máquina virtual

Tras activar el modo programador en el Chromebook, la creación de una máquina virtual nos permite instalar un sistema operativo Windows (o Linux) y correr sus aplicaciones. Como en el caso anterior de Crouton y Wine, requiere una máquina con chipset Intel. Además, necesitaremos que el portátil en nube de Google sea lo suficientemente potente, con espacio en disco suficiente y RAM para poder asignarla a nuestra máquina virtual.

VirtualBox es una de las opciones gratuitas de software de virtualización y permite instalar sistemas operativos Windows o Linux como vimos en la prueba de Windows 10 Technical Preview y ejecutar sus aplicaciones.

Ninguna de las opciones mostradas son la panacea ni la plataforma ideal porque los Chromebooks no están diseñados para ello, pero es una opción a considerar para acceder puntualmente a esa aplicación Windows que necesitas. O aplicaciones Linux que podrás utilizar una vez instalado el entorno de escritorio.

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