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Análisis

Skoda Octavia Combi G-Tec, estrategia

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«No vas a rendir la orilla del rio. No me importa si has perdido la mitad de tus hombres. Pierde la otra mitad. Piérdete a ti mismo» Nikita Khrushchev, Enemigo a las puertas 2001

La trinchera ha sido nuestro hogar durante los últimos 11 o 12 días. Es difícil distinguir el amanecer entre el humo de la pólvora, la niebla y la cara cubierta de barro cuando el sueño nubla la vista y comes, duermes y realizas el resto de tus funciones fisiológicas cuando paran los disparos un par de horas al día. Somos treinta, aunque a uno de nosotros esta mañana no hemos conseguido despertarle. De todas formas nos espera su misma suerte en cuanto asomemos la cabeza por encima del terraplen y pronto el hambre y la sed nos obligarán a hacerlo.

Las últimas horas las hemos pasado en silencio, sentados, apoyados en nuestras escopetas, muchas de ellas ya inútiles por falta de munición, escuchando el silbido de las balas, los gritos de los heridos, el estallido de las bombas. Cada una de nuestras mentes ha viajado al lugar al que viajan los pensamientos antes de morir: a casa. Veo algunas lágrimas, alguno mira hacia el suelo entre los brazos, otros al cielo para no ver nada. Entonces el irlandés se levanta como un resorte arriesgándose a que le vuelen la cabeza.

Le cojo del brazo tirando con fuerza hacia mi y le susurro con rabia «estás loco, harás que nos maten a todos» no se por qué le he dicho eso, eso va a suceder de todas formas. Entonces me doy cuenta que bajo el barro que le cubre la cara del que asoman mechones de su barba pelirroja sus ojos están encendidos con una luz que hace meses que no veía en los ojos de nadie y su boca dibuja una sonrisa. «¡Tom!» me grita a pocos milímetros de la cara «tengo un plan…».

Ficha técnica

El grupo VAG ha tenido en los últimos tiempos que afrontar una situación difícil por motivo del llamado «Dieselgate» que le ha obligado a afrontar demandas muy importantes por parte de gobiernos y particulares. Pero la estrategia del consorcio alemán y a pesar de que entre otras cosas esta situación le ha dado mala prensa en el terreno de la sostenibilidad y el ecologismo, tiene la vista puesta en un futuro de coches más respetuosos con el medio ambiente.

No sólo eléctricos

Y no nos referimos solamente a los eléctricos de la casa como el nuevo e-Golf, los modelos de Audi e-tron o los anuncios de los próximos lanzamientos de Skoda en este terreno sino que sus ingenieros hace tiempo que exploran otras alternativas a los combustibles fósiles. Es el caso del Gas Natural Comprimido, un combustible proveniente del gas natural que usamos en nuestras casas para calentarnos y cocinar y que ya usan muchos vehículos industriales y servicios de muchos ayuntamientos.

El GNC es un gas que contiene principalmente metano y que presenta múltiples ventajas con respecto a los combustibles tradicionales. Sus emisiones son mucho más bajas que los motores de gasolina o Diésel, es más difícil que entre en combustión de forma accidental, son sistemas cerrados que no tienen pérdidas y tienen un coste de mantenimiento más bajo que el de un sistema de combustión tradicional.

Además en países como España existen ventajas fiscales y hasta planes de subvenciones (como el plan MOVEA que por otro lado ya se ha agotado para este año) además de tener un coste por kilómetro recorrido comparativamente más bajo (aproximadamente unos 4 euros los 100 kilómetros). Finalmente y gracias a que por sus bajas emisiones están clasificados como ECO por la DGT, algunos ayuntamientos (como el de Madrid) bonifican estos vehículos en el caso de aparcamiento regulado y les permiten circular en escenarios de alta contaminación.

Pocas estaciones

Los inconvenientes de los coches con GNC son principalmente la escasez de surtidores, que tienen que proporcionar el gas a la presión adecuada, y el espacio que ocupa el depósito del gas que a igualdad de autonomía es mayor que el de un depósito equivalente de combustible fósil. Esta pequeña introducción es necesaria para saber qué tipo de vehículo estamos hablando en esta ocasión, un muy ecológico y práctico Skoda Octavia Combi G-TEC 1.4 TSI. Una versión muy interesante para el sistema GNC como veremos más adelante y que combina gas natural con gasolina en el mismo motor.

Por fuera el Octavia es un coche sobrio, con líneas modernas pero que se permite muy pocos atrevimientos en el lado del diseño. Quizás lo más sobresaliente sea el cambio de los grupos ópticos delanteros con respecto a la versión anterior, y no es un cambio que los aficionados a la marca celebren de forma unánime por cierto. En este modelo se encuentran divididos en dos zonas lo que le da un aire extraño que sin embargo personalmente no me disgusta.

La línea de la carrocería tampoco es demasiado arriesgada y no «cae» hacia la parte de atrás, cosa que por otro lado contribuye a un excelente superficie acristalada y visibilidad para los pasajeros. Los paragolpes también tienen un nuevo diseño con respecto al Octavia anterior. Lo que sí salta a la vista es que es un coche grande, impresión que queda confirmada por las mediciones, con 4,67 metros es toda una señora berlina.

Interior sin sobresaltos

En el interior la impresión de coche grande se confirma. Las plazas delanteras son generosas y muy cómodas y los mandos de todos los controles muy a mano. Nos ha gustado el volante que aún no siendo deportivo es cómodo de manejar y también dispone de todos los controles muy accesibles. La instrumentación es la que nos encontramos en sus parientes de grupo y es muy completa. Entre los diales de cuentakilómetros y revoluciones se coloca un display de información que en este caso también nos dará datos de la calidad del gas.

Una peculiaridad es que tendremos indicadores de capacidad de los dos depósitos, el de gas y el de gasolina, y el ordenador de abordo nos dará información detallada del consumo, autonomía y demás de cada uno de los sistemas de combustión. En el centro de la consola encontramos la pantalla del sistema de infotainment de 9,2 pulgadas. Dicho sistema es uno de los puntos fuertes del Skoda con capacidad de conexión SmartLink que permite conectarse a Android Auto, Apple Car Play o MirrorLink además de conectividad completa Bluetooth, reproducción de USB y otras funciones.

También es posible adquirir una versión que permita compartir una conexión a Internet la cual incorpora una tarjeta SIM. A través del sistema SmartGate el vehículo puede transmitir al móvil distintos parámetros del funcionamiento del coche que pueden ser visualizados y modificados con aplicaciones específicas de Skoda. Dentro del sistema de navegación tendremos además información de ruta, del tiempo, posibilidad de visualizar el mapa con Google Earth, importación de rutas y destinos, noticias… todo un ecosistema de información que complementa al excelente navegador.

Los acabados del Skoda Octavia nos han parecido correctos, aunque con algunos materiales algo menos nobles en ciertos puntos y con aspecto sobre todo muy sobrio y funcional. Se escapa a esta sobriedad la iluminación LED de las puertas de la que podemos cambiar el color. Por lo demás muchos detalles prácticos con múltiples papeleras y zonas para la colocación de objetos tanto en las plazas delanteras como las traseras.

Al fondo hay sitio…

Detrás se viaja cómodos, como hemos adelantado el Octavia no ha arriesgado con unas líneas demasiado deportivas y eso se hace notar en que la altura del techo es generosa y personas de cierta estatura pueden viajar cómodamente. En anchura también admite hasta tres personas sin demasiados problemas y con la comodidad de disponer de salidas de aire e incluso de un enchufe de 220 voltios compatible con cualquier aparato electrónico.

Detrás el maletero ha sido el gran sacrificado de la versión de gas natural. El inmenso maletero que en otras versiones alcanza los 610 litros se ve reducido a 480 litros y a eliminar el hueco de la rueda de repuesto para dejar espacio a los dos depósitos de 7,5 kilogramos que nos permitirán cargar GNC. Sin embargo el sacrificio no es tan grande precisamente gracias al gran cubicaje del maletero del que partimos por lo que es más que suficiente para un buen montón de maletas o compras importantes.

Conduciendo con gas

Al momento de sentarnos al volante del Octavia GNC quizás pensábamos en que deberíamos notar algo distinto… pero no. Giramos la llave del contacto y notamos la leve vibración y apenas ruido pero el mismo que si estuviéramos arrancando un coche de gasolina. Y aunque luego nos enteramos que el arranque es con gasolina y que solamente después entra en los cilindros el gas natural la verdad es que no se nota diferencia, ni acelerando ni al ralentí.

En cuanto a las prestaciones es difícil encontrar diferencias, en realidad se trata del mismo motor girando con dos combustibles distintos, uno más «sucio» que otro, el gas natural comprimido más quizás más eficiente (gasta unos 5 kilos a los 100 y el kilo de GNC está más o menos a 0,9 euros). El comportamiento es suave en ciudad y lo suficientemente enérgico en autovía, aunque tendremos que apurar el excelente cambio automático DSG. Al fin y al cabo 110 caballos para un coche del tamaño del Octavia son algo justos.

Lo que más nos ha gustado del motor es sin duda la suavidad y el silencio. Una de las peculiaridades del sistema es que no podemos elegir cuándo quemamos gas natural y cuando gasolina, siempre se agotará primero el depósito del primero antes de quemar petróleo. Eso y la autonomía de unos 300 kilómetros con gas hacen que sea más que suficiente para el uso diario, siempre que tengamos localizada una estación de repostaje de GNC, cosa que no es tan fácil si no vivimos en grandes ciudades pues hay solamente 49 estaciones de servicio que lo surtan.

Viajando sin darnos cuenta

El confort de marcha es muy bueno y se nota el cuidado de las suspensiones para favorecer la comodidad en ruta. Quizás echamos en falta algo de agilidad en curva ya que en ocasiones y si llevamos el coche algo al límite en curva se muestra un poco torpe pero en ningún caso se torna imprevisible. De todas formas no es un modelo que esté pensado para correr, la comodidad del cambio DSG y el confort de marcha hacen que hacer kilómetros sea todo un placer.

Nos hemos quedado muy agradablemente impresionados por la multitud de sistemas de ayuda a la conducción disponibles como el control de crucero adaptativo con radar, lane assist para mantenerse en el carril actuando sobre el volante, sensor de luces, detector de punto muerto, detector de peatones… mucha seguridad, buenos faros y una sensación de «coche caro» equipado con todo realmente agradable.

Conclusiones

Este Skoda Octavia Combi es una combinación de muy buenas ideas, una estrategia perfecta. Por un lado un sistema de propulsión ya probado en varios modelos del grupo que proporciona una autonomía más que suficiente para viajes en ciudad usando solamente gas natural y que permite sumar hasta 1.300 kilómetros sin repostar en conjunción con la gasolina. Una combinación perfecta entre practicidad y ecología urbana con la posibilidad de hacer largos viajes sin visitar gasolineras o puntos de repostaje de gas.

Por el otro la carrocería perfecta para esta filosofía: un coche que permite alojar dos tanques de 7,5 kilos de gas sin apenas sacrificios en el maletero, con un confort de marcha excelente y muchos detalles prácticos lo que le hacen una herramienta de trasporte perfecta en ciudad y al mismo tiempo un buen viajero. Para mi una opción interesantísima con un precio para nada descabellado y es que aunque el MOVEA se haya agotado Skoda tiene ofertas que le acercan mucho en precio a modelos parecidos que funcionan con combustibles tradicionales.

 

Notas finales

8Nota

Prestaciones7

Diseño7

Consumo8

Confort8

Sistema de Infoentretenimiento9

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