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Análisis

Volkswagen Touareg, destreza

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«La perfección no solamente se trata de control»  Thomas Leroy (El Cisne Negro, 2010)

Cansado. Esa sensación de agotamiento que le embargaba a todas horas no había desaparecido tras una noche de sueño agitado. Entumecía sus extremidades y agarrotaba su cerebro. Sin embargo no tenía sueño. Así que abrió los ojos y a pesar de la niebla que espesaba sus pensamientos observó a su alrededor, respiró profundamente y se incorporó. El colchón de muelles y toda la cama se quejaron estirdentemente de ese cambio del reparto de pesos hasta que se quedó sentado al borde. Encorvado, mirando al suelo. Baldosas. Baldosas durante cinco largos minutos hasta que se dió cuenta que estaba mirando el suelo y se incorporó lentamente. Nada bueno del crujido de las rodillas, de la sensación al enderezar la espalda de que las vértebras no acababan de encajar del todo. Por fin erguido Antonio sintió por completo el empuje de la gravedad sobre su inmenso cuerpo. Tan grande que casi tocaba el techo con la cabeza.

Bostezó. Se rascó la cabeza con las manazas que podían esconder un melón sin dificultad. Y lentamente se acercó a la puerta del baño y se agachó de forma cómica pero necesaria para entrar en él. Estaba harto de que estas operaciones matutinas fueran tan lentas para él: tropezar con los muebles, golpearse la cabeza, tener grandes dificultades para escribir con un bolígrafo o coger una cuchara. Y sin embargo nadie notaba mal humor en Antonio. La naturaleza le había proporcionado una infinita paciencia, probablemente para defenderse de forma preventiva de la fuerza destructora que podría suponer una criatura tan grande desatada por la ira. Así él afrontaba todas las incomodidades y desaires del un mundo que no estaba hecho para su tamaño con suspiros de resignación. Vestirse, suspiro, peinarse, suspiro, desayunar, suspiro… Entonces cogió la bolsa y se dirigió hacia la puerta. Hoy tenía clase de ballet.

El Touareg no es un modelo más de la gama de vehículos de Volkswagen, se trata de un todoterreno desarrollado por Porsche conjuntamente con el Cayenne de esta empresa alemana. Es decir, nació conceptualmente como un deportivo con disfraz de todoterreno, o como un todoterreno deportivo concebido en la mesa de diseño de una de los fabricantes de coches más prestigiosos del mundo del automóvil. Y de esa mesa de diseño no solamente salieron el Touareg, sino también el mencionado Cayenne y el Audi Q7. Es uno de los modelos más voluminosos y exclusivos de Volkswagen a la vez de ser el más preparado para excursiones fuera del asfalto de los que ofrece el fabricante alemán.

Ficha técnica del Volkswagen Touareg

La unidad que pudimos probar pertenece a la tercera generación de esta gama relativamente joven en la que como veremos se han incorporado todos los avances tecnológicos que va incorporando Volkswagen a sus vehículos. En este momento el Touareg comparte plataforma no solamente con el mencionado Cayenne y el Q7 sino que se incorporan a la exclusiva familia el Q8, el Bentley Benteyga y el primer SUV de Lamborghini: el Urus. Se trata de un coche de gran tamaño ya que alcanza los 4,88 metros de longitud y se une a una amplia oferta de SUVs de tamaño similar de distintos fabricantes, sobre todo alemanes.

Viaje estilístico

Echando un vistazo al exterior el viaje estilístico del Volkswagen Touareg transita actualmente por un aspecto mucho más futurista que la generación anterior. Con esto este modelo ha perdido un poco ese aspecto todoterreno que aún conservaba para alinearse con la imagen de SUV moderno para competir con modelos más urbanos y ruteros, aunque como veremos más adelante supera a muchos de ellos en cuanto a capacidades todoterreno. Uno de los elementos que más llaman la atención es el morro, en el que parece no distinguirse la parrilla de ventilación de la zona de los grupos ópticos ya que toda la parte frontal está recorrida por barras horizontales.

Todo queda soportado por un parachoques en el color de la carroceria que lo arropa en la parte inferior y que limita la toma de aire inferior y las luces antinieblas en cuyo hueco también está cubierta por las susodichas barras. En el caso de nuestro modelo estas barras son de color fibra de carbono y le dan un aire agresivo y deportivo, subrayado por el contraste del color blanco de la carrocería. La línea sigue un trabajado compromiso entre un medio camino entre SUV y todoterreno y el esfuerzo por dar un trazo deportivo al conjunto, que se traduce la caída del techo hasta el spoiler trasero y la forma en la que combinan las ventanillas, las traseras oscurecidas en nuestro caso.

Es casi como si se hubiera montado la parte de abajo e la carrocería de un todoterreno, sobria y musculosa, y a partir de las ventanillas se hubiera insertado la forma de un coche deportivo. Una mezcla que resulta interesante y que le da mucha personalidad a este Touareg. También encontramos un sello particular en las formas de la parte trasera. Los grupos ópticos están colocados altos y se dividen en dos al abrir el amplio portón para acceder al maletero. Dispone de dos salidas de escape con aspecto deportivo (ambas funcionales) y una franja reflectora en color rojo que subraya el caracter deportivo de la zaga. El parachoques es de tamaño generoso para no olvidar el toque todoterreno o SUV con empaque que encontramos en muchos detalles del Touareg.

Falso pequeño

El primer vistazo devuelve un efecto curioso, se trata de un coche grande, más que la generación anterior, pero no da la impresión de serlo. Nos damos cuenta del verdadero tamaño cuando nos acercamos para subirnos a él. Y es que este Touareg tiene mucho espacio en su interior y además está bien aprovechado. Al subir nos damos cuenta de que a pesar de ser un coche grande no es tan alto como antes por lo que las capacidades todoterreno se ven algo limitades. El acceso es muy cómodo y no cuesta subir además del gran espacio que dejan las grandes puertas tanto delanteras como traseras.

El interior del coche apuesta por un «todo pantalla» espectacular ya que la gran pantalla de 12 pulgadas que hace las veces de la zona de indicadores de velocidad y revoluciones prácticamente se extiende hasta la enorme pantalla central de 15 pulgadas dando una sensación de continuidad y por supuesto un aire tecnológico impresionante, compitiendo y quizás superando la impresión futurista de la pantalla de los modelos de Tesla. A los lados de esta «zona de visualización» prácticamente continua el diseño reproduce en cierta manera el efecto de barras horizontales del frontal con dos zonas de aireación, una más pequeña a la izquierda y otra a la derecha en la que las rejillas se extienden desde la pantalla hasta el límite del salpicadero.

Esta réplica del diseño del frontal da un punto de personalidad muy acertado y exclusivo. Por otro lado los materiales de los recubrimientos son de alta calidad y muy bien ensamblados por lo que este ejecicio de modernidad y diseño queda perfectamente arropado. Otra de las cosas que llama poderosamente la atención es la práctica ausencia de botones en el salpicadero. Casi todas las funciones las activaremos desde la pantalla central, que propone una zona superior con iconos de acceso rápido configurables, otra inferior desde la que se controla el climatizador y otra zona a la izquierda que también dispone de iconos configurables.

Información del Volkswagen Touareg

La pantalla de información tras el volante es parecida a la que encontramos en otros modelos de Volkswagen y ofrece varias posibilidades de configuración como la de mostrar el mapa del navegador o la información del radar del control de crucero. La pantalla de 15 pulgadas es de muy buena calidad y la respuesta táctil es muy buena, aunque el que no haya botones físicos limita el que podamos encontrarlos con el tacto por lo que desplazaremos la vista a la pantalla. Por otro lado la ausencia de botones le da un aspecto increíble al interior, sobre todo con las pantallas apagadas lo que vemos es una gran superficie de cristal de color negro. Un efecto «nave espacial» en reposo realmente conseguido.

Nos ha parecido especialmente cuidado el aspecto ergonómico, con multitud de ajustes para los asientos y detalles que no se suelen cuidar como zonas de reposo para las muñecas y los brazos para hacer más cómodo el pasar mucho tiempo dentro del coche. Reseñable el apoyabrazos delantero y la zona acolchada justo debajo de la pantalla que en la que apoyar la mano. En la parte inferior del salpicadero, delante de la palanca de cambios se ha dispuesto una zona para colocar el teléfono móvil con carga inalámbrica. Aunque tiene una forma irregular tiene el tamaño suficiente para prácticamente cualquier SmartPhone (cosa que no es tan común).

Espacio

Aunque hay espacio de sobra en la parte delantera, donde más se nota la generosidad de las dimensiones del Touareg es en los asientos traseros. La anchura es holgada y más que suficiente para tres personas. El túnel de transmisión provoca un relieve en el centro pero no es muy alto y apenas molesta para la colocación de las piernas del pasajero del centro. El espacio para las piernas también es sobresaliente y además es configurable ya que podemos desplazar los asientos longitudinalmente e incluso variar la inclinación del respaldo. Dispone de aireación independiente de las plazas traseras y una buena cantidad de huecos portaobjetos.

El maletero es grande, tanto que es curioso que no exista la opción de una tercera fila de asientos como pasa con algunos modelos de la competencia, aunque es cierto que esto sacrificaría la versatilidad de la segunda fila y limitaría su capacidad de desplazamiento. El espacio disponible es de 615 litros y si desplazamos los asientos traseros hasta su posición más adelantada podemos llegar a los 810 litros. Si los abatimos (podemos hacerlo desde el maletero) podremos conseguir nada menos que 1.800 litros con una superficie de carga bastante regular y horizontal. El maletero está muy bien iluminado, dispone de railes para accesorios y de un botón que permite bajar la suspensión para facilitar la carga. El portón es de apertura eléctrica, indispensable por su peso y tamaño.

Enciendan motores

Antes de ponernos al volante para la prueba dinámica del buque insignia de Volkswagen nos gustaría hacer un repaso tecnológico a todo lo que ofrece. La marca alemana ha hecho un grandísimo trabajo de investigación y desarrollo de sistemas activos y pasivos de ayudas a la conducción desde hace ya muchos años. El resultado es lo que encontramos en este Touareg: aparcamiento automático, asistente de cambio de carril, control de crucero adaptativo con radar, control de tracción (ASR, EDL y EDTC), asistente de salida de aparcamiento (trasero y delantero), visión periférica 360º, asistente para atascos y cruces, asistente de luz de carretera (apagando y encendiendo las luces largas pero también controlando su dirección y forma)…

Y nos dejamos algún que otro sistema menor, pero lo más importante de esta larga lista de opciones (algunas realmente caras) y sistemas de serie es que funcionan realmente bien y que son de muchísima ayuda para el manejo de un coche de un tamaño tan imponente como el Touareg. Es importante que su uso se convierta en algo natural y que no interfieran con la conducción, algo fundamental para compradores de coches que buscan no perder sensaciones sin renunciar a las muchas ventajas que ofrecen los modernos sistemas de ayuda a la conducción. En Volkswagen parecen conseguirlo.

Y con esto presente nos dispusimos a probar cómo se conduce el Touareg. Tuvimos en nuestras manos y bajo nuestro pie izquierdo nada menos que un V6. Un motor diésel de tres litros con turbo e intercooler que rinde 286 caballos, a proori suficientes para mover con soltura una masa tan grande como la del Touareg. El arranque silencioso, el motor apenas hace ruido al ralentí incluso en frío y sube de vueltas con suavidad hasta que se alcanza la zona donde el turbo entra en el equipo, por encima de las 2.000 revoluciones, y el sonido ronco de la pareja de escapes se oye como un ruido lejano pero estimulante.

Volkswagen Touareg: Potencia

Se trata de un motor excelente con una respuesta lineal a la que contribuye el sobresaliente cambio automático de convertidor de par. El cambio en ocasiones es algo conservador y está pensado más para su uso en autopista que no en carreteras en las que podamos requerir un salto de potencia de forma inmediata, pero en esos casos podemos pasar a cambio manual y conseguir ese comportamiento sin problemas. Las suspensiones también son ruteras y comodísimas pero bien taradas y con la ayuda de los controles electrónicos y la tracción a las cuatro ruedas capaces de encadenar curvas a velocidades altas sin balanceos y con un control asombroso.

Aunque el Touareg ya no incorpora reductora las excursiones fuera del asfalto son posibles con este gran coche. Gracias a la selección de la configuración de modos de conducción (hasta siete modos distintos con la opción Off Road) y la posibilidad de actuar sobre la suspensión pneumática (es una opción) para elevar el coche hasta 75 milímetros nos podremos aventurar por terrenos difíciles sin inconvenientes. Si además utilizamos el sistema de visión de 360 grados el conjunto permite un uso todoterreno sin demasiados problemas a pesar de su aspecto eminentemente deportivo.

Conclusiones

Los buques insignia de las marcas de coches suelen ser el repositorio de todos los avences tecnológicos, de diseño, acabados y en la fabricación de motores. Se trata de un escaparate además de un vehículo de alta gama y desde que Volkswagen descontinuara su Phaeton quedó el Touareg, hermano del Q7 y el Cayenne, para mantener alto el estandarte. Y no parece que el estandarte vaya a caer, todo lo que nos hemos encontrado en el Touareg es innovador (nos ha encantado el sistema de «pantalla continua» y los sistemas de ayuda a la conducción), bien resuelto (acabados y motor impecables) y en definitiva muy atractivo.

En cuanto al comportamiento del coche también ha sido una agradabilísima sorpresa. El motor y el cambio realmente ajustados y responsivos interviniendo sin que lo notemos, dando la impresión de que conducimos de forma natural y que si en alguna ocasión rozamos los límites el coche nos va a devolver al buen camino con eficacia y sin condescendencia, sin que notemos bruscas correcciones en el volante ni frenazos repentinos. Todo sin perder tacto y sensaciones a pesar del tamaño y a la gran cantidad de ayudas. Un coche grande que se conduce como un pequeño deportivo es un gran coche y el Touareg lo es.

Valoración Final
8.4 NOTA
NOS GUSTA
Espacio de sobra para cinco ocupantes y mucho equipaje
Buenos acabados
Buen confort
Prestaciones y comportamiento casi de deportivo
A MEJORAR
Precio elevado
RESUMEN
Un coche muy grande pero que se maneja muy bien con gran cantidad de ayudas y sistemas auxiliares y un motor de seis cilindros de altas prestaciones.
Prestaciones9
Diseño8.5
Consumo7
Confort8.5
Sistema de infoentretenimiento9

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