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Los gigantes del ‘streaming’ plantean medidas para evitar la compartición de cuentas, pero no se atreven a dar el paso

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Dicen desde las principales plataformas de contenidos por streaming que la compartición de cuentas les supone unas pérdidas multimillonarias. Exactamente lo mismo que decían hace años las entidades de gestión de derechos audiovisuales, dando a entender que toda esa gente que consumía sin soltar un céntimo, pagaría de no poder hacerlo. Pero el streaming llegó para salvarlas y ahora, ¿quién salva al streaming?

Parece una broma, pero no lo es, y es que a pesar de que el crecimiento continuado de los servicios de contenidos bajo demanda es un hecho que se confirma con las cifras que ofrecen ocasionalmente o con sus resultados fiscales, no quieren aguantar a usuarios que no paguen, aun cuando siempre haya alguien que está pagando por ellos. ¿Cómo evitarlo? Ideas tienen, pero no terminan de atreverse a ponerlas en práctica.

Hablamos del Alliance for Creativity and Entertainment, que entre otros está formado por compañías como Netflix, HBO, Amazon o Disney, así como por compañías de contenidos por cable, y cuyo leitmotiv es la lucha contra la piratería en Internet. Que no el único. Fuentes oficiales de esta organización señalan que no tienen previsto entrometerse en el «intercambio casual de contraseñas entre amigos y familiares» y le pasan la pelota a las compañías a modo individual. Pero son los mismos y quieren lo mismo.

Entre sus grandes preocupaciones está la compartición de cuentas, es decir, cuentas individuales que son utilizadas por más de una persona; o cuentas familiares que son compartidas por amigos que no viven bajo el mismo techo. ¿Y qué proponen para acabar con esta situación? De reseteos de contraseña programados a forzar la doble autenticación con mensajes de texto e incluso controles mediante huella dactilar antes de iniciar sesión.

El problema, claro, es que son medidas que pueden molestar y mucho a quienes pagan religiosamente sin abusar del servicio, pero también a quienes solo «abusan» un poco… porque al final todos pagan. Y, como sucedía hace no tantos años, nadie asegura que quienes se aprovechan de la compartición de cuentas vayan a suscribirse si se lo ponen difícil; más bien al contrario: podría suceder que los que pagan y comparten, dejen de pagar. Algo que sí les supondría pérdidas reales y no imaginarias.

Enfocado en las nuevas tecnologías empresariales y de usuario final. Especializado en Linux y software de código abierto. Dirijo MuyLinux y escribo en MC, MCPRO y MuySeguridad, entre otros.

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