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Descubre qué velocidad de conexión a Internet necesitas

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Todos nos hemos preguntado alguna vez qué velocidad de conexión a Internet necesitamos realmente para disfrutar de una buena experiencia de uso. No existe una respuesta universal, y la razón es muy sencilla: depende de lo que tengamos pensado hacer en nuestro día a día y de las personas que utilicen Internet. Por ejemplo, una persona que viva sola y que utilice Internet para navegación web y para reproducir contenidos multimedia en streaming en 1080p no necesita la misma velocidad que una persona que viva en pareja y que reproduzca contenidos en streaming en 4K.

No hay duda de que esto hace que resulte complicado tener claro qué velocidad de conexión a Internet necesitamos realmente, pero por suerte existen una serie de baremos que pueden servirnos como referencia y ayudarnos a decidir que mínimo debemos buscar a la hora de contratar nuestra conexión a Internet. En este artículo nos vamos a centrar precisamente en esa cuestión, os vamos a ayudar a decidir qué velocidad necesitáis en vuestra conexión a Internet para disfrutar de una buena experiencia en diferentes entornos y tipos de uso.

Como siempre os recuerdo que si tenéis cualquier tipo de duda podéis dejarla en los comentarios y estaremos encantados de ayudaros a resolverla. Si no sabéis qué velocidad de conexión a Internet tenéis actualmente os invito a repasar este artículo que publicamos hace una semana, donde os explicamos cómo medir vuestra conexión a Internet y cómo interpretar los resultados que aparecen al finalizar la prueba. Ahora sí, empezamos.

Velocidad de conexión a Internet y escenarios de uso

El tipo de uso es el factor determinante de la velocidad de conexión a Internet que vamos a necesitar, como hemos dicho, aunque debemos tener en cuenta que no todos los tipos de conexión ofrecen la misma estabilidad y que en la mayoría de los casos es preferible contar con una velocidad un poco por encima de nuestras necesidades reales, ya que ello nos permitirá compensar pequeñas caídas y cambios en nuestro día a día.

Bien, dicho esto estamos preparados para profundizar en la velocidad mínima que necesitaremos en función de lo que queramos hacer:

  • Juego en línea: importa, sobre todo, la latencia y la estabilidad de la conexión. Con 5 Mbps de bajada, 1 Mbps de subida y una latencia inferior a 100 ms tendremos una experiencia aceptable. Lo ideal es tener una latencia inferior a los 50 ms.
  • Vídeo en streaming: a través de plataformas tan conocidas como Youtube. Para tener una experiencia óptima lo ideal es contar al menos con 10 Mbps de bajada y 0,5 Mbps de subida.
  • Reproducción de música en HD: no es una tarea especialmente exigente, pero lo ideal es contar al menos con 2 Mbps de bajada para no tener problemas con la mayoría de servicios actuales.
  • Vídeo en streaming en 1080p: el mínimo son 5 Mbps de bajada, pero lo ideal es contar con 10 Mbps para asegurar una experiencia óptima.
  • Vídeo en streaming en 4K: de nuevo tenemos un mínimo de 25 Mbps, pero es recomendable contar con 35 Mbps para tener un poco de margen extra.
  • Navegación web básica: nos basta con 3 Mbps, aunque si vamos a mover y a visualizar imágenes y contenidos multimedia es recomendable subir a 5 Mbps.
  • Videollamadas: el mínimo que queremos son 1,5 Mbps, pero es buena idea contar con 3 Mbps para asegurar una buena experiencia.
  • Descargas de archivos y contenidos: en este caso la velocidad mínima que debemos buscar son 50 Mbps, aunque cuanto más mejor (las descargas se completarán en menos tiempo).

Ahora vamos a integrar todo lo que hemos dicho en un ejemplo concreto que es bastante común. Imagina una pareja joven que se ha independizado y no tiene claro qué velocidad mínima de conexión a Internet necesita. En total tienen 5 dispositivos que estarán conectados, juegan y reproducen contenidos en streaming a diario con calidad 4K, y descargan archivos pesados ocasionalmente.

El mínimo que necesitarían está en 35 Mbps, pero para lograr una experiencia perfecta deberían optar por una conexión de, al menos, 100 Mbps. No necesitamos una conexión de 600 Mbps para disfrutar de Internet de alta velocidad, pero como vemos hay unos mínimos que debemos tener muy claros.

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