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Análisis

Volkswagen T-Roc Cabrio, descubrimiento

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Volkswagen T-Roc Cabrio

Above us only sky John Lennon (Imagine, 1971)

Hace calor en Arecibo, pero lo peor es la humedad. Las máquinas de aire acondicionado zumban a pleno rendimiento y ese zumbido es lo único que se escucha en la sala de reuniones junto al irritante golpeteo del bolígrafo de Sam. Sarah tiene la mirada inmersa en los manuales de procedimiento mientras Tom descansa con la cabeza apoyada sobre la mesa. Nadie ha dormido esta noche. Nadie ha comido desde ayer por la tarde. Sam ha convocado esta reunión de emergencia pero aún no nos ha dicho nada. Así que tomo la palabra. «¿Absolutamente seguro que no se trata de una broma?» Tom levanta la cabeza. Tiene pegada una hoja de papel impreso pero parece no darse cuenta. Me mira con desaliento: «a menos que ese bromista haya viajado 40 años luz, haya emitido el mensaje y haya vuelto luego a reírse del bromazo tomando unas cervezas con sus amigos… no, no se trata de una broma». Ante la indiferencia de Tom la hoja de papel se despega por su cuenta y cae plácidamente sobre la mesa acunada por las ráfagas del aire acondicionado.

Al ver que le dirijo la mirada Sarah se adelanta a mi pregunta: «No, tampoco se trata de un fallo. Hasta he salido a la sartén para comprobar con mis propios ojos que todo estaba en su sitio. Un nido de Garza azul que trasladé con cuidado al jardín y ninguna incidencia más. Bueno, un picotazo de Garza azul» concluye enseñando su mano vendada. Solamente Sarah llama sartén a la antena esférica de 305 metros de diámetro. Más bien se trata de una ensaladera… «Bueno» dice Sam volviendo a la vida «tenemos que informar. No nos van a creer. Vamos a ir todos a la calle pero tenemos que informar». Antes de que se pudiera incorporar entró Laura con otra montaña de papeles. «Noticias» dice casi sin aliento «un objeto, se mueve, se acerca, justo en la dirección de la señal». Sam se quedó congelado a mitad del gesto de incorporarse. Las miradas de todos se dirigieron a la gran pantalla de la sala de reuniones donde se seguía mostrando el mensaje que había viajado 40 años por el vacío del espacio: «Humans die… Humans die…».

El abrelatas, ese instrumento tan útil en la cocina y que de vez en cuando parece exhibirse con algún modelo de coche para dotarle de una personalidad desenfadada y veraniega. Porque hay dos tipos de descapotables: los que nacen descapotables, es decir, se diseñan desde el principio como coches en los que el techo es un accesorio más que podemos retirar o los que derivan de un modelo ya en producción al que se le hacen las modificaciones oportunas para que pueda desprenderse de su parte superior.

Modelo analizado Volkswagen T-Roc
Motor y acabado Cabrio Style 1.5 TSI 150 CV
Potencia 150 CV
Velocidad máxima 205 Kmh
Aceleración o-100 9,5 s
Largo/ancho/alto 4268/1811/1522 mm
Potencia máxima RPM 150 CV a 5.000 RPM
Par máximo Nm/RPM 250 Nm 1.500 RPM
Caja de cambios Manual 6 marchas
Web https://www.volkswagen.es/
Precio 34.845 euros

Y es que un descapotable es entre otras cosas un desafío para los fabricantes de coches. Por un lado porque tienen que compensar con elementos adicionales la rigidez que proporciona al conjunto del coche un elemento como el techo y por el otro tener en cuenta el aumento de peso, la reducción de espacio por la mayor anchura de los laterales y otros inconvenientes asociados. Es una de las razones de que prácticamente no existan descapotables de cinco plazas, por ejemplo.

Tradición de cabrios

El caso es que VolksWagen no es precisamente un novato en el tema de producir descapotables a partir de modelos de producción. Nada menos que en 1949 decidió ofrecer una versión cabrio de su modelo Beetle que superó los 330.000 fabricados en 1980. Desde entonces varios modelos de descapotables han poblado el catálogo de la marca alemana, aunque desde hace algunos años que no teníamos novedades al respecto. Hasta que Volkswagen presentó el T-Roc Cabrio.

Dentro de lo atípico que puede ser un modelo descapotable el T-Roc Cabrio lo es aún más porque en vez de derivar como es habitual de un modelo tipo berlina es una versión de un popular SUV de la marca. De hecho y aunque ha habido versiones cabrio de SUVs anteriormente, actualmente en el mercado es el único SUV cabrio que se puede adquirir. Y eso a pesar de algunas ventajas que puede ofrecer esta combinación que puede compensar algunos inconvenientes de este tipo de automóviles.

El caso es que hemos tenido la ocasión de probar el T-Roc cabrio de Volkswagen para comprobar sus virtudes e inconvenientes, sobre todo comparándolo con la versión normal que ya tuvimos la ocasión de probar. Este modelo tiene unas dimensiones algo mayores que el T-Roc de serie aunque externamente apenas notaremos cambios en las cotas con respecto a este. Incluso la distancia entre ejes es distinta para este modelo dados los refuerzos que han tenido que aplicar al chasis para aumentar su rigidez, como habíamos señalado.

Figura familiar

En cuanto al aspecto exterior este T-Roc apenas se diferencia en la parte frontal de los modelos normales, con las tomas de aire y los grupos ópticos formando ese frontal característico y con cierto aire deportivo. En el lateral sí que podemos notar ya grandes diferencias. Desaparecen tanto la puerta trasera como los pilares B y C. Lo que tenemos es una puerta más alargada para permitir acceder a los ocupantes de las plazas traseras.

El techo de este modelo es de lona con un sistema de plegado eléctrico que podemos accionar siempre que el coche esté detenido o circulemos a una velocidad menor de 30 kilómetros por hora por motivos de seguridad. La apertura del techo se realiza de forma muy rápida, tan sólo nueve segundos y el plegado en cambio tarda un poco más: 11 segundos. La lona del techo es de tres capas y está diseñada para aislar del ruido, cosa que veremos que consigue a medias.

La trasera

La parte trasera también es idéntica con los mismos grupos ópticos, forma del parachoques e incluso el maletero, que será ocupado en parte por la capota cuando la queramos mantener plegada y por lo tanto el coche sin capota. Sí que cambia la colocación del spoiler ya no puede colocarse en el techo por lo que se desplaza hasta el maletero. Por lo demás el aspecto es el de un T-Roc con algunas peculiaridades inevitables.

En el interior las plazas delanteras son prácticamente idénticas a las que pudimos examinar en el T-Roc con techo. La gran diferencia está en el techo y en los botones que sirven para accionar la capota y el que permite bajar y subir las ventanillas a la vez para abrir del todo la parte superior del coche. Estas operaciones también se pueden hacer desde el mando del coche. También cambia el sistema de la guantera que es posible cerrar con llave para evitar que sea abierta cuando dejamos el coche descapotado.

Otro cambio es la inclinación del parabrisas delantero pero que no dificulta la visibilidad para el conductor si tiene cierta estatura como ocurre en otros descapotables. En marcha este parabrisas hace un buen trabajo protegiendo del viento y es posible circular a buena velocidad sin que el aire resulte especialmente molesto. Gracias al diseño aerodinámico de este elemento también los pasajeros de la parte de atrás se encuentran protegidos del aire.

Interior T-Roc

Tanto los acabados del interior como el sistema de información y entretenimiento o la instrumentación son las mismas que en un T-Roc y como comentamos en la prueba pertinente nos ha gustado tanto la calidad como la colocación de las pantallas y el acceso a todas las funciones. Se trata de acabados sobrios y de calidad y quizás se echa de menos alguna frivolidad o elemento que distinguiera un modelo tan exclusivo como este cabrio.

La gran diferencia en el interior está en las plazas de atrás. Para empezar al tratarse de un tres puertas el acceso a las mismas tiene que hacerse por la puerta delantera inclinando los asientos. Esta operación es muy sencilla si la capota está quitada pero algo más laboriosa si encontramos el obstáculo del techo. De todas formas el acceso no lo hemos notado más difícil que cualquier coche de tres puertas equivalente y el mecanismos de inclinación de los asientos delanteros es sencillo de accionar.

En esta parte trasera nos encontramos solamente con dos plazas y un mayor grosor en los laterales de la carrocería. Como hemos adelantado solamente dispone de dos plazas pero lo cierto es que son muy cómodas, a diferencia de la mayoría de los descapotables que dejan poco espacio para las piernas y la cabeza en este caso pueden viajar dos personas incluso de cierta estatura. Este buen espacio para las piernas también es mérito al aumento de la distancia entre ejes que ya hemos comentado.

Un elemento de seguridad destacable son los aros antivuelco que protegen la cabeza de los ocupantes. En el caso de este modelo los aros están ocultos y solamente se despliegan cuando el coche detecta que hemos volcado con un sistema pirotécnico similar al que se utiliza para el hinchado de los airbags. Este sistema permite un diseño más limpio con respecto a otros modelos que llevan estos aros fijos tras los reposacabezas traseros.

Maletero sacrificado

El maletero suele ser el gran sacrificado en los descapotables ya que es el lugar en el que tendrá que colocarse la capota cuando esté plegada. Con respecto al T-Roc con techo este modelo ya se distingue por tener una boca más pequeña del maletero ya que el portón ya no existe porque lo sustituye la parte trasera de la capota. Una vez abierto el espacio a disposición es mucho menor que en un modelo normal ya que bajamos de los 455 a los 280 litros.

Además del espacio reservado para la capota también encontramos refuerzos del chasis que ocupan más espacio que la carrocería, siempre para dar más rigidez al chasis. En el maletero encontramos un espacio en el que se guarda un paravientos que podemos colocar entre el respaldo y los reposacabezas posteriores para proteger del viento. Este elemento inutiliza las plazas posteriores pero ofrece más protección para los ocupantes de las plazas delanteras.

Conducir sin techo

El modelo que probamos dispone de un motor 1.5 TSI con 150 caballos y una caja de cambios manual de seis relaciones. Antes de la prueba dinámica tomamos nota de la gran diferencia de peso con un T-Roc convencional, nada menos que 194 kilos más. Esto se traduce sobre el papel por ejemplo en una diferencia se un segundo más lento para acelerar de cero a cien kilómetros por hora con un T-Roc con techo con el mismo motor.

Lo cierto es que esta diferencia se nota, pero no hemos notado que el T-Roc Cabrio sea excesivamente perezoso en aceleraciones, aunque tengamos que recurrir más de la cuenta a la caja de cambios para reducir las marchas y sacar todo el rendimiento posible al motor. La sexta marcha en cambio es larga y permite circular a buena velocidad minimizando el consumo, que también es bastante superior al de las versiones normales por su exceso de peso.

A pesar de la carrocería cabrio el coche es bastante ágil en curva, si bien no logra el mismo nervio que nos gustó en la prueba del T-Roc con techo. Seguramente la versión R line nos de más satisfacciones en este sentido. En cualquier caso nos ha parecido que tiene una respuesta en curva muy precisa y fiable. En general y a pesar de que la potencia se queda algo justa para mover el peso del coche nos ha parecido un manejo muy divertido.

La conducción sin la capota nos ha parecido agradable, el viento no molesta en exceso incluso viajando a cierta velocidad. No hemos sentido la necesidad de instalar el paravientos ya que el diseño aerodinámico del parabrisas hace un excelente trabajo para proteger de las corrientes en marcha. Es de los cabrio más agradables de conducir sin la capota incluso para personas con cierta estatura que suelen sufrir algo más en este tipo de coches sin techo.

La capota hace un buen trabajo de aislamiento aunque si superamos los 100 kilómetros por hora el ruido aerodinámico es sensiblemente mayor que en un T-roc con techo metálico, lo cual no deja de ser razonable. No hemos notado problemas de cierre ni filtraciones de agua y el techo aísla lo suficientemente bien de las bajas temperaturas. El sistema de plegado es eficaz y como ya hemos apuntado es realmente rápido también con respecto a otros modelos.

Volkswagen T-Roc Cabrio, Conclusiones

Los descapotables no son coches prácticos, son vehículos diseñados para la diversión y para disfrutar del buen tiempo. En el caso del T-Roc cabrio sin embargo el compromiso entre practicidad y diversión es mejor que en otros modelos que hemos probado. La protección del viento es muy buena, la protección de la capota eficaz, su plegado y desplegado rápido, las plazas traseras cómodas y espaciosas… Además los ingenieros han hecho un buen trabajo con la rigidez del chasis para que el comportamiento del coche sea muy similar al del modelo con techo.

Por estas razones y el buen diseño en general de las soluciones del coche tendremos que hacer menos sacrificios que en otros cabrios del mercado. Se mantiene un consumo más elevado y prestaciones peores que sus compañeros con techo. A este respecto se echa de menos quizás una motorización más potente para aumentar la diversión. Si estamos dispuestos a asumir estas limitaciones, que no son demasiado importantes, el T-Roc cabrio es uno de los mejores descapotables que podemos encontrar.

Valoración final
7.1 NOTA
NOS GUSTA
Buena protección del aire
Comportamiento en curva muy bueno para un cabrio
Buena habitabilidad trasera
A MEJORAR
Potencia del motoro un poco justa
Consumo elevado
RESUMEN
De todos los descapotables en el mercado el T-Roc cabrio es quizás el más original, por derivar de un SUV, y el que ofrece una mejor habitabilidad en las plazas traseras. Un motor más potente no habría venido mal.
Prestaciones7.5
Diseño8
Consumo5.5
Confort6
Sistema de infoentretenimiento8.5

 

 

 

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