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¿Cómo serán las electrolineras del futuro?

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¿Cómo serán las electrolineras del futuro?

Aunque las electrolineras son para muchas personas, a día de hoy, algo bastante exótico, el ritmo de matriculación de vehículos eléctricos (tanto híbridos enchufables como eléctricos «puros») crece a buen ritmo. No tanto como cabría desear para algunos, pero los números son indudablemente positivos, y señalan una más que clara tendencia al crecimiento, que sin duda se mantendrá al menos a corto y medio plazo, según todas las estimaciones.

Por ejemplo, si observamos los datos del Observatorio del Vehículo Eléctrico y Movilidad Sostenible de la Universidad Pontificia Comillas, vemos que en 2021 se rompieron todos los récords de ventas, con un total de 58.504 matriculaciones de vehículos eléctricos (híbridos y puros), frente a los 41.513 de 2020, que a su vez fueron más que el doble de las que se produjeron en 2019. Ahora bien, por tipo de vehículo, l pasado 2021 ganaron claramente los híbridos, con 38.099 matriculaciones, frente a 20.405 eléctricos puros matriculados en el mismo periodo.

¿Por qué esta diferencia? Pues porque aunque el parque de electrolineras ha crecido sustancialmente durante los últimos años, este es un despliegue que todavía no se ha completado, y que da lugar a circunstancias como la que contaba el popular creador de contenidos Sezar Blue, de lo que le había ocurrido en un viaje desde Alcalá de Henares (Madrid) hasta O Grove (Galicia) con un Tesla Model 3 Standard Range, un viaje que, como puedes comprobar en el vídeo, se convirtió en toda una odisea.

La autonomía de los vehículos eléctricos sigue siendo, a día de hoy, uno de los factores que más limitan su adopción por parte de los conductores. Sin embargo este problema se irá viendo sustancialmente aliviado a medida que el parque de electrolineras, es decir, de estaciones de carga para vehículos eléctricos, vaya creciendo en los próximos años. Un crecimiento que, salvo casos puntuales, debería darse en todo el mundo.

Así, junto a las investigaciones dirigidas a crear sistemas de carga más rápidos, nos encontramos también frente a la necesidad de plantear cómo deben ser las electrolineras, si deben reproducir el modelo de las gasolineras de toda la vida o, por el contrario, este es el momento adecuado para renovar por completo el diseño de estas instalaciones, creando espacios que se adecúen mejor a las necesidades de sus usuarios y, porque no, también a unos criterios medioambientales y estéticos más depurados.

Electric Autonomy Canada, en asociación con Parkland Corp, organizaron un concurso de diseño en el que preguntaban a diseñadores de todo el mundo cómo deberían ser las electrolineras del futuro en Canadá, y tras los cinco meses durante los que los diseñadores podían hacer sus aportaciones, ya conocemos a los ganadores de la convocatoria. Y lo cierto es que resultan de lo más interesantes, aunque indudablemente tienen un punto idealista, que habría que comprobar cómo casa con la realidad.

El diseño ganador, llamado «More with Less», ha sido el presentado por el arquitecto James Silvester, de Escocia, y la electrolinera planteada en el mismo nos presenta un voladizo rectangular con bordes circulares, bajo el que se encuentran los puntos de carga y una serie de espacios de servicio, que van desde salas de espera hasta un gimnasio para sacarle partido a esos minutos de parada y carga.

El diseño de electrolinera que ha quedado en segunda posición es obra del estudio de arquitectura Fabric.a Architects de Turquía, y como su propio nombre, The Circle, nos indica, encontramos un voladizo circular abierto en la zona central, que reúne los cargadores en la parte exterior del mismo, y que en su interior cuenta con algunos espacios de servicio pero, principalmente, con una gran zona ajardinada y abierta, en la que disfrutar de la espera durante la carga.

Y cerrando la lista de ganadores, encontramos el diseño del arquitecto Pavel Babiienko de Berlín, que ha presentado un diseño de electrolinera que, curiosamente, parece tomar elementos de los dos anteriores, pero le suma un diseño extremadamente modular, que sin duda lo hace muy práctico de cara a adaptarlo a distintos entornos con distintas necesidades.

Como puedes comprobar, al revisar los tres diseños ganadores, las principales propuestas para las electrolineras del futuro se decantan por materiales bastante semejantes,  profusión de zonas verdes y, en general, unos diseños bastante limpios y muy agradables. En algunos, además, se incluyen también zonas de trabajo, parques infantiles y, curiosamente, al menos desde la perspectiva de las áreas de servicio españolas, no parece haber apenas espacios comerciales y de restauración.

Muchas de las electrolineras presentadas a concurso incluyen, claro, paneles solares con los que alimentar los sistemas de iluminación y señalización, además de contar con diseños en los que se ha tenido en cuenta la eficiencia energética, al tiempo que han sido adaptadas a la dura climatología que se da en determinadas regiones canadienses.

¿Veremos electrolineras así?

Según los datos de Electromaps, a principios de febrero contamos en España con 9.614 puntos de recarga, si bien es importante aclarar que no todos ellos son electrolineras, pues en su base de datos también se encuentran otros puntos públicos de carga, como centros comerciales, restaurantes, etcétera, los últimos datos al respecto hablan de algo más de 7.800 de estas instalaciones, al menos parte de ellas emplazadas en espacios compartidos con gasolineras tradicionales.

Y este es el primer punto en contra de diseños de electrolineras como las que podemos ver en el concurso canadiense. Aunque cada día podemos ver más vehículos eléctricos, la inmensa mayoría del parque móvil no solo actual, sino también de los próximos años, se compone de vehículos alimentados por gasolina, gasoil y en menor medida GLP (gas licuado de petróleo). Así, lo más probable es que, al menos a corto plazo, las próximas electrolineras sigan compartiendo espacio con las estaciones de servicio de combustibles fósiles, lo que imposibilita la aplicación de estos diseños.

Por otra parte, nos encontramos en un momento complejo, en el que pese a que los eléctricos todavía no se han consolidado, su alternativa de futuro ya ha empezado a asomar la cabeza. Hablo, claro, del hidrógeno, una fuente de energía totalmente limpia, y que para muchos es el verdadero futuro del motor. Aunque su desarrollo todavía se encuentra en las primeras fases, ya se ha iniciado el despliegue de las primeras hidrogeneras, con seis estaciones de este tipo en España.

Esto pone en duda si el futuro del motor es eléctrico, basado en el hidrógeno o híbrido, con vehículos que combinen ambos sistemas. En este contexto, y dado el gran importe que supone el despliegue tanto de electrolineras como de hidrogeneras, las dudas sobre el modelo que se impondrá en el futuro suponen un freno para quienes se puedan estar planteando el despliegue de este tipo de instalaciones. Algo que, a su vez, pesa en la opinión pública a la hora de adquirir vehículos eléctricos, y más aún los alimentados por hidrógeno, que actualmente se reducen a los Hyundai NEXO y Toyota Mirai, si bien este 2022 se espera la llegada de, como mínimo, otros cuatro modelos de distintos fabricantes.

¿Cómo serán las electrolineras del futuro?

La llegada de las electrolineras y, a su zaga, las hidrogeneras, plantea un momento interesante para el despliegue de nuevos formatos de estación de servicio, pero la dependencia de los combustibles fósiles, que seguirán estando presentes todavía bastantes años, hace necesario pensar en soluciones más creativas, en las que se puedan combinar los distintos tipos de suministros, sin duda en un diseño modular que, llegado el momento, permita eliminar los surtidores y la infraestructura asociada a los mismos de alguna de dichas fuentes. Y ese desafío de diseño sí que me parece singularmente interesante.

Sea como fuere, lo que parece cada día más claro es que los combustibles fósiles, especialmente la gasolina y el gasoil, tienen los días contados, por lo que este tipo de espacios deben avanzar ya en su reacondicionamiento y adaptación a ese futuro que, especialmente en el caso de los eléctricos, cada día es más presente. Y sería una pena, una gran pena, que no aprovecharan esta oportunidad para reinventarse. Puede que en dos o tres años no sea tan necesario, pero si miramos un poco más lejos, pongamos un plazo de 10 años, sí que podemos esperar enormes avances en este sentido, y una mayor presencia de electrolineras e hidrogeneras.

¿Qué futuro esperas tú para las electrolineras? ¿Crees que se debería aprovechar este cambio para rediseñar las estaciones de servicio? Personalmente reconozco que me puede el cinismo y, en consecuencia, me temo que en el futuro lo único que cambiará es lo que entregan los surtidores, pero poco más. ¿La parte buena de que no se produzca ningún cambio? Que al menos podremos seguir surtiéndonos de los deliciosos Miguelitos en cualquier viaje por la A3 en el que crucemos Cuenca. No todo iba a ser malo… aunque, sin duda, podría ser mejor.

Si me dieran una cana por cada contenido que he escrito relacionado con la tecnología... pues sí, tendría las canas que tengo. Por lo demás, música, fotografía, café, un eReader a reventar y una isla desierta. ¿Te vienes?

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