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Los equipos Chromebook generan una gran cantidad desperdicios electrónicos

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Chromebook con ChromeOS

Un informe publicado por Grupo de Investigación de Interés Público (PIRG) de Estados Unidos denuncia que las prácticas de Google en torno a los equipos Chromebook están perjudicando tanto a las escuelas como al medio ambiente, ya que obligan a los clientes a tener que desecharlos después de un tiempo para comprar otros nuevos.

Los equipos Chromebook tienen un tiempo de vida programado por Google que, después de expirar, hace que los consumidores no tengan vías fáciles para seguir usándolos con un correcto mantenimiento debido a que no se reciben actualizaciones de software. Sin embargo, el PIRG de Estados Unidos argumenta que el gigante del buscador ha establecido un límite artificial que obliga a consumidores y escuelas a desechar los equipos Chromebook después de un tiempo determinado, tras el cual empiezan a presentar fallos de hardware o por otras causas.

Llegados a este punto, y viendo la atrocidad que ocurre con los móviles (principalmente los Android), no hace falta ser un lince para concluir que, basándonos en las conclusiones del PIRG, los equipos Chromebook están contribuyendo a la generación de desperdicios electrónicos y a forzar el desembolso de dinero adicional mediante la aplicación de políticas de obsolescencia programada.

El PIRG quiere que Google extienda la vida útil de los equipos Chromebook hasta los diez años, tras los cuales los dispositivos podrían reciclarse, cosa que de momento no suele ser lo que ocurre, ya que tan solo un tercio de los equipos son descompuestos y reciclados, mientras que el resto termina en vertederos como desechos electrónicos.

Otro petición del PIRG a Google es que trabaje con los fabricantes de hardware y equipos para diseñar un mejor hardware intercambiable y más compatible con el propósito de que dure más tiempo y sea más fácil de reparar. El PIRG es bastante claro al decir lo siguiente en su informe:

“Tenemos un problema masivo de cosas. No necesitamos la mayor parte y demasiadas están diseñadas para ser desechables. No deberíamos permitir la obsolescencia programada que nos mantiene comprando más todo el tiempo. Lo mínimo que podemos hacer, si le estamos dando a cada estudiante en los EE.UU. una computadora portátil, es asegurarnos de que estos dispositivos sean duraderos y reparables, no parte de una rotación constante.”

“No podemos darnos el lujo de producir tecnología desechable a este ritmo. Los desechos electrónicos representan menos del dos por ciento del flujo de desechos del mundo por volumen, pero causan más del 70 por ciento de los efectos ambientales nocivos y tóxicos del flujo de desechos”.

Chromebook

Por su parte, Google ha movido ficha para establecer el tiempo de soporte de los equipos Chromebook en ocho años, una cantidad de tiempo más que de sobra para un PC promedio. Pero si bien los ocho años de soporte de ChromeOS son sobre el papel más que suficientes, los ordenadores que lo preinstalan destacan por ser dispositivos cerrados de manera muy similar a los smartphones y las tablets, lo que dificulta la migración a otro sistema operativo.

ChromeOS, un hereje que quebranta el espíritu de GNU/Linux

ChromeOS es un sistema operativo Linux y es más, hasta toma como base las tecnologías de lo que muchos conocen como GNU/Linux, que a su vez es la base de todas las distribuciones populares (Ubuntu, openSUSE, Fedora, Arch, Debian, Gentoo… ). Sin embargo, Google ha introducido ciertas cosas que quebrantan el espíritu del proyecto original.

Para empezar, buena parte de ChromeOS es privativo. Esto deriva del hecho de que ChromiumOS, el proyecto original, está publicado bajo una licencia permisiva que permite cerrar el código fuente en todo software derivado. La naturaleza de código abierto de ChromiumOS permite la creación de otros derivados, cosa que ha sido respondida por Google mediante la compra de rivales directos.

Otro punto a tener en cuenta es que GNU/Linux tiene como una de sus banderas la lucha contra la obsolescencia programada y el mantener los ordenadores vivos el máximo tiempo posible. Si bien es cierto que este principio se ha diluido un poco con la emergencia de sistemas pesados, con Fedora a la cabeza, a día de hoy siguen existiendo muchos proyectos que cumplen con su función a la hora de mantener vivos equipos antiguos (que básicamente son los mismos de siempre).

Por mucho que Google prolongue el tiempo de soporte, la naturaleza cerrada de ChromeOS y los equipos Chromebook choca frontalmente con algunos de los principios promulgados a través de GNU/Linux.

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