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Análisis

Toyota GR Supra Jarama Racetrack Edition, riendas

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«No creas nada de lo que oigas y ni la mitad de lo que veas» Tony Soprano (Los Soprano Ep 6 Temp 2, 1999)

La mezcla no ha salido como esperaba pero no importa, no tengo más tiempo para experimentar así que la usaré tal cual. El viento silba por debajo de la puerta y por las rendijas de las paredes y trae un polvo amarillento que se suspende fantasmal en el aire. Tengo que tapar todo lo que pueda con este menjunje hecho con harina de maíz del pasillo de los productos sin gluten del supermercado y otros ingredientes que no recuerdo. Tengo que ir de noche y los pasillos oscuros me aterran pero no he tenido más remedio. Sigo mezclando con la esperanza de que esta cosa espese más. No tengo más harina así que igual tendré que esperar a que se evapore algo más de agua. Miro el reloj de cuco sin cuco de la pared. No se si me dará tiempo. Calculo que el fogonazo llegará dentro de cuatro horas. Pero poco más puedo hacer. Ya he recogido todos los trozos de madera y de plástico que he ido encontrando por las calles para completar la chapuza. No será hermético pero espero que algo ayude. Por lo menos para aguantar hasta mañana. Al siguiente fogonazo. Mis perros me miran, luego miran a la gran olla donde preparo el pegote. Tienen hambre. Pero no gimen. Creo que se han endurecido. Como yo. Porque yo también tengo hambre y se me llena la boca de saliva al mezclar esa sustancia repugnante que huele a palomitas de maíz y última oportunidad. Me hipnotiza el burbujeo y las espesas ondas que se forman al removerlo, fantaseo con ver esa bazofia en un plato…

Suena algo en la radio a pilas que tengo apoyada sobre el frigorífico inútil de la cocina. Me acerco corriendo dejando caer el cucharón. Parece simplemente estática pero juego con la rueda para intentar sintonizar algo. Para ver si pesco una voz humana entre tanto silbido y crepitar de ondas electromagnéticas. Creo que he escuchado un susurro, alguien que ha dicho «ayuda» o «comida»… o quién sabe si simplemente son más interferencias. Son más fuertes cuando se acerca el fogonazo. Subo el volumen. Observo mi mano derecha, envuelta en trapos, prácticamente quemada del todo. Ya no me duele tanto. Es decir, ya casi no la siento. He perdido las uñas. La he envuelto, más para no tener que verla que con esperanza de que se recupere. También he perdido bastante pelo. Ese pelo largo que me recogía en una coleta y tanto le gustaba a Sandra. Tampoco me duele ya pensar en ella. Juego unos minutos más con la radio. Nada de nada. Ya no hay música. Ya no hay mentiras. Ya no hay noticias. Ya no hay publicidad. Ya no hay risas. Ya no hay voces… Siento una punzada en el estómago. Abro la nevera para coger una de las veintitrés galletas que quedan. Mirando su interior le doy otra vuelta a la idea de vaciarla y meterme dentro. Para los fogonazos. Suspiro y vuelvo a mi menjunje. Los perros están lamiendo el cucharón y las manchas que estaban en el suelo. Cuando me ven agachan la cabeza con gesto de culpabilidad. Igual intuyen que solamente me quedan veintidós galletas… y luego estarán ellos. Les acaricio la cabeza.

En Japón, como en el resto del mundo, los años 60 y 70 vieron nacer la pasión por los coches deportivos y poco a poco el país nipón dio con su propia identidad a la hora de diseñar y fabricar estos vehículos tan especiales. Hay deportivos históricos como los Skyline, RX o el Toyota Celica que han marcado toda una época en la historia de este tipo de coches. Precisamente a partir del Celica, un modelo que se hizo sitio en la historia de los campeonatos de Rally, y recogiendo experiencias del legendario 2000GT, Toyota evolucionó el concepto hasta el popular Supra, un nombre que desde 1978 se convirtió en sinónimo de deportividad para todos los públicos.

Modelo analizado Toyota GR Supra
Motor y acabado Jarama Racetrack Edition
Potencia 340 CV
Velocidad máxima 250 Kmh
Aceleración o-100 4,3 s
Largo/ancho/alto 4379/1854/1292 mm
Potencia máxima RPM 340 CV 6.500 rpm
Par máximo Nm/RPM 500 Nm
Caja de cambios Automática 8 velocidades
Web https://www.toyota.es/
Precio 71.550  euros

Para angustia de sus apasionados, el Toyota Supra dejó de estar en el catálogo del fabricante japonés a partir del 2002. Y durante casi veinte años durmió el legendario nombre del modelo en un cajó de los ejecutivos de la marca enfrascados en otras batallas híbridas con poco tiempo para ocupar sus planes estratégicos en coches veloces y gastones. Hasta que en 2018 la sinuosa carrocería de la última generación del Supra (repleta de alerones y entradas de aire fruto del delirio de un departamento de diseño de Toyota con síndrome de abstinencia de deportivos) apareció por sorpresa nada menos que en el madrileño circuito del Jarama para darlo a conocer a la prensa.

Deportivos legendarios

Y precisamente para celebrar esta primera presentación en sociedad del heredero del mítico apelativo de Supra se fabricaron 90 unidades llamadas «Racetrack edition» del nuevo Supra. Y mira por donde… hemos podido probar una de esas unidades. Todo un lujo que ha sido posible gracias al departamento de prensa de Toyota España. Resulta algo especial poder probar un coche que es el símbolo sobre ruedas del renacimiento de una gama de deportivos legendaria con un pedigrí y antepasados de mucho relumbrón.

Pero este nuevo Supra lleva además en el nombre las siglas GR, que corresponden a Gazoo Racing, el área deportiva del fabricante nipón en la que los ingenieros y diseñadores más «traviesos» diseñan las versiones más deportivas de los modelos de la marca y que ha participado en el desarrollo del GR Supra. Pero además Gazoo Racing es el verdadero brazo armado de Toyota para construir los coches de competición que participan en los distintos campeonatos con distintas divisiones para campeonatos de rally,  resistencia, Dakar o las 24 horas de Nürburgring.

El primer vistazo del Toyota GR Supra no deja indiferentes. Sin duda como hemos apuntado ha sido el juguete favorito de diseñadores que han podido entretenerse casi sin límites paraa dibujar la esencia de lo que debería ser un coche deportivo japonés. Porque al verlo no hay duda que se trata de eso. El morro interminable queda coronado por dos faros que se extienden profundamente por la parte delantera hasta casi tocarse por debajo de la elevación abultada del centro del capó, guiño inconfundible para dar a entender que dentro se oculta un motor imponente, que luce en la parte más extrema el logotipo de la marca.

Toques deportivos

Más abajo un juego de huecos, deflectores, volúmenes pronunciados y profundas entradas de aire con rejilla de nido de abeja partidas por columnas en color de la carrocería, casi un laberinto de líneas delirantes rematadas con molduras en negro y que confinan en la parte inferior con un spoiler en dos niveles, uno en el color de la carrocería y otro en color de plástico negro. Un spoiler que parece lanzarse hacia adelante para anunciar la llegada del GR Supra y cortar el aire para dejar paso al resto del coche.  Una parte delantera que presenta todas las credenciales en regla del pasado y presente de los deportivos Toyota.

En el lateral la línea de deportivo es indudable, con ese morro interminable que hemos mencionado, unas grandes llantas de 19 pulgadas en color negro tras las que destacan las pinzas de freno rojas, una parte de atrás que cae vertiginósamente hasta un spoiler que domina la zaga y un relieve en la parte baja de la carrocería que parece dibujar por fuera el perfil de los asientos sobre una gran puerta con un pilar A minúsculo con una minúscula ventanilla trasera que en cualquier caso no tiene que dar servicio a unos ocupantes que nunca podrán disponer de sitio en la parte de atrás del coche.

Visto desde atrás el Supra GR es aún más radical, con un spoiler que sobresale muy vertical sobre el portón, grupos ópticos alargados que ocupan los laterales y que se derraman sobre unas hendiduras sin funcionalidad aparente que arropan un parachoques que sobresale y termina en una gran moldura de plástico negro con un spoiler en la parte superior de la pieza y que envuelve en la parte inferior el doble escape que remata una estética extrema e indudablemente racing.

Prototipo deportivo

El diseño de este Supra GR procede del prototipo que la marca presentó hace ya casi diez años con el nombte de FT-1 concept que estaba destinado a ser la base de los futuros deportivos de Toyota. A su vez este diseño de prototipo retoma en parte las líneas maestras de los primeros Supra y del ya mencionado Toyota 2000 GT, en este caso el parabrisas y las ventanillas laterales. para recoger la tradición de los primeros deportivos de la marca pero con la vista puesta hacia el futuro.

Antes de entrar en el coche conviene aclarar que la concepción de este GR Supra es fruto de la colaboración entre Toyota y BMW y que ésta ha dado como resultado no solamente este modelo del fabricante japonés sino que ha producido la tercera generación del BMW Z4, un deportivo con una concepción diferente a la del GR Supra pero con el que comparte bastantes elementos. Y parte de estos elementos los encontramos precisamente en el interior del coche.

El concepto del Supra GR es claramente deportivo y por ello no debe sorprender la escasísima altura desde el suelo y  que se trate de un biplaza. El acceso al interior es por lo tanto igualmente difícil que en cualquier deportivo: las puertas son amplias pero hay que tener cierta agilidad para sentarse con relativa dignidad porque hay que bajar mucho para poder hacerlo. Una vez dentro el espacio a disposición es bueno y un ocupante de hasta 1,90 metros se encontrará cómodo y tendrá suficiente visibilidad, aunque el morro no contribuye precisamente a facilitar las maniobras en las que tengamos que apurar con la parte delantere y las cámaras tengan que intervenir.

Espacio dentro

En lo que respecta a la anchura hay bastante espacio tanto en los asientos (cuya anchura es regulable eléctricamente para que puedan «arropar» mejor) como en lo que respecta a la distancia entre los mismos, con un túnel central que da lugar a un reposabrazos bastante ancho con dos huecos portabebidas. La posición del cambio, colocado frente al reposabrazos, es cómoda así como la del selector del sistema de información y entretenimiento (que es el primer elemento que descubrimos que es 100% transplantado de los modelos de BMW de una generación anterior).

Los acabados alternan fibra de carbono con plásticos blandos y tejidos con remates de costuras en el color de la carrocería, como el recubrimiento del salpicadero. Todo con una percepción de calidad muy alta y con buenos acabados. Hay bastantes huecos para dejar objetos como una bolsa pequeña bolsa en el lateral del túnel central o los espacios en las puertas pero ninguno tiene un gran tamaño y están destinados más bien a objetos pequeños. También reducido el hueco destinado para el teléfono móvil, colocado delante de la palanca de cambio y que dispone de un conector USB contiguo.

El sistema de información y entretenimiento, como ya sugería el selector que mencionamos, procede de la colaboración con BMW y no es el mismo que podemos encontrar en los últimos modelos. Dispone de una pantalla de 8,8 pulgadas que se encuentra bien posicionada sobre el salpicadero. El funcionamiento nos ha parecido muy bueno y dispone de conectividad Android Auto y Apple Car play. Por suerte además del selector, con el que hay que coger confianza, también podemos utilizar la pantalla táctil para manejar el sistema.

Indicadores y pantallas

Un elemento importante en un deportivo son sin duda los indicadores tras el volante, un elemento estético que le da personalidad a un deportivo. En el caso del GR Supra se ha solucionado con una pantalla digital que es grande pero no ancha, por lo que no posibilita la clásica disposición de los dos diales para indicar velocidad y revoluciones, sino que la velocidad se muestra en forma de número. Por otro lado la pantalla presenta información suficiente y de forma muy clara. Un detalle estético único para esta versión es la inserción de una placa en el salpicadero que indica que este modelo es una serie especial «Jarama Racetrack edition» y que es una serie limitada de 90 unidades.

En la parte trasera se encuentra el maletero, que en este caso está comunicado con el habitáculo. Hay un gran espacio que según las cifras del fabricante admite hasta 290 litros, aunque no tenemos claro si incluye también el espacio que hay detrás de los asientos, en los que es posible colocar algún objeto incluso si están echados totalmente hacia atrás. En el maletero encontramos los dos altavoces para los graves cuya estructura hace las veces de fondo del maletero. Como en otros deportivos no es un maletero grande pero suficiente para que dos personas puedan hacer un breve viaje.

Prueba dinámica

Para el apartado de la prueba dinámica hay que volver a mencionar la colaboración con BMW, ya que el propulsor procede directamente del fabricante alemán. Se trata de un motor de 340 caballos y 500 Nm de par con seis cilindos en línea, turboalimentado de 3.0 litros. El cambio es automático y dispone de ocho velocidades además de otros elementos propios de un coche deportivo como la suspensión adaptativa que podemos configurar con el selector de comportamiento del coche, dirección deportiva y diferencial autoblocante electrónico para las ruedas traseras.

Un buen paquete de tecnología al servicio de las sensaciones… pero también al servicio de un uso más civilizado. Y es que este GR Supra tiene personalidades bien distintas según el modo de conducción que elijamos: si elejimos el modo sport las reacciones son más rápidas, el cambio más agresivo y la suspensión se endurece para lograr un paso por curva más rápido. Sin embargo en modo normal no se pierden muchas sensaciones (sigue teniendo un ritmo más que bueno en carreteras viradas) pero resulta mucho más cómodo para los viajes, en lo que respecta a la amortiguación, y unos consumos que sorprenden por lo comedidos si no exageramos con el acelerador.

Coche versátil

Es un coche en fin que igual sirve para darse un homenaje dominando su carácter algo revoltoso en un recorrido tortuoso que disfrutando de su manejo en un viaje largo. No nos ha parecido un deportivo extremo ni mucho menos, pero sí con la personalidad suficiente para disfrutar e incluso buscar los límites, gracias sobre todo a una tracción trasera que siempre es más apreciada por los conductores más «traviesos». Es verdad que cuando perdemos adherencia buscando esos límites es mejor no desconectar las ayudas que muchas veces entran de forma que lo notemos, casi como un ostentoso toque de atención.

La dirección nos ha gustado ya que aunque no es de las que más transiten al conductor permiten meter el morro del coche donde queremos y corregir sin demasiados aspavientos cuando es necesario. El resultado tras unos días de pruebas (que nos han sabido a muy poco) es una combinación curiosa entre un buen chico que se comporta de forma civilizada y predecible pero que en cualquier momento puede mostrar su carácter. Nos ha gustado también que el ruido del motor sea redondo y con la ronquera justa, sin llegar a ser escandaloso. Como corresponde a un buen chico alemán.

Conclusiones

El Supra GR es un coche extremadamente divertido que nos ha sorprendido por lo civilizado que puede llegar a ser, incluso racional si tenemos en cuenta que es posible gastar menos de diez litros a los cien kilómetros si nos portamos bien con el acelerador (incluso concediéndonos alguna alegría en forma de adelantamiento). La estética está muy bien conseguida con un equilibrio interesante entre el pasado de los deportivos de la marca japonesa y una imagen de deportividad moderna que no llega a ser ostentosa.

La aportación de BMW en el apartado tecnológico y del propulsor hace que el coche sea muy fiable y noble en sus reacciones, aunque no le falta personalidad gracias a los acertados retoques que el departamento Gazoo Racing de Toyota ha impreso en el coche. Se trata de un coche en el que es igualmente factible divertirse que viajar, y eso no es tan habitual como parece en coches con una concepción similar a la de este heredero de los míticos 2.000GT de la marca.

Valoración final
8.2 NOTA
NOS GUSTA
Buenas prestaciones deportivas
Acabados de buena calidad
Buen compromiso de confort y consumo para un deportivo
A MEJORAR
Huecos de poca capacidad
RESUMEN
Este GR Supra Jarama Racetrack Edition es un deportivo que regala sensaciones deportivas a la vez que puede usarse para viajar por confort y unos consumos bastante razonables. Divertido y usable a partes iguales.
Prestaciones9
Diseño9
Consumo7.5
Confort7
Sistema de infoentretenimiento8.5

 

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