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Análisis

Skoda Octavia iV, evidencias

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Un día las inteligencias artificiales nos mirarán como nosotros miramos a los esqueletos de las llanuras africanas. Nathan Bateman (Ex Machina, 2015)

«Tienes cara de Bourbon» le dice el barman limpiando la barra. «Cómo me conoces» contesta un tipo con traje que acaba de entrar, la corbata manchada de un color que tiende al violeta suelta, camisa de un color que le dijeron que estaba de moda unas dependientas que querían deshacerse de ella. «Te queda ideal» fue el simple sortilegio que les permitió celebrar esa noche con pizza y series que por fin un pardillo se había llevado a «Excalibur». Había arrancado la camisa del perchero y ahora se le había otorgado el ilustre nombre de rey de los pardillos. Los zapatos italianos con pinta de caros pero pasados de moda tan derrotados como trasluce la cara de su dueño cuelgan de un taburete que no era de su talla. La chaqueta con un tejido a rayas indescriptible luce manchas y algunas quemaduras en las solapas. El gimnasio tras las eternas jornadas de trabajo no parece tener opciones a vencer la barriga que pone a prueba los botones de la camisa justo por encima de la cintura donde se vislumbra un ombligo cuya elasticidad lleva al límite desde hace años. «Los japoneses» dice el tipo que no ha acertado a disimular su calva con el peinado matutino. Mientras apura el primer vaso de bourbon que le ofrece el barman que de forma disimulada ha cogido una botella de debajo de la barra en vez de aquellas que lucen sus costosas etiquetas a sus espaldas.

«Está siendo un año de mierda» recita con el vaso en la mano mientras el barman asiente con aire comprensivo ensayado con sus cuñados en las cenas familiares. «La cosa va mal» subraya mientras finge colocar las botellas prístinas e intocables del estante. «Por si fuera poco mi  mujer no suelta la presa. Que los niños necesitan ortodoncia. Yo la verdad es que los dientes se los veo bien» aunque lo cierto es que no tiene muchas ocasiones de ver la dentadura de sus hijos desde que se separara. «La mía ahora con que si tenemos que pintar» acude al rescate el barman, esta vez con más convicción » y digo yo, ¿para qué necesita que pintemos la casa? Son ganas de gastar a lo tonto. Está bien como está…» El tipo del traje suspira. Su teléfono suena. Él lo coge y mira la pantalla entrecerrando los ojos con cara de presbicia inconfesable. Parece musitar algo mientras lee. De pronto abre los ojos entre asustado y sorprendido. Aparta la mirada del móvil e intenta meterlo en el bolsillo de la chaqueta pero éste se cae al suelo. No parece haberse dado cuenta. «¡Dios!» alcanza a exclamar antes de apurar el vaso de bourbon. «El jefe ¿eh?» El tipo asiente. «Al final nos mandan a los japoneses antes de lo previsto». Baja del taburete. Recoge el móvil del suelo y se marcha. El barman murmura «Pobre diablo…»

El Octavia es sin duda uno de los modelos que más representan el espíritu de la marca Skoda en su etapa actual. Un coche en el que se ha aprovechado al máximo tanto el chasis como las mecánicas para ofrecer un modelo que, como insistimos una y otra vez, ha sido diseñado para que sea especialmente práctico. Lo mejor es que con la evolución de las mecánicas y la estructura de la plataforma del grupo VAG las características del Octavia también han ido evolucionando, aprovechándose de los avances quizás un poco más tarde que los modelos más punteros del grupo, pero siempre con un buen equilibrio entre prestaciones, espacio y economía de uso.

Modelo analizado Skoda Octavia
Motor y acabado Combi Style 1.4 TSI iV PHEV 204 CV
Potencia 204 CV
Velocidad máxima 220 Kmh
Aceleración o-100 7,8 s
Largo/ancho/alto 4689/1829/1468 mm
Potencia máxima RPM 150 CV 3.000 rpm (gasolina) 116 CV (eléctico)
Par máximo Nm/RPM 330 Nm
Caja de cambios Automático 7 velocidades
Web https://www.skoda.es/
Precio 41.300  euros (antes de ayudas)

Por eso al querer revisitar este modelo del fabricante checo quisimos hacerlo con la motorización híbrida enchufable con la que se busca el equilibrio entre una movilidad eléctrica en ciudad y un desempeño en carretera con buenas prestaciones y menos problemas de autonomía y repostaje. También elegimos la versión combi de la carrocería, que en anteriores pruebas nos ha parecido la más práctica gracias a un espacio en el maletero verdaderamente notable para un coche de su tamaño y teniendo en cuenta que las baterías suelen restar espacio en el mismo en los modelos PHEV.

Nueva generación

El aspecto exterior del Octavia en esta generación 2020 es el mismo que el de la unidad que probamos con motor térmico hace algún tiempo. Es un coche grande que ha crecido además con respecto a la generación anterior del modelo, llegando a los 4,69 metros de longitud gracias también al voladizo que representa el maletero de esta versión familiar. La parte delantera tiene bien definida la identidad visual de las nuevas gamas del fabricante, con unos grupos ópticos de gran tamaño y alargados que se juntan en una amplia parrilla exagonal en el centro justo debajo del escudo de la marca.

En la parte inferior del morro un spoiler acoge otra amplia entrada de aire compuesta por elementos tipo nido de abeja en color negro que está dividida en dos y que le da un toque deportivo a esta parte delantera del coche. Nos ha gustado cómo los diseñadores de Skoda han integrado en este spoiler las luces de posición de forma discreta, parecen flotar sobre la parrilla de las entradas de aire. También interesante el toque de los relieves del capó que definen las líneas en las que en la parte delantera se colocan los faros y un relieve central que acaba en el escudo.

Los relieves de la carrocería también marcan el lateral en la parte inferior, para otorgar al Octavia una línea más dinámica que desconocemos si tiene efecto sobre su coeficiente aerodinámico, que es uno de los más notables dentro de su categoría. Eso sí, para la versión combi el coeficiente Cx de 0,24 que luce la berlina empeora hasta el 0,26, que en cualquier caso sigue siendo una buena cifra para un coche familiar de las características de este Skoda Octavia Combi.

Aerodinámica

Hay que recordar que el coeficiente aerodinámico es muy importante para mejorar el consumo de combustible en carretera cuando se usa el motor térmico, pero mucho más cuando hacemos uso del motor eléctrico que en proporción consume más que el motor térmico para mantener velocidades de carretera o autopista. Las llantas de este modelo de Skoda son realmente elegantes, en color metálico con diez radios con un tamaño de 18 pulgadas.

La parte trasera del Octavia, como apuntamos en las pruebas de los últimos modelos de Skoda, se ha visto modernizada con grupos ópticos horizontales que se dividen en el portón del maletero y el nombre de la marca que se extiende en el espacio entre ambos. El parachoques es amplio y sobresale bastante para proteger de golpes en maniobras. En la parte superior del portón se ha colocado un pequeño spoiler en el que también se han dispuesto las luces de freno centrales para mayor visibilidad.

El interior del Skoda es el mismo que pudimos ver en la versión de motor de gasolina con unos acabados y materiales utilizados con mucha inteligencia para dar una sensación de calidad alta sin grandes alardes ni lujos innecesarios. Destaca para nosotros la agradable textura de la tela elegida para cubrir estratégicamente parte del salpicadero con el detalle de mostrar las costuras. No ocupa demasiado espacio pero el suficiente para dar esa impresión de calidad.

Pantallas

Como ya apuntamos las pantallas, la de la zona de indicadores tras el volante y la del sistema de entretenimiento, han sido actualizadas y son de muy buena calidad. Hay una serie de botones físicos, pero para muchas funciones hay que acudir a la pantalla táctil. Quizás la zona donde los materiales son de menor calidad es la del túnel central en la zona donde se encuentra el selector del cambio. Se ha usado plástico duro rugoso en la parte del reposavasos y accionador del freno de mano pero se ha usado un material de tacto más agradable en la del mencionado cambio, que se ha colocado sobre una pieza de plástico negro brillante.

Como se trata de un modelo híbrido enchufable el sistema de información dispone de menús para el control del funcionamiento del sistema híbrido y de la carga de la batería. Mediante el menú de carga es posible controlar y programar la carga de la batería en horarios de menor coste de electricidad para optimizar el gasto. Además el sistema es compatible con Android Auto y Apple Car Play y también dispone de un sistema de reconocimiento de voz para alguna de las funciones.

En lo que respecta al maletero esta versión híbrida enchufable coloca la batería de 13 KWh (10 útiles) en el fondo del mismo por lo que la capacidad de 640 litros se queda en 490 en este caso. Es una pérdida considerable de capacidad pero que es habitual en las versiones híbridas enchufables que hemos probado. Y en cualquier caso sigue siendo una capacidad bastante respetable que permite viajar con equipaje para varios días o transportar objetos bastante voluminosos si abatimos lso asientos para lograr la capacidad máxima de 1.555 litros.

Maletero talentoso

Además y como es habitual dentro del maletero encontramos muchas soluciones prácticas como redes, ganchos, iluminación, conector de corriente etc. En los laterales, detrás de los pasos de rueda, hay unas zonas de carga bastante grandes que permiten almacenar objetos voluminosos sin que se muevan al corcular el coche. En estos huecos también hay cintas para que no se mueva la carga (en el de la iizquierda) o un gancho para colgar una bolsa y que quede recogida en el hueco.

Para esta versión del Octavia Combi el sistema de propulsión es el híbrido enchufable de 204 caballos que consta de un motor de gasolina de 150 caballos y 1.400 centímetros cúbicos de inyección, todo un clásico del grupo, combinado con un motor eléctrico que rinde 116 caballos y 330 Nm. La batería de la que dispone el Octavia iV es de 10 KWh efectivos que se traduce en una autonomía homologada por el ciclo WLTP de 60 kilómetros.

Con estos datos nos pusimos al volante del Octavia Combi para realizar las pruebas dinámicas de rigor. Se trata de un coche con carrocería familiar con buen maletero pero su tamaño es relativamente compacto por lo que en ciudad se desenvuelve bien, también gracias a la abuntante dotación de sistemas de ayuda a la conducción. El modo eléctrico es el ideal en este caso ya que los 116 caballos son más que suficientes para movernos con agilidad. La insonorización es bastante buena por lo que nos moveremos prácticamente en silencio. Eso sí, la autonomía real ronda más bien los 45 kilómetros, sobre todo si tenemos que realizar tramos por autopistas de circunvalación.

Modos de marcha

Como en otros híbridos enchufables del grupo se pueden seleccionar varios modos de funcionamiento, desde el mencionado eléctrico puro pasando por el híbrido, que pone en funcionamiento los dos sistemas de propulsión según se necesite, y el modo Sport que pone en funcionamiento los dos motores para obtener la máxima potencia. En modo híbrido la conducción es muy agradable y el cambio DSG aprovecha de forma eficiente el funcionamiento de ambos motores. El consumo en este caso no es tan bajo como en un híbrido «tradicional» (también por el peso de una batería más grande) pero se acerca bastante a velocidades constantes por debajo de las legales.

La suspensión está diseñada para ser más confortable que eficaz en curva, aunque en recorridos virados hemos podido sostener un buen ritmo el tacto no es deportivo precisamente. El cambio DSG hace un buen trabajo para sacar el partido a los caballos a disposición, sobre todo en modo Sport que es donde se luce más el propulsor ya que los 203 caballos se hacen notar, pero no de forma tan contundente como cabría esperar. Sin embargo la respuesta es decidida en toda circunstancia lo cual se agradece a la hora de hacer adelantamientos o afrontar repechos pronunciados.

Conclusiones

El Octavia Combi en esta versión híbrida enchufable ofrece todas las bondades que encontramos en el modelo de motor de combustión con un propulsor que ofrece una versatilidad mayor, sobre todo en los recorridos urbanos. Para justificar la diferencia de precio, que es bastante, es necesario tener claro qué recorridos vamos a realizar en ciudad y disponer si es posible de un cargador en casa o que la empresa en la que trabajamos ponga a disposición uno en el parking de la misma.

Si lo que buscamos es un coche potente y no nos interesa realizar recorridos cortos en modo eléctrico puro, es difícil de justificar la elección ya que hay opciones más interesantes como el Skoda RS que también probamos. Es cierto que el disponer de la etiqueta cero es un aliciente adicional, pero quizás no suficiente. Por lo demás es uno de los híbridos enchufables más interesantes por el equilibrio de lo que ofrece y la versatilidad de las soluciones que siempre ofrece Skoda con sus modelos.

Valoración final
8.6 NOTA
NOS GUSTA
Espacio y luminosidad interior
Buen confort de marcha
Muchos detalles prácticos
A MEJORAR
Botones no físicos
Algo falto de personalidad en modo Sport
RESUMEN
Uno de los modelos híbridos enchufables más prácticos y con mejor relación calidad precio. El funcionamiento en todos los modos es impecable, aunque un poco gastón en modo Sport.
Prestaciones8.5
Diseño8.5
Consumo8.5
Confort9
Sistema de infoentretenimiento8.5

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