Conecta con nosotros

A Fondo

Un poco de la historia de PDF y 4 alternativas a Acrobat Reader

Publicado

el

Adobe Acrobat Reader para abrir PDF

Acrobat Reader sigue siendo en la actualidad una aplicación bastante popular cuando se trata de abrir ficheros PDF, y eso a pesar de arrastrar desde hace muchos años una fama muy mala debido a aspectos como el consumo de recursos y unos problemas de seguridad que han acompañado a la aplicación hasta la actualidad. Su popularidad como lector de ficheros PDF tiene mucho de herencia histórica, ya que Adobe es la inventora de dicho formato de documentos.

El formato de fichero PDF fue creado por Adobe en el año 1992 y puesto a disposición de forma gratuita al año siguiente. La intención de la compañía era desarrollar algo que permitiese presentar documentos con texto e imágenes de forma que pudiesen ser visualizados independientemente de la aplicación de software, el hardware y el sistema operativo. Sin embargo, y a pesar de haber sido puesto a disposición de forma gratuita, PDF fue publicado totalmente como software privativo hasta 2008, año en el que la propia Adobe movió ficha para convertirlo en un estándar ISO.

La publicación de PDF como un estándar permite que cualquier persona pueda implementar el soporte para dicho formato de ficheros, tanto en aplicaciones privativas como libres, pero en un principio Adobe se reservó algunas cartas que no gustaron a algunos. La versión 1.7 de PDF, que fue la sexta edición de la especificación que se convirtió en ISO 32000-1, tiene partes privativas y no estándares definidas por Adobe como la Arquitectura de Formularios XML (XFA) y una extensión de JavaScript para Acrobat.

Que PDF no fuera plenamente un estándar abierto no gustó a muchos, así que Adobe ha ido afinando el estándar con el fin de que no tuviera componentes privativos. Como resultado, en el año 2020 fue publicada la versión 2.0 de la especificación con clarificaciones, correcciones, actualizaciones críticas de las referencias normativas para eliminar los componentes privativos.

Acrobat Reader no es PDF, aunque sus historias estén estrechamente relacionadas

Como ya he expuesto, PDF es desde hace años una especificación estándar para documentos, mientras que Acrobat Reader, llamado Adobe Reader en tiempos pasados, es una de las muchas aplicaciones que existen para reproducir dicho formato de ficheros.

La edición estándar Acrobat Reader se distribuye como una aplicación privativa y gratuita, pero también existe Adobe Acrobat Pro DC, que es de pago y proporciona la edición y creación de ficheros PDF, además de la conversión a los formatos de Microsoft Word y Excel, como características adicionales. Por su parte, la versión gratuita permite visualizar, imprimir y anotar sobre documentos PDF.

Planes de Acrobat Reader

Aunque está bien presentada en la actualidad, Acrobat Reader ha recibido y sigue recibiendo muchas críticas debido principalmente a dos razones. La primera es la gran cantidad de fallos de seguridad que se le descubren, algo en lo que posiblemente haya contribuido la popularidad de la aplicación y lo extendido todavía de su uso en empresas. Resulta curioso ver que, en este sentido, Acrobat Reader ha compartido fama con otro producto de Adobe que en su día fue muy denostado, Flash, que en la actualidad se encuentra descontinuado al menos en sus versiones para usuarios finales.

La segunda razón por la que Acrobat Reader es muy criticado es el consumo de recursos, una circunstancia que se ha agudizado debido a la aparición de competidores que se han mostrado algo más eficientes en esa faceta. Con el paso de los años han aparecido visualizadores de distintos perfiles que pueden ajustarse mejor a la forma que tiene el usuario de lidiar con los documentos en ese formato, y en los últimos se ha extendido el uso del propio navegador web (Chromium, Google Chrome, Microsoft Edge y Mozilla Firefox valen), lo que ahorra la instalación de una aplicación dedicada.

Cómo mejorar la seguridad de Adobe Acrobat Reader

Lo que voy a exponer a continuación no es ni por asomo una panacea, pero son consejos de utilidad para aquellas personas que, por las circunstancias que sean, están atadas a Acrobat Reader.

Lo primero y lo lógico es mantener la aplicación al día para así recibir los últimos parches que solucionan fallos y problemas de seguridad. Esta práctica no es algo que solo haya que llevar a cabo con Acrobat Reader, sino con todo software que esté presente en la computadora, incluidos el sistema operativo y los drivers.

Pero retomando el tema que nos ocupa, en el salvaje mundo de Internet hay muchos documentos PDF maliciosos cuya apertura puede desembocar en consecuencias catastróficas, y aquí no solo hay que contar ficheros de dudosa procedencia, sino también falsificaciones o engaños muy bien logrados e incluso fuentes legítimas que han sido jaqueadas para distribuir modificaciones maliciosas de los contenidos que proporcionan. En resumidas cuentas, que incluso el usuario más precavido es susceptible de caer.

Seguridad de JavaScript en Adobe Acrobat Reader

Otra cosa que el usuario puede hacer es el siguiente recorrido en la compilación de Acrobat Reader para Windows: Edición > Preferencias > JavaScript. La configuración predeterminada de la seguridad intenta que solo el código JavaScript que sea confiable y sin privilegios se cargue de manera predeterminada, pero siempre se puede optar por una medida más radical y desactivar totalmente el soporte de JavaScript, si es que la aplicación de dicha medida resulta viable.

Alternativas a Adobe Acrobat Reader

Viendo que Acrobat Reader no es del gusto de todos y que ha dado motivos para desconfiar de ella, no viene mal mencionar algunas alternativas que sean capaces de sustituir a la aplicación de Adobe para la mayoría de los usuarios.

Okular

Es el visor de documento del proyecto KDE, así que es conocido sobre todo entre los usuarios de Linux y es software libre al estar su código fuente publicado bajo la licencia GPL, lo que le da una gran ventaja en términos de transparencia. Es capaz de abrir ficheros PDF, ePub, PostScript, ComicBook y Microsoft Compiled HTML Help (CHM), entre otros formatos de documentos e imágenes, y además cuenta con una compilación para Windows disponible desde la Microsoft Store.

A nivel de características soporta anotaciones y el uso de firmas y para muchos es el mejor exponente de entre los que están publicados como software libre, por lo que su uso entre los usuarios de Linux se extiende más allá del escritorio KDE Plasma.

Okular para Windows

Foxit PDF Reader

Posiblemente el ejemplo más socorrido cuando uno busca alternativas a Acrobat Reader. Esta aplicación es desarrollada por Foxit Software, una empresa radicada en China, y es considerada por muchos como el mejor competidor que tiene el software de Adobe. Ofrece soporte multiplataforma a través de Windows, macOS, Linux, iOS, Android y la web, pero es privativa. Tiene características para resaltar, escribir anotaciones y soporte para firmas, entre otras muchas cosas.

Foxit PDF Reader

El navegador web

No son pocos los que han decidido dejar de usar una aplicación dedicada para pasar la apertura de los documentos PDF con el navegador web. Tanto Google Chrome (y cualquier navegador Chromium) como Firefox pueden abrir ficheros PDF desde hace años, pero si bien esta es una vía para dejar de usar una aplicación en caso de hacer un uso básico, no es ni por asomo la más ligera si nos ceñimos al consumo de recursos.

Mozilla Firefox con un PDF abierto

PDF24 Creator

Otra alternativa muy interesante a Acrobat Reader que presume de ser ligera, gratuita y libre de spyware. Sin embargo, que no se engañe la gente, ya que PDF24 Creator es en realidad una suite con interesantes características como creación, compresión, fusión y conversión de PDF, que se suman a herramientas de OCR y firma electrónica. Eso sí, por ahora solo funciona en Windows y el diseño de su interfaz de usuario puede parecer un tanto vetusta para algunos.

PDF24 Creator

Conclusión

Acrobat Reader es una aplicación que, a pesar de no recibir tanto foco mediático en los últimos años (posiblemente debido a que su uso y popularidad han bajado), sigue siendo controvertida, sobre todo cuando se trata de sus fallos de seguridad.

Afortunadamente, la mayoría de los usuarios hacen un uso bastante básico de los ficheros PDF, así que con poder abrirlos ya tienen suficiente. Esto ha impulsado el uso de los navegadores web como medio para abrir los documentos en el formato mencionado, aunque también existen muchas alternativas muy competentes a la aplicación de Adobe.

Lo más leído