Conecta con nosotros

Análisis

Acer Smart Display

Publicado

el

acer-smart-display

Acer Smart Display representa un concepto curioso. Por un lado, tenemos un interesante monitor de 21,5 pulgadas Full HD (1920 x 1080p) con altavoces integrados. Por otro, un completo All In One basado en Android que a modo de tablet gigante nos muestra interesantes opciones de conectividad: tres puertos USB 2.0, conexión Ethernet, conexión micro USB y ranura para tarjetas SD.

Ficha técnica

Para gobernar el ecosistema Android, Smart Display alberga en su interior un procesador de doble núcleo ARM Cortex A9 a 1.0GHz, 1 GB de memoria RAM y 8 GB de memoria interna, que puede expandirse hasta en 32 GB con tarjetas SD. Además cuenta con una webcam de 1,2 MP y un micrófono integrado con el que completar una «experiencia Skype».  El conjunto se comercializa por 325 euros, un precio bastante atractivo tanto en el segmento tablet como incluso en el de los monitores.  La pregunta es ¿Merece la pena? 

Android de gran formato

Navegar por Internet, ver películas y archivos de vídeo, realizar una edición sencilla de documentos, ver la televisión o ejecutar algunos juegos. Son algunas de las aplicaciones que más partido pueden sacarse de este Acer Smart Display de 21 pulgadas. Un enorme tablet gobernado por Android 4.0 que puede funcionar como un All In One de bajo coste. Resulta evidente que ni por las características propias de un sistema operativo móvil como es Android o por lo limitado que es el hardware que equipa este tablet, vamos a poder ser especialmente exigentes.

Sin embargo, la experiencia de tener una gran tablet de 21 pulgadas, es interesante. Visualizar e interactuar con los contenidos de apps como Youtube, Google Earth o CNN en una pantalla de grandes dimensiones, resulta más atractivo de lo que podría parecer a priori. Ejecutar juegos Android se convierte en una experiencia curiosa, que dependiendo del título funciona más o menos bien. En algunos clásicos como Angry Birds, la experiencia de usuario es una maravilla. Por contra, aquellos juegos que hacen uso de acelerómetros resultan más bien inusables, a menos que no contemos con un gamepad que sea compatible con ese juego.

acer-aio

Por supuesto aplicaciones que hacen uso del stylus, como pueden ser Autodesk SketchBook que convierten toda la pantalla en un enorme lienzo, ganan muchísimos enteros para los usuarios más creativos e incluso las clásicas aplicaciones de retoque fotográfico dan un salto de calidad cuando pueden «expresarse» en pantallas más grandes. ¿Cuál es la pega? Que el equipo no es demasiado potente y se nota. Aplicaciones como Google Chrome, que en principio no deberían de dar demasiados problemas, se muestran lentas y pesadas y cuando trabajamos con varias aplicaciones a la vez, empezamos a echar de menos tener un «ordenador de verdad».

Estamos convencidos que con un procesador más potente, más memoria RAM y más almacenamiento interno (sus 8 GB dan para muy poco, por mucho que se puedan ampliar), estaríamos ante un equipo realmente recomendable para un amplio espectro de usuarios. Sin embargo, con los mimbres que Acer pone sobre la mesa, el equipo se queda un poco a medias.

acer-presenta-smart-display

Un monitor peculiar

En su configuración como monitor, el Acer Smart Display no es exactamente una pantalla al uso. En primer lugar, sustituye la clásica peana por una bisagra que se ancla en la parte posterior, sujetándose todo el conjunto como un enorme marco de fotos. Esto aunque resulta aparente desde el punto de vista estético, no es la mejor opción desde el ergonómico. La línea visual siempre queda por encima del monitor, obligando a adoptar una postura un tanto antinatural (a menos que lo «calcemos»).

Por otro lado,  el marco de plástico se eleva aproximadamente en un centímetro sobre la pantalla, creando un «efecto cuadro» un tanto extraño. En contra de su posicionamiento como monitor de trabajo, también juegan elementos como la ausencia de controles de brillo/contraste/ajuste de color a los que sólo podremos acceder en caso de que utilicemos el equipo en modo Android, la pérdida de la interfaz táctil cuando actúa como monitor externo (pese a que tanto Windows 7 como sobre todo Windows 8 sí que tienen estos controladores) y a que tampoco sea capaz de montar los puertos USB cuando se usa en este modo.

Dicho de otra forma, aunque es cierto que el Acer Smart Display puede funcionar como monitor externo al que conectar cualquiera de nuestros equipos, su funcionalidad en este terreno es más bien limitada, siendo más un complemento del tablet que una killer feature que pueda inclinar la balanza a su favor.

Conclusiones

Acer Smart Display representa un concepto original, que puede tener mucho sentido para un segmento de usuarios: aquellos que quieren tener un equipo para consumir contenidos en una pantalla de dimensiones razonables, invirtiendo poco dinero.

Aunque la firma taiwanesa nos presenta este equipo como un All In One, en realidad es más un tablet gigante en el que vamos a poder explotar las características de un tablet, sin espacio para aplicaciones más complejas. No sustituye a un equipo de sobremesa, pero si no somos exigentes, puede cumplir en el 60% de los escenarios.

No es desde luego un equipo para usuarios avanzados o técnicos, pero si puede funcionar como segundo o tercer equipo, sin perder de vista que aunque sea de forma limitada, también podemos utilizarlo como monitor externo para otro dispositivo.

 

Lo más leído