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Los SSD, vulnerables

Aunque las ventajas de esta tecnología de almacenamiento son cada vez más evidentes, algunos expertos han expresado sus reservas respecto a sus debilidades. La forma en que se almacenan los datos hacen que sea posible hackear los SSD. Mientras que los discos duros tradicionales disponen de formas más seguras de erradicar la información que contienen, en el caso de los SSD esta técnica no es tan accesible ni sencilla.

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Aunque las ventajas de esta tecnología de almacenamiento son cada vez más evidentes, algunos expertos han expresado sus reservas respecto a sus debilidades. La forma en que se almacenan los datos hacen que sea posible hackear los SSD. Mientras que los discos duros tradicionales disponen de formas más seguras de erradicar la información que contienen, en el caso de los SSD esta técnica no es tan accesible ni sencilla.

 

Como muchos sabréis, borrar los ficheros en un disco duro no impide que los podamos recuperar más tarde: al realizar el procedimiento normal simplemente borraremos las entradas de la FAT que indicaban que ahí había «algo». Para erradicarlos es necesario utilizar programas que sobreescriben la información anterior, poniendo ceros y unos de forma aleatoria donde antes había datos concretos.

En los SSD la información se organiza internamente de otro modo, y los chips NAND Flash no tienen por ejemplo barreras físicas que pueden impedir que accedamos a su interior. Si un hacker desmonta estas unidades, podría acceder a las memorias y a sus datos utilizando un programador de memorias Flash convencional. Luego tan sólo sería cuestión de utilizar un programa de recuperación de datos para obtener la información que parecía borrada.

 

 

Los expertos recomiendan que estas unidades incluyan claves de cifrado en su interior, algo que haría bastante más difícil que los hackers pudieran recuperar la información, y ya hay empresas como Safend o Encryptx que están impulsando este tipo de mecanismos.

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