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Análisis

Samsung HMX-H200

El gigante coreano nos presenta una propuesta que, sobre el papel, no puede ser más atractiva: una videocámara capaz de grabar vídeo en alta definición, con zoom óptico de 20 aumentos y estabilizador por menos de 400 euros. Analizamos la Samsung HMX-H200, una opción económica pero repleta de funciones interesantes que se perfila como alternativa interesante para usuarios que buscan una videocámara compacta y versátil a precio razonable.

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El gigante coreano nos presenta una propuesta que, sobre el papel, no puede ser más atractiva: una videocámara capaz de grabar vídeo en alta definición, con zoom óptico de 20 aumentos y estabilizador por menos de 400 euros. Analizamos la Samsung HMX-H200, una opción económica pero repleta de funciones interesantes que se perfila como alternativa interesante para usuarios que buscan una videocámara compacta y versátil a precio razonable.

Ficha técnica

Samsung presenta la cámara en un compacto embalaje y acompañada de la batería, un cable de datos USB 2.0, un cable de vídeo a componentes, el adaptador a corriente y un CD con los drivers y el softwre.

A pesar del esfuerzo de Samsung en lo relativo a diseño y acabados, la videocámara no puede esconder su posicionamiento en gama básica. Los plásticos utilizados son mejorables y algún detalle del ensamblaje no terminan de convencernos, aunque, en general la Samsung HMX-H200 presenta un aspecto robusto y fiable que invita a llevarla a cualquier sitio.

Esta videocámara es capaz de capturar vídeo en alta definición (resolución 1.920 x 1080 píxeles) gracias a su sensor CMOS retroiluminado de 3,32 megapíxeles. La firma asiática ha confiado en una óptica estabilizada Schenider KERUZNACH de focal 3,2 -64 mm. (equivalente a un 37,42 – 748,45 mm. en 35 mm.). Ofrece luminosidad suficiente para grabar cuando la luz acompaña, incluso con luz artificial, pero no podemos pedirle demasiado en condiciones más complicadas.

Para mejorar los resultados de nuestras grabaciones Samsung ha incorporado tecnologías de apoyo como un sistema de autoenfoque inteligente que cambia entre modos predefinidos según la situación (día, noche, macro, etc.) y varias configuraciones de fábrica que ayudan a obtener mejores tomas sin necesidad de recurrir a ajustes manuales.

La facilidad de uso ha sido una prioridad para la compañía a la hora de diseñar la videocámara y se nota. Encontraremos muy pocos botones físicos (aunque sí están todos los importantes), dejando el manejo de menús en la interfaz táctil incorporada. Como detalle interesante comentar que se puede cargar desde el puerto USB de un ordenador, sin necesidad de utilizar el alimentador incluido (aunque resulta más lento realizar la carga completa).

Bajo una pestaña protectora encontramos las salidas A/V, HDMI y USB.

Para comenzar a utilizar la cámara necesitaremos introducir una tarjeta SD/SDHC como soporte para las grabaciones (Samsung no incluye ninguna en el kit). La videocámara permite grabar en tres modos: definición estándar y alta definición (720p o 1080i) utilizando un ratio de compresión que permite grabar algo más de una hora con una tarjeta SDHC de 32 Gbytes. En la misma serie hay modelos superiores que sí incorporan memoria interna.

El diseño de la interfaz en pantalla de la Samsung HMX-H200 no es uno de sus puntos fuertes pero, al menos, sí indican claramente las funciones principales y la pantalla táctil responde con precisión. En exteriores muy iluminados debemos tener cuidado con los reflejos, que pueden resultar muy molestos.

A los usuarios con cierta experiencia les gustará encontrar acceso directo a los ajustes manuales para cambiar la apertura o la velocidad de obturación. Además podemos enfocar una zona concreta pulsando en la pantalla táctil, aunque echamos de menos más precisión. También puede resultar interesante en determinados escenarios la posibilidad de programar la cámara para que capture a intervalos de tiempo determinados.

La nueva Samsung HMX-H200 ofrece una calidad de grabación notable, especialmente cuando las condiciones de iluminación acompañan. Los colores se captan con gran viveza y los automatismos funcionan bien y con rapidez. También merece la pena desatacar la inclusión del estabilizador óptico teniendo en cuenta que hablamos de un dispositivo de gama de entrada.

Conclusiones

Samsung propone una videocámara muy fácil de usar y que ofrece la posibilidad de grabar vídeo en alta definición por un precio más que razonable. La diferencia frente a modelos superiores las encontramos detalles como la construcción, la calidad de acabados, la interfaz de control o su comportamiento en condiciones de luz complicadas pero poco más se puede pedir con un precio tan ajustado.

Sí echamos de menos que no tenga memoria interna (es un componente muy económico y que casi no ocupa espacio) y, sobre todo, que Samsung no incluya de serie una tarjeta de memoria que evite al usuario una compra adicional. En cualquier caso nos parece una alternativa muy interesante si queremos acceder a la calidad HD a coste razonable.

Me encargo de traer innovación y nuevo negocio al grupo TPNET. Además colaboro en varios de nuestros sitios como MC y MCPRO.

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