A Fondo
El triunfo de Windows Phone 7
A pocos días de la presentación oficial en Nueva York de la nueva plataforma móvil Microsoft tiene la oportunidad de volver a ocupar un lugar de privilegio en el mercado de la telefonía móvil. ¿Podrá conseguirlo? Hay muchos factores que intervienen más allá de la calidad intrínseca al producto como la imagen, los competidores, la evolución del mercado así como errores y aciertos pasados como pueden ser respectivamente el patinazo de los Kin y el éxito de Windows 7.
A pocos días de la presentación oficial en Nueva York de la nueva plataforma móvil Microsoft tiene la oportunidad de volver a ocupar un lugar de privilegio en el mercado de la telefonía móvil. ¿Podrá conseguirlo? Hay muchos factores que intervienen más allá de la calidad intrínseca al producto como la imagen, los competidores, la evolución del mercado así como errores y aciertos pasados como pueden ser respectivamente el patinazo de los Kin y el éxito de Windows 7.
¿Triunfará Windows Phone 7? Esta es una pregunta que no solamente se hacen los directivos de Microsoft, sino muchos fabricantes del sector. Los de Redmond pretenden desembarcar una vez más y esta vez con fuerza en el mercado de la telefonía móvil y no es una apuesta tímida sino que detrás hay un rediseño completo de un sistema y grandísimas inversiones en puntos clave como el desarrollo de aplicaciones o el propio márketing.
A continuación vamos a ver uno a uno los factores que pueden hacer de Windows Phone 7 un éxito rotundo o un sonadísimo fracaso.
1. El producto
La estrategia de Microsoft a la hora de diseñar el nuevo Windows Phone 7 ha sido la del cambio radical. Si con las anteriores versiones de sistemas operativos para móviles de la compañía el concepto era mantener la filosofía del Windows de sobremesa con Windows Phone 7 la ruptura es total. El diseño del interfaz está al servicio del usuario con grandes iconos, menús muy accesibles y los famosos hub en los que se prima el uso sobre la aplicación.
Esto quiere decir que el usuario tiene acceso directo a lo que más utiliza independientemente de la aplicación. En la «home» de Windows Phone 7 podemos colocar grandes iconos con el estado de las redes sociales de nuestras amistades, acceso a Xbox live, a la reproducción de nuestra lista de favoritos, a un lugar en el mapa… En los sistemas actuales cualquier tarea de estas primero requiere el acceso a la aplicación correspondiente. Podemos ver cómo se compara esta experiencia con la del iPhone 4.
El interfaz es el primer elemento que puede convertir a Windows Phone 7 en un ganador: un entorno que ofrece mayor usabilidad y acceso más rápido a lo que más utilizamos. Es más, esta característica ya empieza a subrayarse en los primeros anuncios de Windows Phone 7. Detrás de ello está una filosofía heredada del éxito con Windows 7, la de «sentarse y escuchar», traducción de la palabra hebrea Selah que ya ha sido utilizada por Microsoft para describir esta actitud. Escuhar lo que necesita el usuario y diseñar el sistema en consecuencia.
En cuanto a las especificaciones de los dispositivos Microsoft ha escogido una vía intermedia entre la amplia libertad de especificaciones de Android (tanto que se implementa incluso en tablets) y el control rígido del hardware de Apple. Microsoft en este caso ha dado una lista de requisitos hardware para dispositivos Windows Phone 7 con especificaciones mínimas que cubren el procesador, la resolución de la pantalla, complementos como localizador GPS y otros.
También se impide que los fabricantes (a pesar de las reticencias de HTC) puedan superponer al sistema su propio entorno gráfico o aplicaciones preinstaladas. Igualmente se controlan las aplicaciones que se publican en la app Store, a imagen de Apple, para que cumplan ciertos estándares de calidad y funcionen correctamente con el sistema.
Todos estos controles buscan algo de lo que Microsoft nunca ha tenido el control, ni con el Windows de PC ni con el de teléfonos: la experiencia de usuario. Un sistema operativo puede haber sido diseñado a la perfección pero cualquier aplicación mal diseñada o un hardware demasiado justo pueden hacer que el usuario tenga una mala experiencia y la achaque al sistema operativo.
Hace ya años que Steve Ballmer envidia el control que ejerce Apple sobre sus productos, lo que le permite proporcionar una experiencia de usuario más completa y mucho mejor que si se encomienda el sistema operativo a los fabricantes de hardware y a los desarrolladores sin un mínimo control. Una de las claves de Windows Phone 7 es pues el control de la experiencia de usuario, algo que con anteriores versiones de Windows Phone no se consiguió.
2. El campo de batalla y los «enemigos»
¿En qué panorama aterriza Windows Phone 7? En realidad el análisis es más complejo de lo que parece. Aunque la impresión es que iPhone domina el mercado, lo cierto es que esta afirmación hay que cogerla con pinzas y analizar cómo se plantea la batalla para cada sector del mercado. El mercado mundial de la telefonía móvil sigue siendo dominado por Nokia, con un 40% de cuota de mercado seguido de lejos por Samsung con un 17%.
Sin embargo el mercado al que quiere atacar Microsoft es el de los smartphones que suponen el 17% del total de teléfonos móviles del mundo. Ahí según las cifras la batalla global la está perdiendo Nokia, aunque en el primer trimestre de 2010 seguía manteniendo un 40% de cuota de mercado mientras que Apple conquistaba un 16% frente al 10,9% del año pasado. También crecieron HTC y Motorola mientras que RIM, el fabricante de BlackBerry, retrocedía más de un 1 por ciento.
En lo que respecta a sistemas operativos para móviles las cifras muestran que Symbian sigue dominando con un 44,5%, aunque ha perdido más de un 4 por ciento en un año, RIM perdía un 1% para llegar al 19,4% y Android crecía de forma espectacular: de 1,6% al 9,6 por ciento. El iPhone también crecía de forma importante, de 10,5 a 15,4 por ciento. Windows Mobile mantiene una cuota del 6,8 por ciento frente al 10,2 por ciento del año pasado.
¿Qué nos dicen estas cifras? En primer lugar que Microsoft está apuntando al cuello, por diseño y filosofía Windows Phone 7 se ofrece como alternativa al iPhone y los dispositivos Android, justo los dos sistemas que más crecieron en este último año. Es decir, pretende «coger la ola» de una clase de dispositivos que está triunfando. Pero es que hay otra cifra muy importante y es que el mercado de smartphones ha crecido de forma realmente espectacular.
De los 36 millones y medio de unidades vendidas en el primer trimestre de 2009 se ha pasado a 54,3 millones de unidades. Un espectacular 48,7 por ciento de incremento. Es decir, a poco que Microsoft lograra arrancar una cuota de mercado suficiente para recuperar ese 10% que tenía antes con su plataforma la cifra de ventas puede ser muy alta, sobre todo porque la tendencia no es la de ralentización de las ventas sino todo lo contrario.
Es decir que Microsoft más que descender al campo de batalla para enfrentarse a los rivales lo que pretende es amarrar un trozo de esta jugosa tarta que supone el mercado de Smartphones. Y hay que recordar que a diferencia de Google, que no cobra licencia por Android (aunque obtiene beneficios por otro lado) o de Apple que tiene que hacer frente a los gastos de fabricación y desarrollo de terminales, Microsoft obtiene beneficio por cada terminal con Windows Phone 7 que se venda.
En una reciente entrevista con el Wall Street Journal Steve Ballmer declaraba que «el mercado está siendo muy dinámico y eso significa que probablemente seguirá siendo muy dinámico». Microsoft confía en la calidad del producto para hacerse un hueco, y gracias al dinamismo del mercado ese hueco puede ser suficiente para justificar los grandes gastos en los que está incurriendo Microsoft. Lo que nos lleva a la siguiente clave del éxito de Windows Phone 7: lograr arañar cuota de mercado y que el mercado siga creciendo.
3. El universo Microsoft
Otra de las grandes bazas de Microsoft es la de su ecosistema de productos. En Redmond han tenido mucho cuidado en asegurarse que con Windows Phone 7 tanto los usuarios de Office como los de Xbox (por dar ejemplos de dos extremos en el catálogo de Microsoft) se van a encontrar a sus anchas utilizando un teléfono con Windows Phone 7.
De la misma forma la compatibilidad con Exchange, la conectividad con Windows 7, la presencia de Messenger y en general la interacción con el resto de la línea de productos de Microsoft aseguran por lo menos el interés de un extensísimo parque de usuarios que tendrán en sus manos y bolsillos las herramientas o el entretenimiento que ya conocen. Una baza muy a tener en cuenta y otro punto del posible éxito de Windows Phone 7.
4. Grandes inversiones: desarrolladores y márketing
¿Por qué hemos juntado en un solo apartado a los desarrolladores y al marketing? Pues porque son dos de los puntos claves del éxito de Windows Phone 7, los dos más importantes, y por ello son dos de los apartados en los que Microsoft está invirtiendo más dinero con diferencia. El del márketing parece el más claro: para competir con productos similares Microsoft tiene que transmitir la diferencia.
Pues bien, según datos que hemos recogido de distintas fuentes el presupuesto de márketing para esta campaña es de 300 a 500 millones de dólares. Cinco veces más que anteriores campañas de Windows Mobile. Ya se han podido ver algunos anuncios en los que el equipo creativo de Microsoft precisamente está poniendo el acento en la diferencia con respecto a otras propuestas. Esperamos el ataque publicitario en otro frente: en el del cliente empresarial para el que Windows Phone 7 también tiene fuertes bazas con la integración de Office y Exchange entre otras.
La otra gran inversión es la de los desarrolladores, un universo que Microsoft conoce a la perfección. El otro día nos tropezamos con una cifra que nos hizo ver claramente la importancia que da Microsoft a este apartado: para el diseño y producción de herramientas de desarrollo para la plataforma Windows Mobile anterior Microsoft tenía un equipo de cuatro personas mientras que para el desarrollo del SDK de Windows Phone 7 el equipo ha crecido hasta casi 400 personas.
Y es que el de las aplicaciones es una baza fundamental para que triunfe Windows Phone 7 tal y como planteamos en su momento. El ejemplo tanto de Android como de iPhone es claro: una tienda de aplicaciones con todo lo que necesite el usuario es muy importante para el éxito de la plataforma. Por las noticias que recibimos parece que la acogida de Windows Phone 7 por parte de los desarrolladores va a ser calurosa. El 11 de octubre, fecha del lanzamiento oficial, Microsoft abrirá las puertas de la tienda de aplicaciones a las primeras 2.000.
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