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Problemas SATA en chipset Intel

La compañía Intel acaba de anunciar oficialmente que han encontrado un problema de diseño en su nueva línea de chipsets, Intel Series 6, conocida como Cougar Point, y que hace que el rendimiento SATA sea peor del esperado. La compañía ha anunciado que está trabajando activamente con OEMs y ensambladores para recuperar las placas afectadas e instalar la solución hardware en las mismas que han desarrollado. Es un contratiempo importante para las placas con soporte Sandy Bridge.

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La compañía Intel acaba de anunciar oficialmente que han encontrado un problema de diseño en su nueva línea de chipsets, Intel Series 6, conocida como Cougar Point, y que hace que el rendimiento SATA sea peor del esperado. La compañía ha anunciado que está trabajando activamente con OEMs y ensambladores para recuperar las placas afectadas e instalar la solución hardware en las mismas que han desarrollado. Es un contratiempo importante para las placas con soporte Sandy Bridge.

La nueva línea de chipsets Intel® 6 Series, nombre en clave Cougar Point, tienen un problema relacionado con los puertos SATA que, según parece, ven penalizado su rendimiento con el paso del tiempo. Es decir, unidades conectadas a través de dichos conectores SATA de la controladora nativa verán mermado su rendimiento con el paso del tiempo.

Intel ha anunciado que el procesador -Sandy Bridge- o cualquier otro componente no se ven afectados, y han empezado a realizar la petición de devolución de las placas enviadas para poder solucionar el problema, mediante una nueva versión del chipset en la que lo han solucionado. Se espera que los clientes afectados reciban la nueva versión del chipset para finales de febrero, y la fabricación en masa llegaría en abril.

Si acabas de adquirir una placa para Sandy Bridge, segunda generación de Core i5 y Core i7 con chipset Intel 6 Series, tu placa está afectada por el problema, y los fabricantes y OEMs aceptarán la devolución de las mismas para realizar el cambio por el nuevo modelo. Los clientes deberán ponerse en contacto con el fabricante de su placa.

Este "pequeño" percance hará que Intel vea una reducción en ingresos de 300 millones de dólares en este primer trimestre de 2011. El coste total de la recepción y reparación de las placas tendrá un coste aproximado para la compañía de 700 millones de dólares.

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