Apple iPod nano 7G

El pasado 12 de septiembre de 2012, durante la misma keynote en la que Apple mostró el iPhone 5, fue presentada la séptima generación del iPod nano, sin lugar a dudas el modelo de iPod que más modificaciones ha sufrido desde que se presentó por primera vez el 7 de septiembre de 2005.

Durante estos siete años, el iPod nano ha pasado por diferentes formatos, pero distintos de verdad. El primer modelo, sucesor del iPod mini, tenía una capacidad de 2 y 4 Gbytes, formato alargado y una pequeña pantalla. La segunda generación se presentó el 12 de septiembre de 2006 y no mostraba muchos cambios, salvo mayor autonomía de la batería, nuevos auriculares y disponibilidad en seis colores.

Infografía en la que se puede ver el formato de las seis primeras generaciones del iPod nano. Fuente Dvice

La tercera generación, presentada cómo no un año después, el 7 de septiembre de 2007, supuso un cambio radical en su formato, con un cuerpo más ancho y más bajo, y como otra gran novedad la capacidad de reproducir vídeo. Este iPod nano «gordito» no apasionó a los diseñadores de Apple y de nuevo un año después, el 9 de septiembre de 2008, lanzaron la cuarta generación con la forma del iPod nano 2G pero con una pantalla más grande (2 pulgadas).

La quinta generación, presentada en sociedad el 13 de septiembre de 2009, mantenía forma, tamaño y volumen del iPod nano 4G, pero añadía cámara de vídeo, radio FM, podómetro y aumentaba ligeramente su pantalla a 2,2 pulgadas. Otra vez, en la sexta generación, presentada el 1 de septiembre de 2010, los diseñadores de Apple sorprendieron a todos con un modelo cuadrado en el que prácticamente todo era pantalla, pero una pantalla muy especial, de 1,54 pulgadas con 240 x 240 píxeles y táctil (multitouch). Por primera vez perdía la clásica rueda para desplazarse por los menús.

Y tras esta introducción histórica llegamos al iPod nano 7G, una séptima generación que ha vuelto a cambiar su diseño. En esta ocasión, aunque tiempo habrá de dar más detalles, la pantalla Multi-Touch se alarga hasta 2,5 pulgadas (resolución de 240 x 432 píxeles) e incluye un botón central parecido al del iPod touch, el iPhone y el iPad.

La séptima generación del iPod nano se acompaña de los nuevos auriculares EarPods, del cable de conexión al ordenador (esta vez con conector Lightning) y de una guía rápida.

Metidos ya en harina con el iPod nano 7G, decir que es el iPod más delgado que haya salido nunca de la «factoría Cupertino»: un grosor de 0,54 cm para unas medidas totales de 7,65 cm de alto y 3,96 cm de ancho, así como un peso de 31 gramos. Y todo esto, como hemos comentado, con una pantalla Multi-Touch panorámica de 2,5 pulgadas con resolución de 240 x 432 píxeles a 202 p/p. Vamos, que como podéis ver en las imágenes, es prácticamente todo pantalla, salvo por la franja inferior donde está el botón de Inicio.

Por cierto, hablando de botones, alguno más hay en el iPod nano 7G.  En concreto está el de encendido/apagado/resposo/activación del lateral superior, así como los de subir/bajar volumen y reproducción/pausa del lateral izquierdo.

El iPod nano 7G junto con los nuevos auriculares EarPods.

Como viene siendo habitual en los iPod nano de los últimos tiempos (ahora también en el nuevo iPod touch) es posible elegir entre varios colores: grafito, gris, morado, rosa, amarillo, verde y azul, así como la edición especial (PRODUCT) RED, que como su nombre indica es rojo. Eso sí, la posibilidad de elección acaba con los colores, ya que sólo hay una capacidad disponible: 16 Gbytes.

 Vista trasera del iPod nano 7G.

Como novedad interesante debemos mencionar una batería de mayor tamaño que la generación anterior. La gente de iFixit lo ha demostrado al desmontar completamente el iPod nano 7G, ya que sus 0,8 Wh son más del doble que los 0,39 Wh del iPod nano 6G. Esto se traduce en que, según Apple, la batería recargable de polímeros de Litio permite reproducir hasta 30 horas de música con carga completa (tarda unas tres horas en cargase completamente).

Por supuesto, son las cifras oficiales de Apple, que varían a la baja en el uso real, sobre todo si vemos algún vídeo, repasamos nuestras fotografías, tenemos el Bluetooth activado, etc. De todas formas, lo que importa es que la batería del nuevo nano ofrece una autonomía más que aceptable; obviamente no se trata de un smartphone que haya que recargar casi cada día.

En el lateral inferior del iPod nano 7G tenemos el  jack para auriculares y el nuevo conector Lightning.

Otro detalle que le diferencia de versiones anteriores es su interfaz. Los nuevos iconos con formato burbuja se hacen un poco extraños al principio para los usuarios de iOS, pero lo cierto es que el tamaño y la separación que hay entre ellos es perfecta para no equivocarnos de icono cuando estamos en movimiento.

Y hablando de movimiento, el iPod nano 7G es un reproductor de música pensado para deportistas. Por supuesto, cualquiera puede usarlo, su capacidad y opciones (como la radio, la reproducción de vídeo 720 x 576 píxeles o el álbum de fotografías) no le decepcionarán; sin embargo, este «alma» deportiva queda demostrada en la aplicación Fitness de Nike, que permite medir los pasos que damos (podómetro) pero también las distancias (además de la duración o las supuestas calorías gastadas) cuando corremos.

El iPod nano 7G (izquierda) a lado del iPod nano 6G (derecha).

Y no hace falta nada más, con el nano es suficiente, no necesitamos comprar un iPod Spot Kit de Nike con sensor en la zapatilla o monitor de ritmo cardiaco. Bueno, si lo compramos los datos obtenidos serán más fiables, ya que en nuestras pruebas la verdad es que mientras el podómetro se mostró muy exacto a la hora de medir nuestros pasos, en el momento de la carrera los resultados fueron desastrosos.

Habíamos leído que la medición de la distancia recorrida durante una carrera no era el fuerte del nano 7G, pero quisimos comprobarlo nosotros mismos. Como podéis ver en la imagen de arriba, salimos a correr durante 16 minutos y 24 segundos (en el nano pone 23 segundos, pero es por el segundo de más que tardamos en pulsar la app de Nike en el iPhone 5). Mientras que en el smartphone de Apple la distancia recorrida fue de 2,33 km, y todo ello medido gracias al GPS del iPhone 5, en el nano nos ponía una distancia de 3,08 km, mucho más de medio km de diferencia en una distancia tan corta. No sé vosotros, pero yo me fío mucho más de la precisión del GPS del iPhone.

Lo que seguro echarán de menos los usuarios deportistas del nuevo nano frente a la generación anterior es la pinza. Para mí era muy cómoda porque me permitía llevar el nano 6G agarrado de la manga de mi camiseta o de los tirantes de ésta; ahora tendremos que optar por alguna funda (no las conocemos todavía, pero seguro que saldrán muchas) o por llevarlo dentro de nuestro bolsillo.

Más detalles destacables del iPod nano 7G es la inclusión de Bluetooth y del nuevo conector Lightning. Mientras que lo primero lo veo como un punto a favor de la nueva generación, lo segundo me parece una molestia para todos aquellos que dispongan de periféricos para iPods con conectores de 30 clavijas. Ahora, tu base de altavoces, por ejemplo, no te servirá para nada salvo que eches mano del adaptador de conector Lightning a 30 clavijas que se vende por 29 euros, otra cantidad importante a añadir a los 169 euros que cuesta el iPod nano 7G.

En fin, muchas novedades en un cuerpo tan pequeño, pero no esperábamos menos de Apple. Ahora queda ver cómo reacciona el mercado ante la nueva generación, ya que seguro que habrá usuarios que no estén convenidos del nuevo formato (y precio), otros que no se sientan cómodos ante la nueva interfaz o, lo más probable, que al disponer de un smartphone no encuentren sentido comprar un reproductor de música.