¿Veremos videojuegos 4K en la próxima generación?

Una de las grandes promesas de la generación de consolas que inauguró Xbox 360 a finales de 2005 fue la llegada de la alta definición a los videojuegos. Unos meses más tarde, Sony se apresuró a asegurar que su PS3 sería capaz de mover títulos a 1080 en nuestro televisor, promesa que solo acabaron cumpliendo unos pocos juegos de su catálogo. ¿Qué podemos esperar de la próxima generación?¿Llegará la resolución 4K con PS4 a nuestros hogares?

Tras una presentación un tanto «singular» y aun sin datos concretos sobre las especificaciones finales, todo apunta a que PS4 estará lejos de ser el hito del hardware que supuso su antecesora. La firma japonesa es consciente de que no puede poner en el mercado una consola que supere los 600 euros y apuesta por una arquitectura x86 con el objetivo de facilitar el trabajo a los desarrolladores en un escenario donde cada vez se cogen menos riesgos y los títulos multiplataforma son la norma habitual.

«La resupuesta oficial es que PS4 será capaz de trabajar con resoluciones 4K, pero solo para contenidos multimedia como fotografías o vídeos. Los videojuegos no funcionarán en 4K«, comentó Shuhei Yoshida, presidente de Sony WorldWide Studios hace unas horas en Polygon.

Es más que probable que tanto PS4 como la nueva Xbox limiten la resolución máxima en videojuegos a 1080p, edulcorada con los filtros y suavizados que bien conocen los gamers de PC. En lo relativo a vídeos, no parece probable que veamos películas 4K a corto plazo; al problema de resolver el soporte físico capaz de almacenar la ingente cantidad de datos necesaria (más de 300 Gbytes por película) se suman la infraestuctura de red necesaria para un sistema de distribución digital eficaz.

Durante la presente generación hemos vivido la transformación de las consolas desde un producto dedicado casi exclusivamente al ocio electronico hacia auténticos centros multimedia, donde la oferta lúdica es solo una característica más. Sony y Microsoft abandonan la carísima carrera del hardware para presentar productos fiables, que consumen poco y con un entorno de desarrollo ideal tanto para las grandes compañias como para estudios indie que podrán aprovecharse de las nuevas posibilidades de distribución para innovar. Al final, quizás lo menos importante sean los píxeles.