GIGABYTE GK-OSMIUM, análisis

Aunque casi todos asociamos la marca GIGABYTE a placas base y tarjetas gráficas el gigante asiático tiene una interesante división gamer que ningún aficionado debería dejar pasar. Nos han enviado un espectacular teclado GIGABYTE GK-OSMIUM que hemos probado durante unos días; estas son nuestras impresiones.

Que el GIGABYTE GK-OSMIUM es un producto de una clase especial salta a la vista incluso antes de conectarlo. Para empezar, pesa el doble que cualquier teclado normal (1,5 kilos) y ofrece una construcción increíblemente sólida, preparada para aguantar largas sesiones de juego sin problemas. Estamos ante un teclado mecánico, una veterana tecnología que parece vivir una segunda juventud en el terreno gaming y que cuenta con ventajas evidentes sobre las soluciones basadas en membrana, más económicas pero lejos de la precisión y el tacto que ofrecen periféricos como el protagonista de nuestro análisis.

Aunque, evidentemente, la distribución del teclado sigue el patrón habitual hay detalles muy interesantes, como las cinco teclas programables, dos ruedas de control dedicadas a la iluminación y el volumen. En la esquina superior derecha tenemos un panel que cambia de color en función del perfil elegido (podemos predefinir hasta cinco diferentes).

El GIGABYTE GK-OSMIUM integra un puerto USB 2.0, un USB 3.0 y unas tomas de audio, todos protegidos por cubiertas de plástico. El teclado incluye cuatro apoyos regulables y un gran reposamuñecas, fácil de instalar y realmente cómodo. También llama la atención la inclusión de una herramienta para extraer las teclas fácilmente, válida tanto para realizar limpiezas en profundidad como para instalar las cuatro teclas con símbolos que incluye.

El gran secreto de este periférico es la incorporación del mecanismo Cherry MX Red, uno de los más populares en el mundillo gaming. Ofrecen un recorrido de la tecla totalmente lineal y se activan desde solo 45 gramos de presión, siendo muy confortables para jugar pero también para uso ofimático o navegación web. Requiere cierto periodo de adaptación pero, en términos generales, es un teclado que podemos usar a diario sin problema alguno.

 

El software incluido es bastante sencillo y las opciones macro funcionan muy bien. Basta activar una de las cinco casillas y comenzar a teclear la combinación de botones que queramos para guardarla; así, cuando estemos en el fragor de la batalla bastará con pulsar una única tecla para realizar hasta la acción más complicada, ofreciendo una ventaja que puede ser determinante en según que títulos.

Tras ocho días de pruebas os podemos asegurar que jugar con el GIGABYTE GK-OSMIUM es una gozada. La respuesta de las teclas es inmediata y la adaptación fue más rápida de lo que pensábamos. El fabricante asegura que soporta la pulsación de hasta 64 teclas simultáneas; nosotros no hemos llegado a tanto, pero si hemos forzado sin notar el más mínimo bloqueo ni retardo.

Las teclas macro también funcionan muy bien, aunque desde nuestro punto de vista están un poco lejos de las imprescindibles WASD. Por lo demás, el sistema de retroiluminación es fantástico y el peso del teclado ayuda a mejorar considerablemente su estabilidad.

Conclusiones

El GIGABYTE GK-OSMIUM es una gran opción como teclado gaming. Con un sitema mecánico de alta calidad, un diseño cuidado y una construcción realmente robusta se perfila como el compañero ideal para un equipo de alta gama orientado al disfrute de videojuegos. Quizás algunos echen de menos más posibilidades de personalización o un software más pulido pero, en lo relativo a jugar, pocas opciones igualan a la propuesta analizada.

En definitiva, una opción interesante para usuarios que busquen lo mejor y que estén dispuestos a pagar un poca más por las sensación de control que ofrece un periférico de esta calidad. El precio del GIGABYTE GK-OSMIUM ronda los 110 euros y ya está disponible en todos los distribuidores autorizados.