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¿Por qué ha pagado Google una millonada por Nest Labs?

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Google-Nest

Google ha anunciado la adquisición de Nest Labs, una compañía co-fundada por uno de los ‘padres’ del iPod junto a Jobs y que se dedica a la comercialización de dispositivos inteligentes para hogares, como termostatos, detectores de CO o alarmas de humo que se controlan mediante aplicaciones en dispositivos móviles.

La suma que Google abonará en efectivo por una compañía de dos años de existencia como Nest es estratosférica. Nada menos que 3.200 millones de dólares, la mayor operación de compra de compañías del gigante de Internet después de los 12.500 millones de dólares pagados por la división móvil y patentes de Motorola.

Se da la circunstancia que Nest fue co-fundada por Tony Fadell, un ex-Apple responsable del software del iPod y uno de los primeros ingenieros del equipo responsable del diseño y creación del smartphone iPhone original.

Si leíste la noticia de la reserva por Coca-Cola de 16 millones de Mac pensando en la batalla de la «Internet de las cosas», podrás entender las ambiciones de Google con esta adquisición que a bote pronto puede quedar muy lejos de su negocio principal.

Para nada. Google ya ha intentado -con poco éxito- entrar en los hogares con su propio termostato inteligente o con productos como Google TV.

Tras la pasada era del ordenador personal y la de movilidad en la que nos encontramos, va a llegar otra con fuerza, la de dispositivos conectados que sumará a todos los actuales, artefactos ‘vestibles’, wearables de todo pelaje y también todo lo que llega de la domótica y hogar inteligente, como los dispositivos que produce Nest.

Con la compra, Google gana también presencia en el mercado general de dispositivos siguiendo la estrategia de Apple en la que también está inmersa Microsoft.

Como beneficio adicional, la adquisición suma talento a Google con 300 nuevos empleados. Muchos de ellos reputados ingenieros que salieron en su día de Apple con Tony Fadell a la cabeza.

¿Cara compra? Sí, pero calderilla para una compañía que tenía 56.000 millones de dólares en efectivo y valores negociables a finales del tercer trimestre de 2013.

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