Razer Naga Epic Chroma, análisis

Sólo abrir la caja del Nagra Epic Chroma nos damos cuenta de que estamos ante un ratón de auténtico lujo. Bien empacado, con sus protecciones y fieltros, el acabado y la calidad de los materiales dan una idea del porqué del precio de este dispositivo, superior a los 170 euros. Pero es que además este fabricante californiano, mítico en el mundo gamer, tiene buen gusto, incluso en algo tan abandonado como son los manuales o la carta de bienvenida en colores verdes y negros, los corporativos.

Razer, que empezó fabricando dispositivos específicos para fanáticos del mundo del videojuego como ratones o joysticks ha ampliado su punto de mira a todo un ecosistema de productos con un denominador común: la pasión por los juegos. Así destaca por ejemplo su última joya, el portátil Blade, los equipos audio o las pulseras weareables.

Pero volvamos a nuestro ratón, una vez disfrutado con el unboxing de este producto apetece utilizarlo. Y es que esta es la versión mejorada del original y premiado Razer Naga al que supera en todo. Dentro de la caja nos encontramos el ratón, la base de control y recarga y el cable mini USB. El ratón puede funcionar bien de forma wireless o por cable. Tan sólo hay que utilizar el cable de la base y enchufarlo al mouse para no tener problemas de autonomía.

La base de carga mantiene el ratón en posición vertical gracias a un sistema magnético. Eso, y los efectos especiales luminosos de los que luego hablaremos, dan un toque elegante a nuestro escritorio.

Pero donde este ratón destaca sobre el resto, además de los efectos especiales, es en la capacidad de programación que ofrece y en la sensibilidad del mismo. El sensor láser que calza este ratón tiene una resolución de 8200 dpi. Aunque funciona sólo enchufarlo al USB, el fabricante recomienza instalar Sypnase, disponible para PC y Mac y que nos permite exprimir nuestro Chroma al máximo: programar hasta 19 teclas, editar diferentes perfiles según los juegos MMO que utilicemos, contar con cuentas para diferentes usuarios, definir los colores del teclado y la ruedecita central….

Diseñado por y para jugones, este ratón también se puede parametrizar para uso empresarial. Y es que cada una de sus teclas pueden conectarse a a aplicaciones, programar macros, abrir páginas webs, combinaciones de teclas… Hay un montón de prestaciones predefinidas tanto en el tema multimedia para convertir nuestro ratón en un mando a distancia como en el área de productividad para capturar pantallas, cerrar sesiones, etc. Yo lo tengo parametrizado para el uso ofimático y una vez que te aprendes las enormes combinaciones es una delicia.

Desde esta aplicación también podemos controlar la curiosa prestación que da nombre al ratón, el Chroma que ilumina la rueda de scroll, base y teclas.

El único pero a este excelente ratón es el consumo de la batería: si nos descuidamos y lo dejamos encendido un par de días sin usar -algo muy habitual- cuando lo vamos a utilizar no tiene carga. Por supuesto, siempre se puede enchufar con el cable incluido pero pierde su atractivo. “Culpa” de este consumo excesivo son sus efectos chroma de luces aleatorias. En cualquier caso, su público objetivo (los fanáticos de los videojuegos) seguro que prefieren utilizarlo conectado por cable para evitar el más mínimo lag y olvidarse de la autonomía.

En la web del fabricante pero sobre todo en foros de gamers se pueden encontrar múltiples cargas de combinaciones de teclas para juegos míticos como World of Craft, LOL, Counter Strike o similares.

En resumen, el Razer Naga Epic Chroma es el regalo ideal para aquel gamer que quiera dar un toque especial a su entorno de juego y encima conseguir sacar un plus de velocidad en juego competitivo gracias a la programación integral de sus 19 teclas en diferentes perfiles. Si no es este tu caso pues es un lujo caro pero que no te defraudará y le dará un toque elegante a tu escritorio. El ratón cuesta unos 170  euros y lo puedes encontrar aquí.