Los smartphones rompieron la amistad de Gates y Ballmer

La estrategia a seguir por Microsoft en smartphones y en general en el negocio del hardware rompieron la relación de Gates y Ballmer, asegura éste en una entrevista a Bloomberg que puede ayudar a entender la situación actual de Microsoft en telefonía móvil.

La aventura de Nokia ha sido un completo fiasco, ha costado miles de millones de dólares y lo que es peor, los últimos datos de cuota de mercado de smartphones dejan completamente fuera del sector a Microsoft, algo impensable para el mayor productor de software mundial y un gran problema en la era de la movilidad en la que nos encontramos.

Steve Ballmer, director general de Microsoft durante 14 años, explica que su decisión de empujar a Microsoft al negocio del hardware contribuyó a la ruptura de su relación con su viejo amigo, presidente y cofundador de la compañía, Bill Gates, cuya relación hasta entonces «era fraternal en las partes buenas y partes malas». De todo ello, lo único que lamenta Ballmer es: no haberlo hecho antes.

El ejecutivo explica a Bloomberg que si pudiera volver atrás habría entrado en el mercado de dispositivos móviles años antes. Cuando finalmente lo hizo, Gates y otros miembros de la junta no estuvieron de acuerdo y se produjo un distanciamiento en su relación:

«No fue una cuestión simple para cualquiera de nosotros. Hubo diferencia de opiniones sobre la dirección estratégica de la empresa»

«Hubo un desacuerdo fundamental acerca de lo importante que era estar en el negocio del hardware«, explica Ballmer de su estrategia «Devices, Devices, Devices» que para muchos analistas tenía la intención de convertir a Microsoft en una segunda Apple. No ha explicado Ballmer donde quedó su burla de los teléfonos de Apple y la aseveración de que los «iPhones no se venderían porque eran demasiado caros». Un error que provocó todo lo que vino después.

En todo caso y aunque Microsoft sigue vendiendo hardware propio, el nuevo CEO, Satya Nadella, canceló esa visión de los devices por una «reinvención de la productividad» como la clave para el futuro del gigante del software y que está dando grandes resultados con el negocio de aplicaciones profesionales como Office o la nube con Azure.

Respecto a la estrategia de comercialización de hardware propio, hay luces y sombras. Si bien Microsoft está fuera de juego en cuota de mercado de móviles, está extendiendo sus aplicaciones principales en Android e iOS y los acuerdos de patentes le garantizan ingresos fijos. Otra forma de «jugar» y no pequeña. Por otro lado, el rumoreado Surface Phone puede abrir otro camino, como han hecho los 2 en 1 Surface. Solo basta ver el interés del público en el último dispositivo añadido a la marca: Surface Studio.

Microsoft tiene que estar en el mercado del hardware pero seguramente no como pensaba Ballmer y con el software como foco principal de la compañía.