Las interfaces minimalistas son problemáticas para el usuario

El uso de interfaces minimalistas se ha convertido en una tendencia que han adoptado todos y cada uno de los principales desarrolladores de sistemas operativos.

Tanto Microsoft como Apple y Google han apostado a su manera por introducir interfaces minimalistas en sus sistemas operativos Windows 10, macOS, iOS, Android y Chrome, respectivamente, una realidad que sin embargo ha generado una cierta polémica entre los usuarios.

La idea de simplificar y reducir al mínimo la interfaz de usuario de un sistema operativo hace que el mismo presente un acabado más limpio, plano y simple, al menos desde una perspectiva puramente visual, pero también resulta menos atractivo y puede presentar carencias importantes.

Un nuevo estudio ha analizado el impacto que tienen las interfaces minimalistas en los usuarios y ha llegado a una conclusión muy sencilla; dicho tipo de interfaces utilizan una representación gráfica tan simple que puede llegar a confundir y a reducir la velocidad de respuesta.

A continuación repasamos de forma detallada las claves más importantes del estudio, en el que se utilizaron dos páginas web idénticas diferenciadas únicamente por la interfaz, una era minimalista y la otra no:

• Con una interfaz minimalista los usuarios pasaron de media un 22% más de tiempo mirando la página web para identificar todos los botones y zonas en las que se podía hacer clic.
• En la versión sin dicha interfaz el tiempo se redujo en un 25%, gracias a los elementos como colores y relieves que destacaban los botones clave de la página.

Si bien es cierto que como cualquier estudio presenta limitaciones y no tiene validez absoluta lo cierto es que las interfaces minimalistas simplifican en ocasiones hasta extremos nada recomendables, ya que llegan a sacrificar utilidad y a reducir la presencia de información y de herramientas útiles de una manera demasiado radical.

Más información: Estudio completo.