Inteligencia artificial y micropagos en juegos, una distopía muy real

Unir inteligencia artificial y micropagos en juegos puede sonar extraño, pero lo cierto es que tras ver la información que ha publicado TechPowerUP! llega a dar bastante miedo por todo lo que podría suponer para el sector.

En la enorme filtración de cincuenta diapositivas dedicadas a inteligencia artificial y micropagos en videojuegos podemos ver referencias claras al un sistema de IA que se encargaría de manipular el juego en momentos concretos para forzar al usuario a gastar dinero, es decir a ceder ante esos micrpagos.

Esto es preocupante ya que supondría falsear totalmente la experiencia de juego para elevar el concepto de «pay to win» (paga para ganar) a un nivel que no habríamos podido imaginar ni siquiera en nuestras peores pesadillas, pero hay mucho más.

Dicho sistema de inteligencia artificial sería capaz de monitorizar nuestro estado de ánimo y nuestro nivel socioeconómico, creando un perfil concreto de cada usuario y de adaptar esa manipulación de cada juego en concreto para forzarlo a realizar micropagos de forma puntual pero sin llegar al extremo de frustrarlo.

Lo dicho se entiende perfectamente con una explicación simple, y es que si el juego acaba cansando al usuario éste lo abandonará y se perderá la posibilidad de seguir incitándolo a realizar micropagos.

Bajo esa idea el juego podría ofrecer experiencias injustas y forzadas que obliguen a hacer un micropago para ser superadas. Posteriormente permitiría al jugador disfrutar de una experiencia tranquila e incluso darle recompensas como aliciente para que siga jugando.

Una vez que su estado de ánimo se normalice o llegue a ser positivo podría volver a plantear una situación injusta para generar un nuevo micropago, estrategia que repetiría de forma continuada hasta que el usuario decida abandonar definitivamente.

En las diapositivas se aprecia una gran cantidad de información que contiene además datos muy concretos y referencias a marcas. Está demasiado trabajada como para ser una falsificación o una broma, lo que significa que podría ser un proyecto real a medio o largo plazo.