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Análisis

Nissan X-Trail, tradiciones

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«¿Y si no hay un mañana? ¡Hoy no lo ha habido!» Phil Connors. Atrapado en el tiempo, 1993

No, la taza había que desplazarla un poco más sobre la mesa para que el dibujo de las flores del mantel se alineara perfectamente con la decoración en forma de mariposa de la taza. Además había que girarla un poco para que la sombra del asa reposara sobre una de las hojas que arropan el caliz. Hace años que sabía que esta imperdonable imprecisión no era por culpa de su falta de definición sobre la colocación de las sombras de los elementos del desayuno sino por el caprichoso movimiento del sol y de las nubes. Aún así era algo que a Sayuri irritaba profundamente. Es más, cualquier pequeña variación hacía que el día empezara mal y hasta una minúscula nube errante proyectada sobre el mantel podría desembocar en una crisis.

Pero este parecía que iba a ser un buen día. La mantequilla con la blancura y consistencia perfecta, la cuchara pulida hasta la obsesión brillando junto a la taza perfectamente colocada y el café burbujeando justo a las ocho y diecisiete, a tiempo para servirlo hasta el nivel adecuado muy despacio para que ninguna gota perturbara la perfecta armonía del escenario del desayuno cuidadosamente. El sonido de la trompeta de Miles Davis marcaba los primeros compases del «So What» y Sayuri se dispuso a comenzar a disfrutar de esa ceremonia de desayuno que se empeñaba en mantener imperturbable desde que le dejara su marido hace más de cincuenta años. Y entonces la taza tembló.

En la muy apasionante historia de la guerra de los SUV, esos vehículos que salieron de los caminos embarrados para transformarse y conquistar ciudades y carreteras, el año 2.000 marcó uno de los hitos más interesantes con el lanzamiento de diversos modelos como el Toyota Rav-4, el Honda CR-V o el Hyundai Tucson. Ese mismo año Nissan, con gran experiencia en ofrecer modelos todoterreno robustos y fiables, apostaba por el X-Trail, un todoterreno domesticado para su uso sobre el asfalto y predecesor del gran éxito de Nissan en este terreno: el Qashqai.

Ficha técnica

A diferencia de este, el X-Trail conserva muchos más elementos y aspecto heredados de la experiencia de la marca japonesa en vehículos todoterreno con menos alardes sobre la mesa de diseño y con una planta mucho más sólida y fiable que su hermano pequeño. Hace poco el X-Trail sufrió un restilyng con respecto al modelo del 2014 que por otro lado no ha modificado su personalidad que le sigue emparentando con sus parientes surgidos de los caminos y terrenos abiertos.

Grande

El X-Trail es grande. Aunque actualmente con el crecimiento de las cotas de los SUV de mayor tamaño se le puede catalogar de tamaño medio, sus más de 4,6 metros de longitud le permiten ofrecer hasta siete plazas en su interior. Las líneas, como anticipamos, son esencialmente sobrias aunque con algunas concesiones a un diseño más dinámico como el alerón trasero, los grupos ópticos afilados y una calandra en negro y metal que le da cierta personalidad y crece con respecto a la versión anterior. Nada comparable a las líneas del Qashqai y mucho menos al Juke, más bien un toque discreto.

Una de las características más sobresalientes que llaman la atención al primer vistazo es la gran altura al suelo, más de 20 centímetros, que puede ayudar a las aventuras fuera del asfalto y que redondean esa imagen de todoterreno «modernizado» que le hace destacar de otras alternatis más «domesticadas». El modelo que nos ha proporcionado Nissan es de un color rojo que llama la atención, sobre todo en un coche tan grande, que contrasta muy bien con las molduras y perfiles negros y color aluminio. Nos ha gustado la combinación.

Al abrir la puerta nos sorprende un interior con clase, grandes superficies cubiertas por cuero con pespunte, una consola central con líneas curvadas muy modernas también flanqueada por cuero y el mismo material en el reposabrazos que se alarga hasta terminar en las boquetas de ventilación para la parte de atrás. Tanto los acabados de las puertas como el propio salpicadero también lucen ese material de cuero sintético muy agradable al tacto.

La dotación de plásticos en el interior también son de una calidad percibida bastante alta. Los asientos de cuero que están incluidos en la versión que probamos también tienen un tacto muy agradable y ofrecen un muy buen acabado, con tiras oscuras de refuerzo tanto en la zona lumbar como en los laterales de la parte inferior del asiento (no sabemos si para minimizar el desgaste). Tienen un diseño envolvente que sujeta bastante bien en curva y disponen de calefacción y regulación eléctrica.

El volante está algo saturado de botones y controles concentrando en la parte izquierda los mandos para la reproducción multimedia y las selecciones del menú del ordenador de abordo y en la derecha el control de crucero y el teléfono. La instrumentación es sobria, con los dos indicadores de velocidad y revoluciones por minuto separados por una pequeña pantalla de información en la que podremos ver datos de funciones como el «Safafety Shield», control del chásis o el funcionamiento del sistema de tracción integral además de los habituales de autonomía, consumo y otros.

Comodidad

Si viajamos cómodos en la parte delantera los asientos de la segunda fila tampoco son mancos. Notable lo reducido del túnel de transmisión, a pesar de la tracción integral, que permite que el ocupante del asiento central pueda apoyar cómodamente los pies. Hay espacio abundante para las piernas y una buena altura que permite viajar a pasajeros de estatura considerable, más cómodos por supuesto los ocupantes de las plazas laterales máxime cuando la plaza central se puede convertir en un apoyabrazos con posavasos (muy cómodo por otro lado).

En opción se puede escoger la tercera fila de asientos (nosotros no la teníamos) que por las medidas del catálogo puede catalogarse como de las de «emergencia» ya que dos adultos no viajarán demasiado cómodos. En cualquier caso es algo que tiene en común con los todoterrenos y monovolúmenes de su tamaño, modelos que más serían 5+2 que 7 plazas en realidad. Para personas pequeñas o niños son bastante confortables y disponen de huecos portaobjetos.

Maletas

El maletero del X-Trail con cinco plazas disponibles es de los grandes, con una capacidad de hasta 565 litros con dos huecos de carga bajo el suelo del maletero muy prácticos que permiten aumentar la capacidad y colocar bultos que tengan que mantenerse relativamente fijos en su sitio. Para ser un SUV la carga es especialmente cómoda a pesar de la altura ya que no hay demasiado escalón y permite abatir los asientos de forma muy sencilla.

Muy buena impresión también del techo solar, amplio luminoso y de funcionamiento impecable que añade mucha luminosidad e impresión de amplitud. Lo que menos nos ha gustado es quizás el sistema multimedia con una pantalla algo pequeña (siete pulgadas) y básica para el tipo de vehículo que representa el X-Trail. Algo anticuados también los menús y los gráficos, a pesar de que todas las funciones hacían su papel perfectamente.

Buena vista

Reseñar el excelente sistema de visión cenital con cámaras que reconstruyen una visión por arriba de 360 grados que proporciona una inestimable ayuda para maniobrar con un coche de las dimensiones de este Nissan. Sin embargo y a pesar de que funciona perfectamente, el sistema de navegación es gráficamente algo pobre y la pantalla sufre más reflejos de lo deseable. Además no está en la posición ideal por encontrarse en la parte media debajo de las rejillas de ventilación centrales.

Queremos insistir que el sistema funciona y muy bien,  es más, en dotación al coche disponíamos del sistema de sonido Bose que nos ha gustado mucho y al que ayudaba una buena insonorización del habitáculo, pero algo más de innovación en lo que respecta a la pantalla y al diseño de los menús no hubiera estado de más. También positiva la lista de sistemas de ayuda a la conducción que incluyen sistema de frenado de emergencia, detección de peatones, alerta de circulación de vehículos cuando damos marcha atrás o el sistema ProPilot de control de crucero adaptativo y mantenimiento de carril.

En cuanto a la conducción nuestro X-Trail podia presumir de un potente dos litros con 177 caballos diesel bastante sofisticado y silencioso a las revoluciones normales. Nuestro modelo además disponía de cambio automático Xtronic con convertidor de par y tracción integral permanente 4×4-i capaz de variar la cantidad de tracción de los dos ejes según la situación del terreno por el que nos estemos desenvolviendo.

Carretera

En carretera está claro que el X-Trail está orientado principalmente para mascar kilómetros en autopistas o carreteras nacionales, con un funcionamiento del cambio muy suave y una respuesta inmediata del motor que con un par de 380 Nm es lo suficientemente elástico como para sacarnos de cualquier apuro. No podemos pedir demasiada deportividad a pesar de la potencia al cambio de variación contínua. La aceleración por ejemplo no es de las más fulmíneas ni mucho menos, aunque lo cierto es que es de uso agradable y en condiciones normales es lo suficientemente eficaz.

En carreteras viradas el SUV japonés tiene un comportamiento neutro, parecido al de una berlina de grandes dimensiones aunque no se ha mostrado especialmente ágil, algo totalmente normal dado su peso y altura. Realmente son los sistemas de control de tracción y de comportamiento de chasis los que trabajan y muy bien para dar un plus de seguridad en estas situaciones y la verdad es que a pesar de algo de balanceo no se nota una falta de control en las maniobras.

En cuanto al consumo y a pesar de ser un coche grande con un motor potente éstos han rondado los ocho litros y medio si vamos por carretera y por encima de once por ciudad. Unas cifras bastante buenas, sobre todo en ruta, para un modelo que al fin y al cabo ofrece una gran resistencia aerodinámica. El sistema start&stop contribuye a ahorrar un poco de combustible pero de todas formas en ciudad el consumo nos subirá mucho.

Tuvimos ocasión de probar el X-Trail en terrenos más agrestes y la verdad es que el comportamiento está bastante por encima de los SUV más urbanitas (como los de la propia marca japonesa). La considerable altura del chásis y la eficiente tracción inteligente así como el considerable par motor nos permitieron salir de más de un apuro a pesar de que la transisión autromática de variador contínuo no es lo ideal para estas situaciones.

Conclusiones

Tener entre nuestras manos un X-Trail es como una vuelta a las tradiciones, un retorno al origen de los SUV como herederos de la filosofía de los todoterreno antes de que se onvirtieran en perfectos urbanitas. Nos gusta que Nissan no haya renunciado a esos guiños manteniendo unas características de capacidad off-road que si bien no pueden competir con los todoterreno puros sí que superan a las de los SUV más dulcificados.

Todo esto sin perder de vista que el uso de uno de estos coches es principalmente el de transportar por carretera y ciudad y en eso el X-Trail aporta una excelente habitabilidad, buenos acabados, buena capacidad de carga y sistemas de ayuda de conducción a la última. Solamente con dos retoques: un sistema de información y entretenimiento más moderno y un cambio automático más eficaz, y el X-Trail ganaría muchos enteros.

Notas finales

8Nota

Prestaciones7

Diseño8

Consumo7

Confort8

Sistema de Infoentretenimiento7

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