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Análisis

Opel Mokka-e, sellos

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Opel Mokka-e

“Éramos como extraños que se conocían muy bien” Will Bloom (Big Fish, 2003)

En la planta de maternidad del hospital había bajado la marea. El hervidero de familiares con globos, cestas y cajas de bombones bajo la mirada de desaprobación de enfermeros, enfermeras y auxiliares por estorbar en el pasillo o hacer demasiado ruido se había convertido en un tímido goteo fácil de atravesar hacia mi destino. Mi hijo me esperaba en la 442. Mi primer encuentro con él no había podido considerarse una presentación formal. Como parece ser costumbre en los nascituros eligió una hora y un momento inconveniente para presentar presentar su tarjeta de embarque para este mundo. Llegó con la habitual parafernalia de rotura de aguas, dilataciones, contracciones, oxitocinas y toda una serie de términos que durante aproximadamente seis horas estuvieron en portada de mi devenir vital con caracteres bien grandes. Nada que no hayamos estudiado y mirado en Internet Elena y yo durante estos últimos meses con creciente ansiedad y dudas. Nada cuyo conocimiento no se haya disipado como vapor de agua y ya no sirva más que como tema de conversación a preparar para las visitas que a buen seguro empezarán a presentarse hoy a mentir sobre lo que se nos parece y lo mono que es Raúl.

Qué se le va a hacer, no se nos ocurría otro nombre y nos pareció el menos malo. Mi hijo tendrá todo el derecho a reclamarme e incluso a demandarme en el futuro pero ese es el nombre que va a figurar en el registro civil. Es notable cómo los pasillos del hospital lucen igual a las tres de la mañana que a las diez y media. Prometí levantarme pronto pero no pude. Emocionalmente y físicamente agotado me sumergí en un sueño algo culpable pero con la coartada de que Elena me concedió ir a descansar a casa. Había amor en ese «Vete a casa. Descansa». Pero también creo que no le parecía mal perder de vista durante un tiempo al detonante de tanto desbarajuste orgánico y hormonal. La puerta 442. No pensaba que me volvería a emocionar. Raúl. Yo no le veo mono. Pero ayer no existía. Sale una auxiliar de la habitación «ahora no». Y cierra la puerta. En fin, busco sitio en un banco justo enfrente. Hay un anciano que me sonríe de forma cálida. Hay algo extraño en su vestimenta y algo familiar en su aspecto pero no le conozco. Tenemos pocos familiares así que sé que no se trata de una visita para Raúl.

Me siento junto al anciano y suspiro. Él me mira y vuelve a sonreír, lo hace de una forma que me anima a entablar conversación. «He sido padre». El anciano soltó una breve carcajada «Ya. Ya me lo imagino.» Dice golpeándome la rodilla con familiaridad. «Son cosas que ocurren. Sobre todo aquí». Tengo ganas de soltar un montón de cosas que me bullen en la cabeza desde ayer así que sigo. «¿Sabe qué? Como padre me siento traicionado por la literatura. Quizás seamos los primeros que no tengamos la ayuda de la ciencia ficción para imaginarnos cómo será la vida de nuestros hijos o la de nuestros nietos. Mi abuelo me decía que quizás tendría la suerte de viajar a otros planetas o de conducir coches voladores. Ahora la ciencia ficción es pesimista, distópica… no nos sirve para saber qué podría vivir mi hijo, aunque sea mentira.» El anciano me mira sin decir nada. Luego se toma su tiempo para mirar el reloj. Suspira. Tengo dudas de que me haya escuchado. Tras unos segundos de silencio decido romper el hielo de nuevo. «Y usted ¿ha venido a conocer a su nieto?» «No» me contesta mirándome fijamente «He venido a conocer a mi abuelo».

Opel Mokka-e

Modelo analizado Opel Mokka e
Motor y acabado GS Line Plus
Potencia 136 CV
Velocidad máxima 150 Kmh
Aceleración o-100 9 s
Largo/ancho/alto 4151/1791/1534 mm
Potencia máxima RPM 136 CV 6.000 rpm
Par máximo Nm/RPM 260 Nm
Caja de cambios automático
Web https://www.opel.es/
Precio 38.100  euros

Como hemos visto en otros modelos eléctricos del grupo, la estrategia trazada por el grupo PSA para afrontar el reto de la motorización eléctrica pasa por utilizar una plataforma común para distintas marcas. Esto hace que en el mercado podamos encontrar modelos con características diferentes en lo que respecta a carrocería, espacio interior, acabados, precio y otros detalles pero con una plataforma probada y eficiente que ya pudimos analizar por ejemplo con el Peugeot 2008.

El Opel Mokka es un SUV urbano recién actualizado con el que la marca de origen alemán quiere impactar con su diseño exterior, muy modernizado frente a versiones anteriores, en el que el color tiene una presencia importante y un valor estético diferencial con respecto a modelos similares de otras marcas. Destacar estéticamente es importante para competir en uno de los segmentos más populares del mercado de la automoción.

Nueva imagen

Dentro de la renovación estética el frontal es uno de los elementos diferenciadores del Mokka. Destacan en la parte delantera unos grupos ópticos muy delgados en la parte superior unidos por una pieza de plástico translúcido con el inconfundible logotipo de la marca en el centro. Debajo de estos elementos encontramos un paragolpes con distintos volúmenes y con una entrada de aire también delgada en la parte superior.

En la parte inferior encontramos una rejilla de ventilación de tamaño generoso en color negro. Los elementos de esta rejilla se mueven para favorecer el flujo de aire y mejorar el coeficiente aerodinámico, algo especialmente importante en los coches eléctricos ya que con una menor resistencia al aire el consumo a velocidades más altas, cuando más consume un coche eléctrico, es menor. En los laterales del parachoques se han colocado el resto de luces en posición vertical.

El coche tiene un aspecto más compacto que el de sus antecesores y esto se refleja en sus medidas ya que es más corto y más bajo que la generación anterior. Por un lado es consecuencia de utilizar la plataforma común del grupo, pero por el otro es el reflejo de la voluntad de Opel de proporcionar al Mokka un aspecto mucho más urbano que los modelos anteriores que se quedaban a medio camino por tamaño entre un coche urbano y un SUV más «de carretera».

Aerodinámico

La línea del del perfil del nuevo Mokka es mucho más aerodinámica y moderna que la de modelos anteriores con embellecedores en plástico negro en la parte inferior que subrayan el diseño. La parte trasera también dispone de los grupos ópticos elevados y afilados, aunque en este caso se ensanchan en los laterales y quedan en la parte superior de un portón que se inclina hacia abajo hasta culminar en el parachoques.

Otro de los detalles estéticos que revela el objetivo de Opel con este nuevo Mokka es la posibilidad de elegir distintas combinaciones de colores, tanto para el exterior como para el interior. Para la unidad que probamos se había escogido una combinación entre verde lima para la carrocería, no demasiado discreto, negro para ciertas molduras y techo y plateado para las molduras que rodean la zona de los parabrisas laterales.

Interior equilibrado

En el interior Opel ha realizado cambios muy importantes y modernizado tanto el diseño como los acabados, siempre con la estética urbana que también luce por fuera. La combinación de colores también aparece en las molduras y el salpicadero del coche. La tapicería, en nuestro caso en color gris con costuras y elementos en blanco, es otro elemento de personalización que se puede combinar con los colores del interior.

La tela del recubrimiento tiene un buen tacto y los asientos son cómodos y con una forma que recoge bastante bien el cuerpo en las curvas. La visibilidad del conductor es buena y los mandos muy accesibles, con una muy razonable acumulación de ellos en el volante con una forma que ya encontramos en otros modelos de Opel y nos ha gustado por lo intuitivos de manejar y por la comodidad del diseño circular que se adapta a los pulgares de cada mano perfectamente sin tener que ir «buscando» el selector como en otros casos.

En lo que respecta a los materiales encontramos bastantes superficies de plástico duro pero también acabados de más calidad en las zonas más visibles y más al alcance de la mano como el interior de las puertas o el tacto del recubrimiento del volante. Algunas superficies, como la zona que separa los dos asientos y en la que se encuentra el reposabrazos así como el selector del cambio y del freno de mano, están cubiertas con un plástico brillante.

Pantallas

Los indicadores detrás del volante quedan sustituidos por una pantalla de 12 pulgadas que proporciona información de marcha además de poder mostrar el mapa del navegador. El sistema es el mismo que en otros modelos del grupo y resulta especialmente indicado para los modelos eléctricos ya que podemos ver de un vistazo la carga que queda en la batería, el consumo y otros datos importantes para el funcionamiento del sistema.

En la parte superior del salpicadero encontramos la pantalla de información, que quizás hubiese quedado mejor ubicada encima de él como pantalla flotante tal y como se ve en modelos de la competencia. La gráfica y el funcionamiento son buenos aunque con la rapidez en la que evolucionan estos sistemas corre el peligro de quedarse un poco desfasado, sobre todo en lo que respecta al acceso de algunos menús, el aprovechamiento de la pantalla y las imágenes del navegador.

Ofrece información suficiente del sistema de propulsión eléctrica y de la batería. Como en otros modelos PSA eléctricos es posible configurar de forma sencilla la hora a la que queramos que comience la carga y a la que queremos que termine. Algo fundamental para aprovechar las horas de tarifa con precio más bajo si conectamos el coche al un cargador doméstico o a un enchufe. El sistema es compatible con Apple Car Play y Android Auto.

Maletero reducido

En lo que respecta al maletero no es de los más grandes aunque con 310 litros es suficiente para tareas urbanas y también para excursiones que no requieran demasiado equipaje. El acceso es algo incómodo si queremos cargar objetos pesados pues la superficie de carga se encuentra hundida y tendremos que superar el parachoques para posarlo. Hay que tener en cuenta que con respecto a un Mokka con motor de explosión perdemos 40 litros de capacidad.

Al volante del Opel Mokka-e lo primero que notamos es la suavidad de funcionamiento, por otro lado propia de un coche eléctrico, que ya encontramos en modelos del mismo grupo como el 2008 eléctrico. Con respecto a éste quizás el Mokka esté más pensado para ciudad, es más corto y las suspensiones son muy confortables en recorridos urbanos aunque en carretera se muestran algo más rígidas si encontramos obstáculos o baches en carretera.

Silencio

El coche es muy silencioso, tanto por la presencia de la propulsión eléctrica como por el aislamiento acústico que está muy conseguido para un coche de su tamaño. Esto hace que sobre todo los trayectos urbanos sean muy agradables, ya que a baja velocidad no escucharemos ruidos aerodinámicos. Este buen aislamiento junto con la comodidad de los asientos y las características de la propulsión eléctrica hacen del Mokka-e un coche ideal para ciudad.

En carretera se mueve con soltura, tanto en autopista como en carreteras más viradas donde la suspensión algo más dura trabaja bien para mantener el coche en la trayectoria sin titubeos. No es un coche deportivo pero la excelente aceleración propia de los coches eléctricos proporciona buenas sensaciones y la calidad de los asientos, que envuelven perfectamente, contribuye a que conducir a buen ritmo también sea bastante cómodo.

Conclusiones

El Mokka e es una apuesta interesante de Opel para diferenciarse dentro del mercado de los SUV compactos. Ha confiado en un tamaño más contenido frente a lo que ofrecía el Mokka de generaciones anteriores junto con a un diseño y a unas posibilidades de personalización que hacen de este modelo un coche mucho más atrevido y de estética urbana que sus antecesores. Algunas elecciones en los materiales del interior pueden parecer discutibles, como el plástico reluciente, pero por lo demás es un coche en el que es agradable permanecer dentro.

Además aprovecha todas las posibilidades de la plataforma electrificada del grupo para ofrecer unas excelentes prestaciones y un buen tacto de conducción. Los detalles que aporta Opel en la insonorización o las suspensiones mejoran su comportamiento urbano que debe ser la característica que le diferencie del resto de la competencia. En definitiva una sólida puesta en escena de Opel para un coche que parece tener futuro en el mercado.

Valoración final
8.4 NOTA
NOS GUSTA
Buen confort en ciudad
Asientos cómodos
A MEJORAR
Maletero algo reducido
Algunos materiales brillantes
RESUMEN
El Opel Mokka-e es una buena apuesta del fabricante alemán para competir con sus primos del grupo y con el resto del mercado de los SUV compactos eléctricos.
Prestaciones9
Diseño8
Consumo8
Confort8.5
Sistema de infoentretenimiento8.5

 

 

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